En el futuro, la movilidad en el mundo será eléctrica. Por eso, automotrices como Toyota, Volvo, Jaguar, Renault o General Motors, entre otras, ya se han puesto plazos. La mayoría migrará completamente a energías limpias en un lapso de diez años.
En Colombia ruedan un total de 3.585 carros totalmente eléctricos: de ellos, casi todos son de Renault, con 1.173; seguido por BYD con 782; de BMW son 648 y Nissan registra 233, según cifras recientes de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos). Aunque las ventas de los vehículos eléctricos vienen creciendo cada año, su uso aún no es masivo.
Esto se debe en parte a que los consumidores no confían en estas nuevas tecnologías, pero sobre todo a que la mayoría de modelos tiene precios altos para los ingresos de gran parte de la población. En muchos casos, los carros de las marcas más reconocidas superan los 100 millones de pesos, por lo que a la hora de evaluar el costo-beneficio los interesados lo piensan dos veces.
El mayor freno a la comercialización masiva de este tipo de automóviles lo pone, sin duda, la falta de infraestructura para su recarga: en el país hay solo 47 electrolineras.
Está previsto que este número vaya creciendo paulatinamente, en especial luego de la puesta en marcha de la Ley de Vehículos Eléctricos (aprobada en 2019), que establece que cada municipio de categoría 1 deberá contar con al menos cinco estaciones de carga en los próximos tres años.
El crecimiento de la oferta también hace prever un panorama promisorio. En el último año llegaron nuevos jugadores al mercado y tanto las ventas como la oferta crecen de manera significativa. Se destacan, entre otras, las apuestas que han hecho Auteco Mobility y E-wheels Colombia.
Estas compañías comercializan varios modelos que se acomodan mejor al poder adquisitivo de los colombianos. Auteco Mobility, por ejemplo, puso en el mercado el Zhidou D2Z, un automóvil de origen chino de dos puestos con una autonomía de 150 kilómetros, un habitáculo mono pieza y un baúl capaz de llevar una maleta de tamaño normal.
El motor, eléctrico y de 30 kilovatios de potencia máxima, le permite alcanzar una velocidad de 85 kilómetros por hora en un rango de distancia de 150 kilómetros. Se recarga con la red doméstica en ocho horas, conectado a 110 o 220 voltios. Su precio es de 49,9 millones de pesos.
Por su parte, E-Wheels lanzó un modelo de dos puestos City Spirit, el cual viene en distintas versiones que varían entre 42.450.000 y 48.450.000 pesos, y, dependiendo de la capacidad de sus baterías, cuentan con autonomía de entre 150 y 200 kilómetros. Y también se enchufan a cualquier tomacorriente.
Tanto el Zhidou D2Z como el City Spirit ofrecen comodidad y tecnología. Ambas opciones tienen transmisión automática, vidrios eléctricos, aire acondicionado, centros de entretenimiento con conectividad bluetooth, y su tamaño compacto los convierte en una alternativa muy cómoda para las congestiones de las grandes ciudades.
Felipe Vallejo, director comercial de E-Wheels, asegura que notaron un vacío en la oferta de movilidad eléctrica en Colombia, y encontraron que los vehículos disponibles tenían precios elevados para una persona del común. Por esto, se la jugaron para democratizar el segmento, ofreciendo un auto de cero emisiones y con un costo menor.
Pero Auteco Mobility y E-Wheels no son los únicos que ven estas oportunidades. Cada vez aparecen nuevos jugadores que aumentan la oferta y dinamizan el mercado. Esto, sumado a los beneficios que ha dado el Gobierno, como descuentos en las primas del Soat, menos aranceles de importación, los bajos costos de uso y la no aplicación de medidas como el pico y placa, podría impulsar aún más las ventas de estos automóviles en el país.
Pese a que todavía queda camino por recorrer, esta es la puerta de entrada para que la movilidad eléctrica deje de ser un lujo y se convierta en una solución para miles de colombianos.