Según cifras de febrero de este año, tres de cada 10 empleados no quiere volver a la presencialidad, por lo que los expertos temen un fenómeno como el ocurrido en Estados Unidos en el 2021, denominado “La gran renuncia”, en la que más de 4.5 millones de norteamericanos dejaron voluntariamente sus empleos. Si bien las cifras de desempleo han mejorado con respecto al año 2020, este tema ha preocupado a los especialistas en recursos humanos.
Para diciembre de 2021, la tasa de desempleo del total nacional fue de 11,0 %, lo que significó una disminución de 2,4 puntos porcentuales (p.p) con respecto al mismo mes de 2020, cuando se ubicó en 13,4 %, pero se mantuvo en niveles superiores al de octubre de 2019 (prepandemia), en 1,5 p.p por encima de la tasa de 2019 (9,5 %). Al analizar los indicadores principales de tasas, para Colombia en 2021, se evidencia una reducción en la tasa de desempleo con respecto a 2020 al pasar de 15,9 % a 13,7 %. Sin embargo, el valor sigue siendo superior a lo observado en 2019 cuando fue de 10,5 %.
La formación empresarial permite el desarrollo de los colaboradores a nivel individual, esto se traduce, en que sean personas más integradas a la labor, con mayor sentido de pertenencia corporativa y mucho más productivas durante su jornada laboral.
Entendiéndose como productividad la efectividad en la utilización de la horas dedicadas a la ejecución de las actividades o funciones laborales de manera que el trabajador pueda distribuir adecuadamente sus 24 horas del día en trabajo efectivo, horas para descansar y horas para dedicarse a lo que lo hace realmente feliz como su familia o hobbies.
Para lograr este importante equilibrio es imprescindible invertir en capacitaciones para ellos, que fortalezcan primero que todo el ser, las habilidades corporativas, claves y transversales, la capacidad de relacionamiento entre compañeros de trabajo en todos los niveles de responsabilidad y vías de comunicación.
Por lo anterior, la experta Claudia Milena Manjarrez, directora ejecutiva de la corporación CICCE nos brinda algunas recomendaciones para mejorar la productividad y por ende el ambiente laboral en las compañías, minimizando de esta manera la deserción laboral de muchas personas:
Invertir en nuevas tecnologías, al tener un mayor conocimiento en programas tecnológicos, se traduce en un menor tiempo al desarrollar ciertas tareas, siendo mucho más efectivos en el cumplimiento de metas e incrementando la productividad laboral en las compañías.
Aprendizaje de idiomas, lo anterior, para ser compañías más globales, más competitivas, en aras de buscar una internacionalización y un relacionamiento con clientes de otros países. Además, esto influye en el sentido de pertenencia de los colaboradores, pues la compañía está invirtiendo en el avance de las habilidades individuales de cada uno, mejorando su hoja de vida.
Gestión empresarial y por competencias, para fortalecer la compañía, a partir de las habilidades y competencias de sus colaboradores para cada uno de los cargos, especialmente en aquellas áreas técnicas donde puedan existir riesgos asociados a la salud y a la empresa como por ejemplo manejo de químicos bajo el marco SGA, transporte de mercancías peligrosas, manejo de sustancias peligrosas, manejo integrado de residuos bajo el estructuración del PGIRS
Formación en liderazgo, para aquellos colaboradores que están a cargo de personal, deben fortalecer aspectos como habilidades gerenciales, gestión del conocimiento, modelo Tuckman (rendimiento de los equipos a partir de las competencias individuales), planeación estratégica, gestión del tiempo, comunicación asertiva, entre otros importantes temas.
Formación del desarrollo humano. Esta área es fundamental para todos los colaboradores de la compañía, es transversal para todos los seres humanos, para fortalecer el autoestima, la inteligencia emocional, análisis y comprensión lectora, servicio al cliente, fidelización de clientes internos y externos, finanzas personales, liderazgo personal, gestión del tiempo, trabajo en equipo, negociación, motivación, resiliencia, metodologías de trabajo, relaciones humanas, herramientas de office y manejo de habilidades blandas, entre otras, contribuyen a un mejoramiento en el ámbito personal y grupal dentro de las compañías.
*Claudia Milena Manjarrez, directora ejecutiva de la corporación CICCE.