Desde que arrancó operaciones, Central Cervecera se ha propuesto transformar el mercado cervecero colombiano. Con una inversión inicial de más de 500 millones de dólares en su planta en Sesquilé (Cundinamarca), le ha apostado a la innovación y al compromiso con la sostenibilidad.
Allí tiene la capacidad de producir hasta 60.000 cervezas por hora, alcanzando una producción anual de 4 millones de hectolitros. La planta no solo sobresale por la calidad de sus productos, sino también por sus prácticas sostenibles. Entre sus recientes innovaciones, se incluye la instalación de más de 7.700 paneles solares que cubren entre 25% y 30% de su demanda eléctrica.
Como principio, esta empresa quiere tener la capacidad de aprovechar y utilizar cada uno de sus insumos de la manera más eficiente. Por eso, además de la energía, el CO2 que se produce durante el proceso de fermentación de la malta es purificado de un mínimo de 95% a un 99% para la finalización del proceso cervecero. Es decir que, en vez de utilizar más de este gas, la fábrica logra minimizar emisiones y aprovechar el residuo de un proceso natural.
Así mismo, con el propósito de gestionar de manera eficiente los recursos hídricos, dentro del modelo de producción se manejan dos puntos de tratamiento. El primero, que purifica el agua potable de cualquier sustancia que pueda modificar el sabor del producto, y el segundo, en donde se realiza la limpieza del agua usada y las aguas residuales para que pueda ser devuelto de forma segura al medio ambiente.
Un cambio en el mercado
La entrada de Central Cervecera ha marcado un cambio importante en un mercado históricamente monopolizado en Colombia. El principio de “competencia sana”, como lo define el gerente general de la compañía Felipe Mejía Posada, ha incrementado la oferta de productos y elevado las expectativas tanto para los consumidores como para los tenderos. Desde que abrieron sus puertas, la industria cervecera nacional ha crecido de 25,5 millones de hectolitros en 2019 a 30.2 millones en la actualidad, con un aumento del 30% en el número de marcas. Esto ha impulsado el consumo per cápita a casi 60 litros al año, consolidando a Colombia como el tercer mayor consumidor de cerveza en Latinoamérica, detrás de México y Brasil.
Este dinamismo también se refleja en el ámbito fiscal. Desde el inicio de operaciones de Central Cervecera, el recaudo de impuestos por consumo de cerveza en Cundinamarca ha crecido cerca de un 95%, destacando la contribución de la compañía a la economía local y nacional. La categoría de cerveza ahora representa el 25% de los ingresos de una tienda tradicional, un aumento significativo desde el 19% en 2019.
Inclusión y empleo
La planta no solo ha tenido un impacto positivo en términos económicos, sino que también se destaca por su compromiso con la inclusión. En la actualidad, Central Cervecera genera más de 170 empleos directos y más de 400 indirectos en la región. Además, la planta está diseñada para ser operada tanto por hombres como por mujeres; ellas ocupan el 30% del nivel operativo.
Tatiana Carpintero, trabajadora de la fábrica de Central Cervecera desde 2016 compartió su experiencia. “Yo ingresé a la fábrica cuando comenzaron las primeras operaciones. Llegué recién graduada del colegio, al igual que varios compañeros, y de la mano de Central Cervecera y del SENA nos formamos para ser operarios”. Tatiana explica que incluso, a partir del compromiso y desempeño que cada uno tuviera, algunos fueron seleccionados para viajar hasta Santiago de Chile, de donde es el segundo mayor accionista de la empresa, para especializarse en el proceso de la cerveza.
“Como mujeres, vemos cómo este espacio está diseñado para que ambos hombres y mujeres la operen. La maquinaria fue pensada para que, en términos de tamaño y peso, nosotras también podamos manejarla. Te empodera, porque este tipo de trabajos usualmente son realizados por hombres y hoy nosotras también podemos”, concluye Tatiana.
Central Cervecera ha lanzado al mercado una amplia variedad de marcas. Desde su primer año de operación, introdujo seis marcas, incluyendo Andina, Tecate, Natumalta, Heineken, Andina Light y Miller Lite. En 2021, la planta comenzó a envasar Central y Sol, y en 2023, Tres Cordilleras Rosada. Recientemente, la compañía lanzó Andina Refajo.