El avance de la era digital en el mundo promovió a su vez un incrementó en los diferentes tipos de transacciones financieras, bien sea para realizar el pago de un servicio, enviar dinero, recibir el desembolso de un préstamo o comprar un producto en internet.
Es inevitable que el dinero se esté moviendo constantemente en estos espacios. Y si bien esto es algo positivo en materia de inclusión, también significó un aumentó en los casos de ciberfraudes financieros.
De acuerdo al informe Tendencias Globales de Fraude Digital elaborado por TransUnion, los casos de intentos de fraude digital crecieron un 52% a nivel mundial y un 134% en Colombia, lo que significó que tres de cada diez colombianos estuvieron expuestos a estos tipos de delitos.
Cabe señalar, que en el mismo reporte también se encontró que luego del fraude de envío, el robo de identidad comercial y el phishing, fueron amenazas cada vez más frecuentes en los espacios digitales, puesto que tuvieron un aumento del 780,5%, 113,8% y 104,8% en el 2021 en comparación con los resultados del 2020.
Aunque actualmente ya varias entidades han señalado que la inversión en ciberseguridad y lucha contra delitos de este tipo ha sido cada año más alta, los desafíos no dejan de ser menores, puesto que las modalidades de los cibercriminales constantemente se están modificando.
En ese sentido, para el experto en tecnología Santiago Etchegoyen, quien es el CTO y uno de los cofundadores de uFlow, empresa que desarrolló un motor de decisiones No-Code basado en tecnologías Cloud e Inteligencia Artificial con la que se están llevando adelante diferentes proyectos junto a diferentes entidades para disminuir los índices de fraude financiero, esta problemática se podría llegar a resolver con data, analítica y modelos de Open Finance.
“La lucha que se realiza contra el fraude se ha convertido en uno de los retos más grandes a los que deben enfrentarse los bancos digitales, incluso, se calcula que más de uno de cada cuatro ciberataques van dirigidos hacia entidades financieras. En ese sentido, entre más abiertos estén los datos a través de modelos como el Open Finance, más fácil podrá crearse e identificar a partir de algoritmos, casos sospechosos de ciberfraudes financieros”, afirmó Etchegoyen.
Lo cierto, es que ya se ha comprobado que tecnologías como el Big Data, contribuyen a detectar movimientos sospechosos y aplicar intervenciones específicas para evitar fraudes en los bancos digitales. Sin embargo, debido a la evolución constante de este tipo de delitos, también se debería tener en cuenta aplicar múltiples capas de seguridad para la autenticación de los usuarios.
Sin embargo, Etchegoyen opina que el Open Finance es una gran oportunidad para mejorar y optimizar la lucha contra el fraude financiero, ya que a partir de los principios de transparencia de información, diferentes entidades como administradores de fondos de ahorro, fondos de inversión, burós de crédito, casas de bolsa y fintech, podrían compartirse los datos de los usuarios para evitar que se cometan este tipo de delitos y que tanto las entidades como las personas no lleguen a ser víctimas y pierdan cuantiosas sumas de dinero.
De acuerdo con la Superfinanciera, en el 2020, año en el que aumentaron las transacciones por internet, se evidenció un incrementó del 10,7% de fraude en canales digitales, lo que ocasionó una pérdida cercana a los $3.500 billones solo por internet y más de $179,3 billones, por medio del celular.
Por lo tanto, entendiendo que el sector financiero es uno de los sectores que mayor cantidad de datos produce en tiempo real, es hora, de sacar provecho de ellos, ya que la gestión adecuada de los mismos les permitirá a las entidades operar de una manera segura y mejorar la experiencia de las personas.