El ‘síndrome del quemado’ o ‘síndrome de Burnout’ hace referencia a un estado de agotamiento físico, metal y/o emocional que experimenta un trabajador, derivado de sus obligaciones laborales, que si no es atendido a tiempo puede derivar en afectaciones; no sólo para la salud del empleado, sino también para el funcionamiento de las empresas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce esta condición como enfermedad laboral, que puede conducir al estrés crónico o insatisfacción laboral, donde las primeras señales de alerta se manifiestan con el cansancio progresivo o sentimientos de falta de energía, sensación de ineficacia, dificultad para concentrarse, ansiedad, aumento en los errores; e inclusive, menor compromiso con las actividades propias del trabajo y de su entorno laboral.
También este síndrome puede manifestarse a nivel físico, donde algunos de sus síntomas pueden ser: jaquecas, aumento de la presión, taquicardia, diarrea o estreñimiento, insomnio, tartamudeo, sudoración, tics nerviosos, presión de dietes y mandíbulas, entre otros. En el caso de las mujeres, además de lo anterior, puede alterar el ciclo menstrual.
¿Y cómo esto está afectando a los trabajadores colombianos?. Según un estudio de gestión del cambio de la firma Change Américas, que consultó con colaboradores de más de 500 empresas del país, puso en evidencia cómo esta situación está impactando en la salud ocupacional de los empleados, pero también está teniendo incidencia en la productividad de las empresas.
De acuerdo con la información suministrada, alrededor del 60% de los trabajadores en Colombia terminarán este año con síntomas del ‘síndrome del quemado’ o ‘síndrome de Burnout’. Así mismo, se señala que de los empleados que lo están experimentando, sólo uno de cada 10 están llevando (o piensan hacerlo) un proceso de acompañamiento psicológico; mientras que sólo 4 de cada 10 empresas tienen estrategias orientadas a mitigar esta enfermedad.
“En esta época del año es muy común que se hagan más evidentes las señales del burnout en los empleados, y es una situación que puede influir en muchos aspectos negativos en la organización, pues el nivel de compromiso de los empleados no es el mismo, no tienen el mismo entusiasmo de trabajar en la compañía ni desempeñan su labor satisfechos, lo que impactará en la productividad”, explicó Catalina Pinzón, Gerente de Desarrollo Organizacional de Change Américas.
El estudio también revela que la edad más común en que se presentan los casos de burnout es en empleados entre los 25 a 40 años. Al igual que destaca que las principales causas son la ansiedad por no cumplir las metas, estrés por altas concentraciones de trabajo, depresión por insatisfacción con el salario o el tipo de empleo, y factores personales que influyen en el campo laboral.
“Las organizaciones deben implementar estrategias que mitiguen este tipo de enfermedades, y pueden hacerlo mejorando la comunicación, el liderazgo e impulsando la transformación organizacional; como también la manera en que se lideran los procesos y cómo se afrontan las situaciones dentro de la organización”, dijo Pinzón.
El análisis también reveló que las mujeres padecen hasta en un 10% más este síndrome, en comparación con los hombres, siendo la principal razón la suma del estrés laboral con actividades del hogar como velar por el cuidado de los hijos o mantener el orden en casa.
¿Cómo actuar ante el síndrome del quemado?
La multinacional española del sector asegurador, Mapfre, señala que una persona afectada por el síndrome de Burnout, debe tomar conciencia de su situación y reconocer que no se encuentra en las condiciones necesarias para seguir llevando a cabo adecuadamente las tareas asignadas a su puesto de trabajo.
Por ello, recomienda no excederse en el ritmo de trabajo, respetar las pausas para los descansos y la comida. Al igual que es necesario aprender a establecer límites ante situaciones en las que haya un exceso de tareas, un escaso margen de tiempo para llevarlas a cabo o deficiencias en los medios al alcance.
En esa línea, indica la empresa que es importante cultivar un buen ambiente de equipo entre los compañeros de trabajo, promoviendo la colaboración y una mejora en el clima laboral; como también, separar el ámbito laboral del personal, aprendiendo a desconectar al finalizar la jornada laboral.
Otros elementos a tener en cuenta es que la persona afectada debe buscar apoyo familiar y social, y que si con estas medidas no es suficiente para mejorar o superar la situación, es imprescindible buscar la ayuda profesional de un psicólogo.