Es claro y contundente que, en Colombia, en el mercado laboral, las cosas andan muy mal, como lo señaló Santiago Levy, economista mexicano, exvicepresidente de sectores y conocimiento, del Banco Interamericano de Desarrollo, al momento de presentar el informe con las conclusiones de los investigadores que hicieron parte de la Misión del Empleo.
Los diagnósticos en empleo en Colombia están hechos. La tasa de desocupación termina pasando a un segundo plano, si se tienen en cuenta problemas como la informalidad laboral, la inexistencia de una protección social apropiada, y la escasez de productividad de la mayoría de las empresas: hay más de 7 millones de compañías, desde grandes hasta pequeñas, mientras el desempleo no baja de dos dígitos y la informalidad laboral sobrepasa el 60 %.
Las recomendaciones de los integrantes de la Misión del Empleo han causado polémica en el país. Unos sienten que es mas de lo mismo; otros ven algunas propuestas como algo injusto, como es el caso de la que se refiere a la inconveniencia de seguir equiparando la calidad en la prestación de los servicios de la salud contributiva con la subsidiada.
Para resolver algunos de esos cuestionamientos, SEMANA entrevistó a Santiago Levy, el líder internacional de la Misión del Empleo.
SEMANA. ¿Cómo abordar el problema de tener en Colombia un número tan alto de empresas y poco empleo y productividad?
Santiago Levy. En primer lugar quiero enfatizar en que los números en el reporte presentado son aproximados, porque las bases de datos en Colombia no son exactas y hay ciertas inconsistencias. Pero lo que sin duda es cierto es que la inmensa mayoría de empresas son muy chiquitas y son informales.
Cuando digo muy chiquitas me requiero a que tienen solo una, dos o tres personas.
Muchas empresas son familiares, es decir, trabaja el padre con el hijo o algún primo.
No hay una clara situación de dependencia laboral. El número de trabajadores se mueve con base en las circunstancias que se presenten. Es así como, si las cosas van bien llaman a otro primo, si dejan de ir bien, el invitado deja de trabajar.
Hay millones de esas empresas. Entre esas empresas y los que trabajan solitos (los independientes) está el 60 % de la fuerza de trabajo en Colombia. El interrogante que hay que resolver es ¿por qué mucha de esa gente no trabaja en empresas más grandes?, ¿por qué empresas de tamaño intermedio, de 15 a 20 trabajadores, no emplean a más gente?.
La razón está en las regulaciones laborales relacionadas con el salario mínimo y otros puntos que hacen que los costos de contratar a trabajadores estén un 50 % por encima de lo que se requiere para pagar el salario. Entre contribuciones a la salud, a las cajas de compensación familiar, a la pensión, entre otros, hacen muy difícil que empresas de tamaño mediano contraten a trabajadores, porque es algo que resulta muy caro.
SEMANA. Ahí es donde empiezan su propio negocio, su empresa, que no sobrevive más allá de cinco años...
S.L. Si. Hay investigadores colombianos han encontrado que esas empresas tienen una alta tasa de ‘mortalidad’. Se crean y a los pocos años cierran. Tal vez porque se casó la hija que trabaja en la empresa o les fue mal y quebró. A lo mejor cambiaron de ciudad.
Todo eso genera una gran rotación de los trabajadores, que van y vienen; entran en trabajos muy precarios y en ese círculo se mueven sin poder salir.
SEMANA. Esa informalidad es la que descompensa la productividad (siempre resulta ser muy baja o negativa) y que además se utiliza para incrementar el salario mínimo. ¿Cómo salir de ese circulo vicioso?
S.L. Todo este conjunto de leyes y regulaciones hace que las empresas que tienen potencial no puedan crecer. Es claro que ellas crezcan, muchos acaban haciendo su propia microempresa o trabajando por cuenta propia. Estas empresas son poco productivas, no tienen acceso a crédito; los trabajadores no tienen habilidades porque están rotando a cada rato. Entonces, no se puede aumentar la productividad en Colombia. Mientras más empresas informales haya la productividad carga hacia abajo.
En el fondo, es que todos esos componentes juntos hacen que sea muy caro contratar y a las empresas les cueste mucho crecer.
Si suponemos que hay una empresa de cinco trabajadores y todos son formales, y le va bien. Entonces intenta contratar a cinco trabajadores más, sin embargo, antes de contratarlos el empleador lo piensa dos veces, pues en caso de que algo resulte más y se vea abocado a despedirlos, le saldrá muy costoso.
En general, para resolver el dilema, la empresa pone en la balanza las alternativas: ‘si los contratamos y en dos años las cosas no funcionan, no nos podemos quedar con esa carga laboral, cinco personas en la nómina que no podemos despedir si así se necesita es algo costoso’. Como hay incertidumbre sobre el futuro, la decisión suele ser no contratarlos. Los empleadores eligen subcontratar o buscar servicios independientes.
SEMANA. ¿Cuál es la salida, cómo funciona donde hay un mercado laboral eficiente?
S.L. Hay que pensar en dos dimensiones al mismo tiempo, pensar en regulaciones laborales y de seguridad social que si protejan a los trabajadores: que les den pensiones, salud, ingresos buenos; pero al mismo tiempo, regulaciones que le permitan a las empresas crecer. Ese equilibrio no se ha logrado en Colombia.
En Estados Unidos, una persona cuando es despedida, simplemente le dan un seguro de desempleo. Toda esta regulación que acá está en el Código Sustantivo del Trabajo, no existe en esos países.
SEMANA. ¿Quién debe manejar el seguro de desempleo para que funcione adecuadamente?
S.L. En esos países, el seguro de desempleo se gestiona a través del Estado pero lo pagan las empresas.
SEMANA. Acá el papel lo tienen las Cajas de Compensación, que son criticadas en el informe.
S.L. Porque lo que destinan al seguro de desempleo es muy poco dinero. En la mayor parte de los países los seguros de desempleo más o menos necesitan el 3 % del valor de la nómina.
SEMANA. La igualación entre los derechos en la calidad del servicio de los regímenes de salud contributivo y subsidiado. ¿Cómo es la propuesta para que ese camino tomado en Colombia después de muchos años de insistencia no incentiven la informalidad?
S.L. Colombia tiene los mismos beneficios médicos en ambos regímenes de salud: contributivo y subsidiado. Desde el punto de vista de la salud es magnífico, es algo que no debe echarse atrás. Lo que decimos en la Misión del Empleo es ¿por qué en unos casos se financia con cargo a la nómina y en otros con cargo al presupuesto.
Lo ideal sería que todos se financien como derecho social, con el presupuesto general para evitar esas discriminaciones. Si un niño hijo de un trabajador independiente, al igual que el de un trabajador formal va a la escuela pública y el costo lo asume el Estado; por qué no también se hace igual con la salud.
SEMANA. El informe dice que hay que hacer cambios pero no borrón y cuenta nueva. ¿Cómo es eso si nada funciona?
En el contexto actual, la inmensa mayoría de las empresas colombianas salen perdiendo y la inmensa mayoría de trabajadores también. El país sale perdiendo también porque no crece rápidamente como podría hacerlo. No tiene sentido.