Alsec es una compañía cuyo propósito es producir y desarrollar ingredientes para combatir problemas de salud, como la obesidad o el cáncer. Pero no solo eso. También fabrican alimentos para los astronautas de la Nasa en sus viajes espaciales y, además, convierten los desperdicios en soluciones contra el hambre. “A través de la ciencia, la tecnología y la innovación, desarrollamos esos nuevos ingredientes para beneficio de la sociedad y del planeta entero”, explica Mauricio Vargas, CEO de la empresa.
El mejor ejemplo lo pone con un alimento tradicional del desayuno de los colombianos: el queso. “Cuando se saca el quesito, queda algo que se llama el suero. El suero es un producto altamente contaminante. Un litro de suero contamina 1.000 litros de agua. Una de las innovaciones que hoy tenemos es que podemos tomar ese subproducto de la industria láctea y convertirlo en proteínas, que están disponibles para combatir el hambre en Colombia y en el mundo”, señala. Lo hacen con nanotecnología, microencapsulación y modelación molecular, aplicando las mejores experiencias en investigación y desarrollo.
Asimismo, cuentan con otro tipo de innovaciones, como el yogur o la cerveza en polvo.
¿Qué los impulsa a innovar? “La innovación es un commodity”, dice Vargas. “La humanidad siempre ha innovado: la rueda, la máquina de vapor, el manejo del uranio, la energía eléctrica, incluso, el desarrollo de armas. Y si la innovación es un commodity, entonces, ¿qué es lo importante? Conectarla con un propósito superior, y ahí es donde cambia totalmente el chip. En Alsec innovamos con propósito”, sentencia Vargas.
Y explica que buscan conectar “los dones de las personas” con una gran problemática mundial por medio de una solución que debe tener ciencia, tecnología e innovación. Con esta metodología, y aun siendo una pyme, Alsec ha logrado posicionarse como una de las empresas habituales de este ranking de innovación.
Frente a una coyuntura compleja por la desaceleración económica, Vargas advierte que cuanto más difícil el terreno, “mejor tienen que ser las llantas. Si hay dificultades económicas, si el mundo se encuentra en recesión, pues debe acelerar el proceso e innovar más. Si todos los empresarios se dieran cuenta de que la innovación permite que los márgenes sean mayores, que la vida sea mejor y que les da un escudo ante la competencia, nadie lo dudaría. Lo que pasa es que creemos que para innovar necesitamos grandes recursos, pero lo que necesitamos es crear”, puntualiza Vargas.
Detrás de los fabricantes
Alsec no comercializa sus desarrollos directamente, sino a través de sus 700 clientes. “Estamos detrás de las marcas que venden los productos finales. Así nuestro huevo o yogurt en polvo o nuestras proteínas lácteas en polvo sirven para el desarrollo del alimento final, siempre bajo la premisa que sea altamente nutritivo, natural y, por supuesto, que impacte de una manera positiva en el sistema de alimentación nacional y global”, dice su CEO y fundador.
En esta empresa están convencidos de que no hay mejor forma de vivir que haciendo algo que valga la pena, que sirva para co-crear un mundo mejor y “esa una oportunidad que tenemos todos, porque todos podemos innovar, todos podemos emprender”, insiste Vargas.
Frente al estereotipo de que en Colombia no hay innovación o que las innovaciones nacionales están muy limitadas, este empresario responde que es un proceso que no empieza con en el tener laboratorios, softwares especializados, edificios o un gran equipo con PhD. “Para innovar se empieza en el ser. ¿Cómo eres desde tu interior innovador? y las personas que son innovadoras tienen una energía creadora, se conectan con su interior y saben que es posible hacer todo lo que se les ocurra y ahí es donde empieza la innovación”