La reforma tributaria de Gustavo Petro no deja de causar polémica y oposición en sectores sociales, económicos y políticos. De acuerdo con el texto y con los anuncios de José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, varios de estos puntos controversiales no son negociables y, si se llega a aprobar la iniciativa, serán un hecho.
Al revisar el texto del proyecto de reforma, varias organizaciones se han manifestado en contra de algunos artículos de la iniciativa por el impacto directo en sus actividades productivas. Hasta el momento, estos son los cinco sectores que podrían resultar muy perjudicados si se aprueba el ajuste tal y como está.
Las tiendas de barrio
Mucho se ha hablado sobre la propuesta del impuesto a las bebidas azucaradas y a los ultraprocesados, lo cual afectaría a los consumidores en situación de vulnerabilidad, quienes solo pueden tener acceso a ese tipo de alimentos.
Sin embargo, también se debe tener en cuenta el impacto que estos impuestos tendrían en la economía popular. La Federación Nacional de Comerciantes informó que las tiendas de barrio no han logrado llegar a los niveles de ventas que presentaron antes de la pandemia, teniendo en cuenta también el alza de los productos de la canasta familiar.
Justamente, los productos que incrementarían sus precios son aquellos que tienen más rotación y venta en las tiendas. Según Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, los nuevos impuestos podrían provocar que el 52 % de los tenderos cerrara, lo que equivale a aproximadamente 250.000 negocios.
Producción de alimentos
Es claro que, tanto como los tenderos, los productores de alimentos ultraprocesados y azucarados tendrán que replantear su modelo de negocio, casi que de la noche a la mañana.
Hasta el momento, al parecer, adaptarse sería la única salida para estas compañías. El ministro José Antonio Ocampo, en entrevista con SEMANA, convocó a las principales empresas de este tipo de productos para que cambien su oferta.
“Ese es un tema que veremos si se da en la práctica. Pero creo que hay que trabajar con las empresas. O sea, con Coca-Cola, Postobón y Nutresa, por ejemplo, para que cambien su oferta de productos y puedan ofrecerlos al mismo precio, si se quiere, pero con sellos de etiquetado. Que sean de buena calidad en términos de salud pública”, invitó el funcionario de Petro.
El sector hotelero
El sector hotelero y turístico, el cual apenas se recupera de los estragos causados por el confinamiento a raíz del covid-19, también sería perjudicado por la aprobación de la reforma tributaria.
El texto propone derogar los numerales 3, 4 y 5 del artículo 207-2 del Estatuto Tributario. De esta forma, se les retirarían importantes exenciones tributarias a hoteles recientes, remodelados y aquellos que ofrezcan experiencias de ecoturismo certificadas por el Ministerio del Medio Ambiente.
A pesar de que se mantendrían las tarifas diferenciales para quienes ya están cobijados, la reforma tributaria también preocupa por el alza de precios que deberían enfrentar los colombianos cuando se vayan de vacaciones por el país.
La exención al IVA a los servicios de alojamiento y hospedaje podría acabarse, lo cual significaría un incremento de precios del 19 %.
Los cafeteros
Entre las derogatorias en el texto de la reforma tributaria, llamó la atención que se descartara el artículo 66-1 del Estatuto Tributario, el cual podría significar un incremento de los costos de producción del café.
El artículo que se derogaría estipula que, para determinar el costo en los cultivos de café, se presume que el 40 % del valor del ingreso gravado en cabeza del productor corresponde a los costos y deducciones inherentes a la mano de obra.
Quitar la deducción del 40 % de los costos de mano de obra significaría que la arroba de café pase de los $ 250.000 a $ 300.000, aumentando también el precio del consumidor final.
Vivienda
Un impuesto propuesto en la reforma golpearía directamente a familias colombianas que tienen una segunda vivienda o que piensan invertir comprando una propiedad para vivir de su arriendo.
Al vender un segundo inmueble, el impuesto de ganancias ocasionales, el cual es el monto recibido que excede el avalúo catastral, dejaría de ser 10 % fijo a llegar hasta el 37 %.
Esto encarecería los precios de la vivienda y desincentivaría la venta de las mismas, especialmente en regiones con grandes diferencias entre precio comercial y avalúo catastral. La Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas) pide hablar con el Gobierno para acordar una carga impositiva distinta.