Stop & Shop, un supermercado regional del noroeste de Estados unidos, confirmó hace unos días mediante un comunicado que cerrará cerca de 32 tiendas de comestibles de bajo rendimiento antes de que se termine el año.
La cadena, propiedad de la empresa holandesa Ahold Delhaize, puntualizó que liquidará gradualmente 10 almacenes en Nueva Jersey, ocho tiendas en Massachusetts, siete en Nueva York, cinco en Connecticut y dos en Rhode Island.
“Como anunciamos en mayo pasado, Stop & Shop evaluó su cartera general de tiendas y tomó la difícil decisión de cerrar las tiendas de bajo rendimiento para crear una base saludable para el crecimiento futuro de nuestra marca”, precisó Gordon Reid, presidente de la compañía.
Lugo agregó: “Stop & Shop está orgulloso de las profundas raíces y lazos comunitarios que hemos desarrollado como tendero de barrio durante más de 100 años, y seguimos comprometidos a nutrir a nuestros asociados, clientes y comunidades”.
La empresa, de igual manera, señaló que a los empleados de los locales afectados se les ofrecerán otros puestos dentro de la cadena. Sin embargo, cuando The Associated Press le preguntó cuántas personas trabajan actualmente en esas tiendas, la compañía no respondió.
Stop & Shop, que comenzó en 1914 en Somerville, Massachusetts, opera alrededor de 400 almacenes de comestibles y tiene 60.000 trabajadores. En una entrevista con AP, Reid afirmó que los cierres son un paso difícil, pero necesario para estabilizar el negocio.
“Estas tiendas no generan ganancias. Le quitan valor a toda la organización. Tenemos que centrarnos en las áreas en las que necesitamos invertir y en las que queremos invertir”, sentenció.
Reid recalcó que Stop & Shop seguirá construyendo nuevas tiendas y remodelando las existentes. La marca, que ha remodelado 190 tiendas desde 2018, también invertirá en precios más bajos y promociones en sus tiendas restantes.
De acuerdo con el directivo, los supermercados seguirán teniendo poder adquisitivo, incluso con menos tiendas gracias a su empresa matriz. Ahold Delhaize, que opera más de 7.700 tiendas de alimentación en todo el mundo, incluidas las marcas Food Lion y Giant, en Estados Unidos.
Stop & Shop también está siendo presionado por grandes rivales como Walmart y Costco, y cadenas de descuento como Aldi y Lidl. “Allí donde se ha construido un Target, un Walmart, un Costco o un BJ’s, un Stop and Shop está en peligro. Si bien tienen un plan para el futuro, no estoy seguro de que el plan vaya a ser totalmente competitivo dado el nivel cada vez más intenso de competencia”, concluyó en AP Burt Flickinger, consultor de ventas minoristas de larga trayectoria y propietario de Strategic Resource Group,
Hay que mencionar que varias empresas atraviesan actualmente una compleja situación financiera en Estados Unidos, por lo cual muchas de ellas deciden acogerse a la ley de quiebras, o reestructurase internamente, lo que provoca, normalmente, cierres y despidos.