El uso de nuevas tecnologías en el hogar está cada vez más presente y por tal motivo cada vez se está más expuesto a ataques cibernéticos y hackers que buscan vulnerar la privacidad de la gente y las empresas por medio de los equipos de seguridad.
De acuerdo con cifras de la Fiscalía General de la Nación, en Colombia, en 2021 creció en un 30 % el número de ataques cibernéticos, comparado con el año anterior. Es por eso que no se puede bajar la guardia y dejar expuesta cualquier información sensible para el hogar o la empresa.
Para citar algunos ejemplos de lo que podría pasar si se descuida la seguridad, está el de Angela Cuniberti, una residente de la ciudad de Saint Charles (Misuri, EE. UU.), quien tuvo el mayor susto de su vida cuando el dispositivo que utiliza para vigilar a sus mascotas le comenzó a hablar con una voz masculina.
“Hola, hermosa”, fueron las palabras que salieron del aparato, lo que le llamó la atención y de inmediato se puso en contacto con las autoridades y con los fabricantes del artefacto.
El hombre no identificado logró hackear el dispositivo llamado Furbo y pudo espiar a la mujer, quien al escuchar la voz pensó que era un defecto o que alguien se había entrado a su residencia, además sus perros comenzaron a ladrar alterados, pero luego se dio cuenta de que el sonido salía del aparato que ella ha usado durante varios años, pero nunca había presentado una problema de esta magnitud.
Es por esto que empresas como EZVIZ Colombia recomiendan cinco formas para proteger la información de los sistemas de seguridad, no solo en la vivienda, sino de las compañías.
La primera es monitorear la actividad de mensajes sospechosos, ya que ignorar la actividad de los correos es una falla común en muchas personas, incluso en las empresas. Los correos electrónicos son uno de los puntos más débiles y blancos fáciles, pues a través de ellos se pueden introducir fácilmente las amenazas a la seguridad de los equipos. Es importante evitar hacer clic en enlaces en correos electrónicos promocionales, abrir archivos adjuntos sospechosos o ejecutar actualizaciones de aplicaciones solicitadas por el mismo.
Felipe Hernández, gerente de Producto de EZVIZ Colombia, argumenta: “El primer indicio de un ciberataque es cuando el agresor extorsiona a sus víctimas con no compartir su información. Necesariamente, para que haya alguna infiltración e intento de hackeo, la persona debe tener las credenciales de acceso a la cuenta y de la cámara, sin esta información no tendríamos problemas a futuro, por eso el primer paso es protegerlas”.
También recomiendan identificar los códigos maliciosos o malwares que generalmente se esconden en formatos comunes de archivo, como PDF, html, GIF o Zip. Incluso aseguran que una buena práctica consiste en escoger un antivirus capaz de detectar y eliminar cualquier posible ataque de un virus informático.
Otra recomendación es no compartir las contraseñas, ya que al hacerlo se está poniendo información personal en manos de alguien más. De igual forma, aconsejan usar contraseñas seguras, que los hackers no descifren fácilmente. Lo ideal es que las contraseñas cuenten con 16 a 20 caracteres, combinando números y letras mayúsculas, minúsculas y símbolos.
“Es bueno que periódicamente se estén cambiando sus contraseñas de seguridad a su red doméstica y corporativa. No compartir este tipo de información con desconocidos. Mantener una conexión segura a internet. Al igual que con el dispositivo, la red de internet donde se va a conectar la cámara debe contar con buena protección. Para estos dispositivos se sugiere cambiar la contraseña que viene directamente con el fabricante” asegura Hernández.
Por último, indican que, aunque sea molesta, es esencial tener un proceso de autentificación en dos pasos. Esta opción para algunos usuarios puede resultar incomoda porque implica un paso adicional. Pero, al igual que las contraseñas, proporciona una capa más para proteger sus datos.