Con un entorno económico complejo y unas sociedades polarizadas, exigentes y demandantes, las compañías viven entre varias tensiones no siempre complementarias como la necesidad de obtener resultados medibles a corto plazo, los procesos de transformación necesarios para la sostenibilidad del negocio o la presión reputacional del cliente en temas clave como el medioambiente, la diversidad o la contribución.

La posición competitiva, la hiperregulación, la fidelización del talento o la relevancia e influencia son algunos de los retos analizados en el informe elaborado por LLYC. | Foto: Getty Images

Con este panorama, la consultora LLYC elaboró el informe ‘New Times, New Rules: 10 desafíos para tiempos impredecibles’ con el que da respuesta a los retos a los que se enfrentan las empresas para poder seguir creciendo y generando valor: desde cómo aprovechar el momento para mejorar su posición competitiva o ajustar la estrategia de marketing a la forma más adecuada de abordar la hiperregulación y fidelizar el talento.

El documento, desarrollado por una veintena de profesionales de la firma de distintas especialidades y geografías, aporta soluciones y nuevas perspectivas para afrontar el futuro con la ayuda de la tecnología, la creatividad y un foco decidido en las personas.

El contexto de incertidumbre global exige nuevos enfoques y reimaginar las soluciones con la ayuda de la tecnología y la creatividad. | Foto: Planear

“El mundo vive una transformación constante. Los nuevos tiempos conllevan nuevos desafíos que exigen a las empresas enfoques diferentes a los utilizados hasta ahora, herramientas distintas para afrontarlos si quieren seguir siendo competitivas. El siempre lo hemos hecho así ya no vale y hay que reimaginar soluciones”, Luis Miguel Peña, Socio y CEO Europa en LLYC.

Por otro lado, David González Natal, socio líder del proyecto, ha destacado: ”Los desafíos a los que hacemos referencia en ‘New Times, New Rules’ son multidimensionales y afectan a casi todos los sectores. La tecnología y la creatividad son elementos clave para enfrentarnos con una mayor flexibilidad y eficacia a repensar las soluciones que hoy en día necesitan las compañías”.

Estos son los 10 desafíos que recoge el informe:

  • Cómo aprovechar momentos complejos para mejorar la posición competitiva: ser dueño de la propia imagen es uno de los retos más difíciles a los que se enfrentan las marcas. Por eso, es fundamental que las empresas adopten soluciones de inteligencia avanzadas para medir la conversación e impacto de sus acciones. Solo así podrán adaptar sus estrategias a las demandas del mercado e ir un paso por delante de sus competidores.
  • Cómo ajustar la estrategia de marketing sin perder impacto: en periodos de crisis e incertidumbre, las empresas apuestan mayoritariamente por reducir sus presupuestos de marketing. Sin embargo, la realidad es que las empresas que han mantenido o incrementado sus inversiones han tenido un mayor éxito comercial. En 2021, el 97,7 % de las compañías del S&P 500 y el 75 % de las del Ibex 35 que en 2020 aumentaron el dinero destinado a marketing habían superado sus ingresos del 2019.
  • Cómo afrontar la hiperregulación: a nivel global, el sector empresarial ha encontrado su principal barrera en las normas que deberían darle incentivos. La UE aprueba una media de 18 al día y los CEOs de América Latina aseguran que la elevada regulación es la segunda mayor amenaza para el crecimiento de sus firmas, solo por detrás del populismo. Ante este escenario, las compañías deben dar un paso al frente en el diálogo público-privado y reclamar que las instituciones les escuchen.
  • Qué talento se necesita y cómo se fideliza en un momento de incertidumbre: el nuevo contexto en la relación talento- empresa está marcado por fenómenos globales como la gran renuncia, que ha elevado los índices de rotación en las compañías por encima del 20 %, según Gartner. Las empresas ya no escogen: son los candidatos los que eligen dónde trabajar. Son tiempos de innovación, de reformular lo que hacemos e incorporar a los equipos de RRHH nuevas capacidades para abordar el futuro.
  • Cómo desarrollar a los líderes para que hagan evolucionar la organización: los nuevos modelos de liderazgo basados en la escucha, que comunican con alma y empoderan a los equipos, son los únicos aptos para afrontar las necesidades más exigentes del futuro. El líder tiene que generar una cultura corporativa de humanización del trabajo en la que todos se sientan partícipes y responsables de un proyecto común, inspirar y generar un impacto real en el entorno.
  • Cómo proteger el negocio en sectores muy expuestos: si algo se ha aprendido en los últimos años es a aceptar la verosimilitud de situaciones tan improbables como una pandemia mundial o una guerra de invasión en Europa seguida de una crisis energética de alcance planetario. En el actual contexto de permacrisis, el desafío no consiste en anticipar eventos de riesgo pensando solo en cómo mitigar los impactos negativos a corto plazo, sino en cómo revertirlos en positivos a medio plazo.
  • Cómo navegar en la conversación en una sociedad tan polarizada: 1 de cada 4 personas está expuesta a la polarización extrema. De mantenerse la tendencia en 2040 esta cifra ascenderá a 2 de cada 4. Según el estudio ‘The Hidden Drug’, elaborado por LLYC en 2022, al igual que otras drogas existentes, la polarización tiene efectos en el individuo y en la sociedad. Tenemos la responsabilidad de crear espacios de conciliación para encontrar un camino de salida a esta situación.
Muchas personas usan plataformas digitales para encontrar trabajo. | Foto: Getty Images
  • Cómo seguir siendo relevantes e influyentes en un contexto complejo: la incertidumbre, la volatilidad y el escepticismo son ingredientes ineludibles en la gestión empresarial. “Si logramos enfocarnos en los temas importantes para nuestros grupos de interés, dar respuesta a las inquietudes sociales, relacionarnos y crear alianzas con comunidades clave, podremos ser relevantes e influyentes en un contexto enmarañado y convulso, pero cada vez más retador y transformador”.
  • Cómo convertir la transformación en un activo reputacional: la verdadera transformación, y su conversión en un activo reputacional, se conseguirá solo trabajando con un objetivo común. Es clave la escucha activa, desarrollar una narrativa cercana, sencilla y creíble y crear orgullo de coparticipación del éxito. El contexto exige que las empresas inviertan en una cultura de engagement para que los empleados puedan sentir, cada día, que lo que hacen tiene sentido y que hay un fin que realmente importa.
  • Cómo seguir conectado a unos clientes con menos capacidad de compra: con un consumidor nervioso será clave generar estrategias que se basen en los datos y abordar con creatividad los componentes del modelo de negocio poniendo al usuario como centro de todo. “Por supuesto, contando con aliados (proveedores) que nos hagan ese camino sencillo, con una propuesta de valor específica, y que nos ayuden a llevar a cabo las soluciones de manera más concreta y eficaz”.