En el contexto de un evento sobre sostenibilidad, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, hizo un anuncio inesperado: están analizando la posibilidad de reactivar ocho contratos de exploración que se encuentran suspendidos.
Todo lo que suene a incrementar la probabilidad de asegurar el abastecimiento energético es algo que anima, no solo al sector minero y petrolero, sino a la economía en general, toda vez que se trata de seguridad energética y de ingresos públicos, mientras se fortalecen los sectores que harán el reemplazo de las fuentes tradicionales en medio de una transición energética.
Según la sustentación que hizo el presidente de Ecopetrol, en la Cumbre Internacional de Sostenibilidad e Innovación Ambiental que se realiza en Bogotá, el objetivo es aumentar las reservas de petróleo y gas en el país.
Roa mencionó lo que también ha expresado ya en otros escenarios, y es que el gas natural es el combustible por excelencia de la transición energética. “Obviamente están las otras fuentes de energías renovables, el sol y el viento. Pero en la actualidad, hay una gran cantidad de usuarios en el país consumiendo diésel, que es altamente contaminante, y que se produce y se transforma en electricidad en unos procesos poco eficientes, y que además es altamente subsidiado y muy costoso. Ahí hay un espacio muy grande para la gran apuesta de transición energética”.
De los contratos suspendidos que están en estudio, siete son de Ecopetrol y uno de Hocol. Están ubicados en el Piedemonte llanero y en los Llanos Orientales. Entre los que son del resorte de Ecopetrol hay que mencionar Catleya, LLA 39, LLA 52, LLA 52, LLA 121, LLA 38, Odisea y Siriri.
Por su parte, el contrato de Hocol que está suspendido es el llamado Mundo Nuevo.
Durante el congreso empresarial de la Andi, que se realizó recientemente en Cartagena, el presidente de Ecopetrol también envió un mensaje que le mereció los aplausos de los representantes del sector privado: “Vamos a seguir explorando”, dijo el directivo de la petrolera.
Enfáticamente, Roa aseguró: “Sí vamos a seguir explorando y hemos seguido explorando, y vamos a seguir buscando más petróleo y gas para garantizarle al país la seguridad energética”.
Hay que recordar que, durante este año, en Colombia ha existido todo un polvorín alrededor de la exploración de petróleo y gas, con el argumento de que la transición energética debe darse, sí o sí, porque se trata de un asunto de ‘salvación’ de la especie humana, amenazada por el cambio climático.
En el primer semestre de este año fue destapado el informe publicado por el Ministerio de Minas y Energía y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en el que se confirmó lo que ya venían diciendo algunos expertos del sector, que el país solo tenía reservas probadas de petróleo y gas (es decir, las que están seguras), para 7,5 y 7,2 años, respectivamente. Aun así, se seguía manteniendo esa especie de enemistad tajante con los combustibles fósiles que, además de ser parte clave aún dentro del engranaje energético, son los que generan buena parte de los ingresos a la bolsa pública.
De esta manera, se desencadenó un intenso debate en torno al asunto, el cual además tenía impacto en los mercados, ya que los inversores en exploración destinan grandes cantidades de dinero a estos proyectos y veían la seguridad legal de los contratos amenazada.
El Gobierno empezó a dar señales de que se continuaría con la exploración, pero en ningún momento se ha dado la pelea por mencionar la expresión ‘nuevos contratos’. No obstante, todo suma en pos de garantizar la seguridad energética del país, por lo que el mensaje del presidente de Ecopetrol ayuda a avivar el entusiasmo.