Cada día que pasa, el consumo inadecuado de energía está generando un mayor deterioro del medio ambiente y la biodiversidad en el mundo. Frente a esta situación, tanto gobiernos como empresas tienen la meta de generar una mayor eficiencia energética y reducir el impacto de la huella de carbono, algo que trae consigo grandes beneficios para las organizaciones colombianas en cuanto a economía, valor en el modelo de negocio, credibilidad e inversión.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha señalado en varias ocasiones que la eficiencia energética representará el 40 % de las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero para 2040. Dato que tiene muy presente el Gobierno colombiano tras ratificar su meta en la Conferencia Anual de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), de reducir las emisiones en un 51 % para el año 2030.
Sin embargo, este reto implica el aporte de todos los actores sociales y especialmente de empresas de diferentes sectores económicos, cuyo fin en el 2022 debe ser el de implementar un plan de eficiencia energética dentro de sus organizaciones.
Esto no solo provocará un impacto positivo en el medio ambiente, sino que también le permitirá obtener grandes beneficios a estas compañías, así lo aseguró Paola Santiago Ribón, directora financiera y cofundadora de Solenium, una startup que viene impulsando proyectos de energías renovables en el país.
“Para tomar acciones de eficiencia energética necesitamos saber dónde están concentrados los mayores consumos de nuestra empresa y cuánto nos cuestan. De esta forma, sabremos dónde centrar los esfuerzos y los cambios que tendríamos que hacer para reducir el gasto energético”, señaló Paola Santiago Ribón.
Además, aseguró que estos beneficios también se extienden en materia de sostenibilidad, ya que no es una novedad que las empresas tienen que ser más conscientes frente al impacto ambiental que están generando y qué acciones pueden hacer para disminuir la generación de dióxido de carbono, entre otras cosas. Lo segundo, tiene que ver con el ahorro, puesto que el generar reducciones en el consumo de energía va a ser una oportunidad para disminuir los costos de su factura.
Teniendo en cuenta este panorama, la directora financiera de Solenium realizó un análisis para señalar cuáles son los cinco beneficios que pueden obtener las compañías al momento de tener mejores prácticas de consumo energético.
- Ahorro: el tener claro en qué y por qué se está consumiendo la energía en la empresa, puede generar un ahorro en sus costos, que estaría entre el 5 % y 10 %, aproximadamente.
- Entrar a la industria 4.0: el instalar los medidores de energía inteligente o adaptarse al uso de paneles solares es dar un primer paso para ser parte de la industria del futuro, aquella en la que estarán inmersas tecnologías como la big data, el IoT y la inteligencia artificial.
- El impacto ambiental: todas las empresas empiezan a ser más conscientes del impacto positivo medioambiental que deben tener para dar una buena imagen frente a inversionistas, entidades públicas y la sociedad en general. Sin embargo, será necesario que sus proyectos sean pensados hacia un desarrollo sostenible, que debe ser transparente, medible, creciente y extensible a toda la cadena de suministro y lo más importante, es que logre perdurar en el tiempo.
- Mayor control: implementar un sistema de monitoreo energético que permita obtener información sobre diferentes parámetros e indicadores, permite tener el control de lo que sucede en la empresa y así mismo, tomar decisiones precisas desde los datos y el conocimiento.
- Certificación ISO: el desarrollar un plan de eficiencia energética de forma metódica y controlada, le permite a las compañías certificarse con la norma ISO 50001, pauta que pretende ser una base para que las organizaciones mejoren su rendimiento y eficiencia energética, para así reducir el impacto en el cambio climático.