El paro nacional llegó a su día número 13 desde el pasado 28 de abril. Pese a la alarma por el desabastecimiento de alimentos en las ciudades capitales, los corredores humanitarios habilitados en las diferentes regiones, en los últimos días, han dado seguridad alimentaria a los territorios.
Desde el viernes anterior, por cuenta del trabajo interinstitucional, el flujo de vehículos de carga a la Corporación de Abastos de Bogotá tuvo un aumento, lo que permitió tener la mayoría de alimentos disponibles para los capitalinos, aunque con un aumento de precios originado por el efecto oferta-demanda.
Este lunes llegaron a la central 993 vehículos, con un abastecimiento promedio de 7.844 toneladas. Y durante el fin de semana, el promedio por día de ingreso de vehículos fue de 737, lo que aseguró un tonelaje de 5.463 toneladas entre sábado y domingo, unas cifras similares a la carga que llegó el pasado miércoles 5 de mayo.
“Corabastos ha logrado un abastecimiento del 70 % de su capacidad receptora como efecto del desbloqueo de algunas vías, gracias a la gestión del Ministerio de Agricultura, el gobernador de Cundinamarca y la alcaldesa mayor de Bogotá, trabajo interinstitucional que nos permite avanzar hacia la normalización de la oferta y la estabilidad en el precio de los alimentos, pero requerimos que se mantenga el paso de camioneros con alimentos hasta lograr el normal abastecimiento”, destacó la central en un comunicado.
A su vez, Corabastos hizo un llamado en pro del abastecimiento de las regiones: “Decimos sí al abastecimiento seguro, nuestros comerciantes continúan comprometidos con la seguridad alimentaria del país y por eso están en contra de la especulación de precios”, refiriéndose al alza que han tenido algunos alimentos de los cuales sí hay oferta en este momento y han podido llegar a los hogares.
Ante la situación que sigue viviendo el país y el continuo bloqueo de vías desde los principales departamentos productores, la central de abastos hizo un llamado para que se mantengan las garantías de abastecimiento en el país y que los consumidores puedan acceder a precios moderados.
“Invitamos a los organizadores del paro a fortalecer los corredores humanitarios para el tránsito de alimentos, con el fin de evitar que los campesinos pierdan sus cosechas y los consumidores tengan permanente abastecimiento de productos, a precios favorables, al presupuesto de sus hogares; contribuyamos con la seguridad alimentaria de los colombianos”, precisaron.
En cuanto a los precios, por ejemplo, la papa común proveniente de Cundinamarca y Boyacá, que el viernes pasado alcanzó un precio de $110.000, el fin de semana bajó a $85.000 el bulto de 50 kilos, lo que ya debe verse reflejado en el precio al consumidor.
Entre tanto, las cebolla tanto cabezona como junca registraron la misma tendencia. Según la información suministrada por Corabastos, hay productos que mantienen niveles de ingreso bajos en el mercado y, por lo tanto, conservan precios altos. Este es el caso de la carne, el plátano, el limón, el lulo, la maracuyá, la zanahoria, la piña, la remolacha, la guayaba y la arracacha.
De acuerdo con las estadísticas de la central, “el limón, el lulo, la yuca y la carne son los cuatro productos más costosos” hasta este lunes 10 de mayo.
Entre lo que se mantiene con un precio estable en la central de abastos se destaca el maíz amarillo, el maíz blanco trillado, la arveja verde seca importada, el fríjol bolón, el fríjol rojo, el garbanzo importado y la lenteja importada.
Pese a esto, en las últimas horas la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez reportó que cinco centrales de abastos están registrando una alta escasez de alimentos. Entre ellas están Cavasa, en Cali, una de las ciudades más golpeadas por el vandalismo en el país. También Mercar de Pereira y Surabastos, en Neiva. Cabe recordar que la central de abastos de la capital del Huila reúne los principales alimentos que se distribuyen en gran parte del sur del país.