Más de seis décadas de sorpresas. En esa frase se puede resumir la trayectoria de Alquería, empresa del sector lácteo que ahora se convierte en la primera en esta rama, en obtener el sello de Empresa B, un movimiento global que involucra a las empresas que tienen éxito en el negocio, pero que además, van más allá e irrigan sus resultados en los empleados, en la comunidad y en la naturaleza.

En otras palabras, ser Empresa B, es el equivalente a ser un país acogido en la lista de integrantes de la Ocde, un club de buenas prácticas.

Pero, qué es lo que hace Alquería por los trabajadores y por la gente. Esta es la historia, contada de la mano de Carlos Enrique Cavelier Lozano, presidente de la compañía e hijo de uno de los fundadores.

El propósito de Alquería es nutrir el futuro de Colombia, transformando sueños en realidades.

SEMANA: ¿Cómo han utilizado la leche para volverse empresa B?

Carlos Enrique Cavelier: Desde hace 62 años, cuando nació la empresa, teníamos en la mira que ‘una botella de leche es una botella de salud’ (el lema original). Hoy tenemos el propósito de seguir nutriendo a Colombia en todos los procesos. Al decir nutriendo me refiero a temas más allá de la alimentación. Las compañías que se vuelven B no lo hacen por una decisión burocrática, sino por una vivencia que nos involucra cada vez más con la gente.

SEMANA: ¿Cuánto tiempo hace que están empeñados, haciendo las tareas necesarias para volverse B?

C.E.C: Duramos tres años en el proceso. Previamente, cuando obtuvimos la certificación de calidad Quality Chek, duramos siete años recomponiendo las plantas. Para obtener ahora la certificación como Empresa B, hay que lograr una afectación positiva en la comunidad, además de involucrar otros elementos de transparencia y cultura.

SEMANA: ¿Es algo así como entrar a la OCDE?

C.E.C: Exactamente. Son buenas prácticas de gerencia para el país.

SEMANA: ¿Qué tanto pesa el abordaje del tema social? porque, además, estamos viendo a las empresas -cada vez más- ponerse la camiseta, como lo hicieron para recibir la carga tributaria de la reforma que cursa en el Congreso.

C.E.C: Alquería, desde su nacimiento, ha cuidado a su gente. Pero la pandemia hizo que esa tarea se viera de forma más explícita. Tuvimos 1.000 personas afuera, 200 no volvieron al trabajo físico por comorbilidad o por haber sido afectados por la pandemia. A todas esas personas les pagamos sueldo.

Los trabajadores, desde hace 62 años reciben un litro de leche diario cuando son solteros. Cuando tienen hijos son tres litros diarios. Los recogen semanalmente.

SEMANA: ¿Cómo son los sueldos, los trabajadores tienen diferencias en las remuneraciones, en comparación con las otras empresas?

C.E.C: En materia de salarios somos parecidos a la generalidad de las empresas, pero si tenemos muchos componentes en calidad laboral. En las oficinas hay obreros flexibles, escogen su horario entre dos opciones: de 7 a.m. a 3 p.m. o de 9 a.m. a 5 p.m. Los viernes, a las 2 de la tarde cerramos oficinas. Hay transporte en las tres plantas que tenemos, para llevar y traer a los colaboradores. Eso ha sido así hace muchos años.

Más allá de esas condiciones, trabajamos con los que nos proveen el insumo, para mejorar su calidad de vida. Me refiero a los ganaderos, a los pequeños productores de leche, que son una parte vital de la cadena. Buscamos que tengan menores ingresos. Tenemos una cooperativa en Suesca que pasó de 400 litros a 4.000 litros en diez años. El incremento en los ingresos de los productores de leche fue de 900 % en términos brutos.

Les dimos el tanque de leche para el almacenamiento y las técnicas.

SEMANA: Suena interesante trabajar allá ¿Cuál es el número de empleos que generan?

C.E.C: En total, generamos entre 20.000 y 25.000 empleos, contando directos e indirectos, pues para la operación como tal son 4.500 (directos e indirectos), más 13.000 productores de leche con los que trabajamos.

SEMANA: Para la comunidad en general, ¿qué aporte realizan?

C.E.C: Tenemos un trabajo con los alimentos hace ya casi 20 años. Entregamos productos disponibles para la población vulnerable, principalmente a niños y ancianos en las ciudades. Hemos sido el principal donante industrial a bancos de alimentos en las últimas dos décadas.

Tenemos una fundación, era filantrópica, se encargaba de otorgar becas y aportes similares. La fuimos creciendo. Hemos logrado trabajar con 89 colegios en 28 municipios en el departamento de Cundinamarca, y ya empezamos a trabajar en Palmira, Villa Rica y Aguachica, otras zonas donde tenemos comunidades cercanas a nuestra operación.

SEMANA: En el camino para ser Empresa B tuvieron que revisar estatutos y redefinir negocios?

C.E.C.: Sí. Tenemos un mandato de cuidar a las comunidades y a la naturaleza de manera especial. Ese cambio se tuvo que introducir en los estatutos, como un requisito en la parte legal, pero lo crítico acá es lo que se hace en el día a día. La manera en que se traslada lo que está en el papel a la realidad.

En cuanto a los negocios, la redefinición implica que buscamos que haya cero reforestación, uno neutro de plástico, reducción en el uso de agua, lo que ha sido significativa en nuestra compañía, disminuir nuestro carbono, carbono neutro en 2025.

SEMANA: ¿De qué le sirve a Alquería ser Empresa B?

C.E.C: En unos años todas las empresas van a tener que ser B. Los bancos le van a prestar a menores tasas a las empresas que lo sean, por el impacto sobre el ambiente y la comunidad. Los inversionistas también preferirán poner su dinero en estas compañías. En nuestro caso, ya tenemos la experiencia con el Fondo Mesoamérica, dueño del 35 % de Alquería. Buscaba compañías como la nuestra para invertir, que generan rentabilidad, pero también tienen un propósito filantrópico muy fuerte en el proceso. En la obtención de la mano de obra también es clave: la gente quiere trabajar en compañías que tienen propósitos, no solo que ofrecen trabajar en ellas a cambio de un sueldo. El propósito que se tenga genera en el trabajador un sentido fuerte de aproximación a la compañía.

¿Qué significa ser Empresa B?

Ser una Empresa B significa ser parte de un movimiento global que busca redefinir el éxito en los negocios, incorporando métricas sociales y ambientales al mismo nivel de las económicas.

“Alquería, desde su experiencia, invita a todas las empresas del sector lácteo y de alimentos, a unirse a la comunidad de empresas que quieren redefinir el éxito en los negocios, incorporando mediciones ambientales y sociales en sus indicadores y que todas seamos Empresas B”.