Este lunes la empresa cervecera Carlsberg se sumó a la lista de empresas que, en cumplimiento de las disposiciones derivadas de las sanciones impuestas por los países de occidente a Rusia por su invasión a Ucrania, han decidido suspender sus actividades en ese país.

El anuncio de Carlsberg, llega en momentos en que otras empresas como Heineken también han decidido pasar de la suspensión de la venta de sus bebidas y su producción en Rusia, a advertir que se deshacen de forma definitiva de sus negocios en Rusia.

La decisión de Carlsberg, al igual que en el caso de Heineken, llega después de lo que denominaron como una ”revisión estratégica” de sus negocios en Rusia.

Así, Carlsberg, también se adhiere a un listado de multinacionales que en lo corrido de este mes; el primero tras la ocupación rusa a Ucrania, decidieron cerrar sus tiendas y oficinas en ese país europeo.

Entre esas empresas se cuentan Coca Cola, McDonald’s, Starbucks, Goldman Sachs, Ikea, Microsoft, Renault, entre otras.

En el caso de Carlsberg, cervecería de origen danés, se estima que su salida de Rusia podría afectar a sus 8.400 empleados, una quinta parte del total de colaboradores de la empresa en todo el mundo.

En el comunicado en el que la empresa cervecera anunció su salida de Rusia, la compañía advirtió que “la guerra en Ucrania y la escalada de la crisis humanitaria y de refugiados nos conmociona a todos”, situación que los ha empujado a tomar la decisión de la “venta completa de nuestras actividades en Rusia, que pensamos que es lo que hay que hacer en el contexto actual”.

Lo que significa para Carlsberg la salida de Rusia

Según medios internacionales, la actividad comercial de esa empresa, cuyo producto principal en Rusia es la cerveza Baltika, representó ganancias por 953 millones de dólares en 2021, cifra que a su vez representa el 13 % de sus ventas.

En el caso de Heineken, la decisión de pasar de la suspensión de la venta de sus productos a su salida definitiva de Rusia, fue informada en un comunicado, en el que los dirigentes de la cervecera se declararon “conmocionados y tristes viendo que continúa la guerra en Ucrania”, advirtiendo que esta, en lugar de dirigirse a un pronto fin, se está tornando cada vez más intensa, advirtiendo que el negocio en ese país “ya no es sustentable ni duradero en el contexto actual”.

Con la salida de esta cervecería, se calcula que cerca de 1.800 personas se quedarán sin empleo, no obstante la entidad advirtió que seguirá velando por su bienestar (al menos hasta el final de 2022), y que su salida de Rusia se dará de forma gradual para evitar que eventualmente se fuese a nacionalizar la empresa, considerada la tercera cervecería en producción en ese país.

En cuanto a los costos adicionales que ello representa a Heineken, la empresa advirtió que estos se cifran en 438 millones de dólares.

*Con información de AFP

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