El más reciente cierre de la vía al Llano, esta vez por un deslizamiento de lodo, contingencia que ya fue superada, nuevamente dejó en evidencia las críticas cifras que se manejan en el sector del transporte de carga, que este año, luego de sufrir bloqueos y muchos problemas en la movilidad por distintas emergencias, ven multimillonarias pérdidas, que tienen a varios conductores afectados, y qué podría verse afectado el precio de algunos productos, por dichos problemas.
Precisamente ese tramo entre Bogotá y Villavicencio es una carretera que constantemente tiene problemas en la movilidad. Por parte del Estado colombiano, han revelado que se están realizando constantes inspecciones por parte del Instituto Nacional de Vías, Invías, cómo lo que ocurre en la construcción del viaducto, a la altura de la cabecera municipal de Guayabetal, en el departamento de Cundinamarca.
Referente a esta obra, el Ministerio de transporte asegura que hay retrasos por casi un año, debido a labores de revisión y ajustes en los estudios y diseños del proyecto. Esto es solo uno de los tantos problemas que tiene la vía.
“El contrato contempla la construcción de un viaducto, en el kilómetro 58 de la vía Bogotá – Villavicencio, de 740 metros de longitud por un valor de $175.033 millones, y que está concebida como solución definitiva a los problemas de transitabilidad que se presentan en este punto crítico del corredor concesionado”, revelaron, a través de un comunicado, desde el Gobierno nacional.
Todo esto va entrando en la ecuación para hacer el cálculo de cuánto pierden los transportadores de carga por los bloqueos y cierres en las carreteras. Por ejemplo, en un reciente reporte de la concesionaria Coviandina, se anunció la reducción a un carril, a la altura del túnel de Monte redondo y en el puente Aserrío, porque se adelantan labores de mantenimiento.
Las pérdidas y consecuencias para los transportadores de carga
Según lo que detallaron desde Fedetranscarga, la restricción en la vía Bogotá - Villavicencio en el fin de semana del 24 y 25 de junio, dejó pérdidas que se estiman en los cinco mil millones de pesos.
Se estima que diariamente 10 mil vehículos transitan por ese corredor vial, de los cuales unos 300 son automotores de carga. Según los cálculos presentados por la agremiación, diariamente dejaron de entregarse casi 3 mil toneladas, además que se ha visto afectado el tránsito de combustibles líquidos, casi un millón de galones.
A esos valores hay que adicionarle costos, como el tiempo de los conductores y los asistentes, combustibles para los vehículos en las carreteras, tarifas de peajes, desgastes de las autopartes, además que algunas cargas tienen productos perecederos y por el tiempo de espera terminan afectándose.
Todo esto, se suma a las presiones referentes con el tema de los combustibles. Aunque desde el Ministerio de Transporte y de Hacienda ya aseguraron que en los próximos meses no se tocará el precio del diésel, inevitablemente llegará el momento en el que se realicen incrementos tarifarios.
Aunque eso podría darse hasta el 2024, los transportadores ya dijeron que con mil pesos que se aumente el precio del Acpm, se incrementa un 4 % el costo de la canasta familiar.
“El incremento en el precio del Acpm, energético de mayor relevancia en Colombia, traería aumentos inflacionarios a toda la población. Recuérdese que el incremento de 1 % en el precio del combustible, impacta 0,036 % la inflación”, señalaron en un comunicado, desde la Cámara Intergremial del Transporte.