Meterle mano a un motor cuando se daña es terrible. Y lo es, simple y llanamente, porque además de costosas, las reparaciones suelen ser largas y, en muchos casos, complejas. Por eso es muy importante generar hábitos que vayan más allá del mantenimiento preventivo para centrarse en el predictivo, es decir, contar con la información precisa para tener el camión detenido el menor tiempo posible en el taller.
“El objetivo es evitar las fallas catastróficas que suelen presentarse cuando la maquinaria se daña sin avisar. Para ello existen herramientas de telemetría que procesan información en tiempo real y que, en conjunto con otras tecnologías, aclaran dos temas puntuales: el buen (o mal) funcionamiento de la maquinaria y la forma correcta o incorrecta en la que se está operando el vehículo”, opina el ingeniero Sebastián García Ceballos, gerente técnico y de productividad de la Organización Equitel S.A.
“Estas fallas se dan por algunos ‘mitos’ técnicos, como por ejemplo la creencia de que al lijar los actuadores el camión gana potencia. Y puede ser cierto, pero al cambiar las tolerancias de los metales, la culata y los pistones, entre otros, terminan afectados. Eso en ‘plata blanca’ significa mínimo una reparación de 20 millones de pesos, además del tiempo muerto del vehículo”, agrega.
Otro ejemplo de mala práctica es saltarse lo que indican los manuales de mantenimiento y, por ejemplo, alimentar el sistema de refrigeración con agua en vez del refrigerante recomendado por el fabricante del vehículo, ya que el 40% de los daños y las varadas son por culpa de los motores sobrecalentados.
Buenas prácticas al volante
Puede que el tema del mantenimiento predictivo funcione sobre ruedas en la administración de una flotilla, que se logre que los tiempos muertos sean mínimos y que los mantenimientos y repuestos usados sean los más convenientes para lograrlo. Pero todo se echa al traste si quienes están al frente del volante no realizan una conducción inteligente y segura.
Malas frenadas, aceleraciones bruscas, tiempo al ralentí superior (o inferior) al recomendado en el manual del propietario, y prácticas como encender el moto-ventilador manualmente para mantener el camión ‘refrigerado’, entre otras, resultan muy nocivas tanto en el consumo de combustible como en la vida útil, sobre todo de las piezas que giran y producen fricción.
“Por ello es muy importante la gestión correcta de ese recurso humano vital para el negocio, y que debe implicar capacitación, posibilidades de desarrollo personal, ergonomía en su sitio de trabajo, estabilidad laboral e incentivos. Si ellos hacen bien su trabajo, eso se reflejará al alza en las utilidades que deje el negocio”, concluye el ingeniero García.