La revolución de la inteligencia artificial y el poder de los datos está marcando el rumbo de la economía global. Según las estimaciones de la firma Statista, el mercado de big data crecerá exponencialmente durante este 2023, alcanzando los 70 billones de dólares a nivel mundial, y se proyecta que para el año 2027, su valor se elevará por encima de los 100 billones.
En Colombia, la generación de ventas a través del uso del big data se espera que aumente en un 7.9 %, según reporta la Universidad ISEP de México. En este escenario, la transformación digital se convierte en un factor clave para la supervivencia y el crecimiento de las empresas, y es aquí donde la implementación de la inteligencia de negocios y el business intelligence juegan un papel fundamental.
Cristhian Quintero, CEO de Esuite, una plataforma especializada en la digitalización de pymes, destaca que “la inteligencia de negocios es una herramienta revolucionaria que, aprovechando el poder de los datos, tiene el potencial de transformar tanto pequeñas como grandes empresas. Aquellos que toman decisiones basadas en datos tienen un 30 % más de probabilidades de hacer crecer sus negocios de manera significativa”.
Según Quintero, la eficiencia operativa, la toma de decisiones informadas, la adaptabilidad, la optimización de recursos financieros y la mejora de la experiencia del cliente son solo algunos de los beneficios que las empresas, especialmente las tradicionales, pueden obtener al abrazar la transformación digital. Sin embargo, aunque los beneficios son evidentes, existen retos significativos que las empresas tradicionales deben afrontar al adentrarse en este proceso de digitalización.
Uno de los mayores retos para las empresas tradicionales es el cambio cultural y la resistencia al cambio. La digitalización implica una profunda transformación en los procesos, las herramientas y las formas de trabajo, lo cual puede generar resistencia entre los empleados. Para abordar este desafío, es fundamental que las empresas fomenten una comunicación efectiva, brinden formación adecuada y fomenten una mentalidad abierta hacia la tecnología. Una vez que los empleados experimentan los beneficios tangibles de la digitalización, es más probable que abracen el cambio de manera positiva.
Otro obstáculo común es la percepción de que la digitalización solo es accesible para grandes compañías con presupuestos abundantes. Sin embargo, es esencial brindar información sobre los beneficios a corto y mediano plazo que la transformación digital puede aportar, mejorando la eficiencia y competitividad de la empresa a largo plazo.
La selección e implementación de la tecnología adecuada también puede ser un desafío para las empresas tradicionales. Existen diversas soluciones tecnológicas en el mercado, y seleccionar la combinación correcta de software puede ser una tarea compleja. Es importante que las empresas evalúen sus necesidades y procesos específicos para identificar la herramienta que mejor se adapte a sus requerimientos.
Además, la integración de sistemas y datos representa un reto técnico, especialmente para aquellas empresas que han operado de manera manual o con sistemas heredados y fragmentados que no se comunican entre sí. La integración de nuevas soluciones digitales puede requerir cambios culturales y organizacionales importantes, pero es un paso necesario para lograr una transformación digital completa.
Por último, la capacitación y formación de los empleados es otro desafío que las empresas tradicionales deben enfrentar. La digitalización demanda contar con personal capacitado en habilidades técnicas y digitales actualizadas. Sin embargo, encontrar personal calificado puede ser difícil y costoso, por lo que es importante elegir software intuitivo y fácil de manejar para facilitar la adopción de las nuevas tecnologías.
La transformación digital es una necesidad imperante para las pequeñas y medianas empresas en la actualidad. Si bien enfrentan retos importantes al adentrarse en este proceso, el compromiso de los líderes de la organización, una planificación estratégica sólida y la adaptación continua a medida que evoluciona la tecnología, les permitirá alcanzar una transición exitosa hacia la digitalización.
La inteligencia de negocios y el business intelligence se presentan como herramientas clave para afrontar los desafíos económicos actuales y posicionar el crecimiento a largo plazo de estas empresas en el mercado actual y futuro. Sin contar que constituyen un gran paso a la hora de fortalecer el servicio al cliente.
La resistencia a la transformación digital puede tener consecuencias significativas para las pequeñas y medianas empresas que optan por mantenerse al margen de este proceso. En un entorno empresarial cada vez más competitivo y digitalizado, estas empresas corren el riesgo de quedarse rezagadas y perder su ventaja competitiva frente a aquellas que sí han abrazado la tecnología.
Las empresas que resisten la transformación digital pueden experimentar una disminución en la eficiencia y productividad. La automatización de procesos y el uso de herramientas digitales permiten agilizar las operaciones y reducir el tiempo dedicado a tareas manuales. Aquellas empresas que no adoptan estas soluciones pueden enfrentar mayores costos operativos y una menor capacidad para responder rápidamente a las demandas del mercado.