La semana laboral media de Colombia es de 42 horas, aunque en algunos sectores como el agrícola, el ganadero o el forestal, las horas de trabajo tienen un aumento del 28 %. La cuestión es que muchos colombianos creen que esto es un mérito, lo que ha provocado la acuñación de un término nuevo dentro del ámbito de los adictos al trabajo: “mártires del trabajo”.
En el ámbito gerencial se tiene un imaginario: los mejores gerentes son aquellas personas que no pueden almorzar sin estar revisando el correo electrónico y presumen la cantidad de horas que trabajaron anoche o durante el fin de semana.
El problema recae en que el 60 % de los gerentes fracasa durante los primeros 24 meses, no porque trabajen menos, sino por su falta de entrenamiento. Por tal motivo, existe un método para tener éxito como gerente sin sacrificar la vida personal.
Pedro Luis Márquez, escritor colombiano del libro ‘Código gerencial del éxito’, realiza una hoja de ruta para que los gerentes de las compañías sean exitosos, construyan un legado como líder desde el primer día, viviendo una vida equilibrada y en bienestar.
“El éxito de una empresa es el éxito de su líder. Por eso ayudo a nuevos gerentes millennials en pequeñas y medianas empresas, y a nuevos emprendedores, en cualquier lugar que se encuentren y que están iniciando su carrera gerencial, a que sea exitosa, pero sin sacrificar su vida personal”, explicó Pedro Luis Márquez.
El escritor colombiano lo hace por medio de una metodología llamada ‘Ruta del éxito directivo’ y la resume en cinco pasos que van desde el autoconocimiento hasta la importancia de medirse:
1. Autoevaluación: hay que cuestionarse si de verdad se quiere ser gerente, si se tienen las habilidades para administrar a los empleados, cómo se visualiza y qué es en realidad lo que se quiere, así se tendrá una visión más certera del camino al que se enfrenta.
Además, es un momento de autorreflexión y de hacer un inventario personal, por lo que es importante responder las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que en realidad quiero? ¿Cuál es mi visión? ¿Cuál es mi propósito profesional y de vida? ¿En realidad quiero ser gerente? ¿Qué tengo?, y ¿qué quiero y qué me hace falta?
2. Proceso interno: es clave focalizarse, establecer metas inspiradoras y apuntar a lo más alto para ganar, aunque al principio se pueda fallar. También es importante establecer metas con propósito y ponerles un plazo para lograrlas; medir, comparar y corregir el rumbo; asumir la responsabilidad de todo; perseverar hasta lograrlo y vivir en un estado emocional adecuado.
3. El proceso externo: es necesario tener un entrenamiento en habilidades blandas en cuatro áreas de actuación como gerente. Es decir, entrenarse para ser un líder integral, comenzando por las habilidades propias, ya que ser líder implica tener confianza en sí mismo, mentalidad de crecimiento, inteligencia emocional, escucha activa, trabajo en equipo y disciplina.
También se debe tener en cuenta que no solo implica luchar por los logros laborales, sino combinarlos con la motivación propia y la del equipo, para alcanzar un equilibrio que lleve a grandes resultados.
4. Acompañamiento personalizado: ya que las necesidades de los líderes no son las mismas, se sugiere un desarrollo con acompañamiento “a la medida” de los atributos esperados de un gerente - líder, que permitirán ser un gran motivador, formador de equipos, líder, coach, catalizador para la innovación, gestor de crisis, transformador y mentor.
5. Medición: esto ayudará a comparar y definir el rumbo de lo que se busca como gerente.