La pandemia golpeó duro y al corazón de los eventos culturales. De acuerdo con las cifras del Dane, las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación perdieron 11,7 por ciento de su valor agregado en 2020. Junto con el comercio, fue uno de los sectores que más terreno perdió por cuarentenas y restricciones.

Lo peor de todo es que se trata de la industria que más lentamente va a recuperar el dinamismo. Las medidas de restricción para evitar aglomeraciones siguen vigentes y por eso los eventos masivos continúan con medidas extremas, como un aforo limitado al 30 por ciento de la capacidad disponible.

Y así seguirá por un buen tiempo. La posibilidad de una tercera ola del virus SARS-CoV-2 tiene a las autoridades en alerta. Así que por ahora no hay nada seguro sobre cuándo los grandes centros de espectáculos podrán llegar al menos a la mitad de su aforo, caso en el cual podrían ver algo de luz al final del túnel.

Aun así, escenarios como el Movistar Arena, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, el Jorge Eliécer Gaitán y el parque Jaime Duque, así como todos los miembros de la cadena de eventos, están haciendo lo posible para seguir con el show.

Luis Guillermo Quintero, gerente general del Movistar Arena, aseguró que han hecho de todo para mantener vigente su escenario. No solo de escena vive el arte: firmaron un acuerdo con la EPS Sanitas para desarrollar el más grande centro de vacunación del país, donde se puede atender hasta 7.000 personas al día.

“Empezamos en el primero y en el segundo día atendiendo a 1.000 personas, luego llegamos a 2.500 y pueden ser más de 7.000 diarias”, explicó el empresario al destacar que ese es un recinto multipropósito, cuya principal función es entretener, “pero, dadas las circunstancias, logramos esta alianza con el grupo Sanitas”.

Lo que más duele de la actual situación es que habían empezado 2020 con pie derecho: aforos llenos y artistas firmando contratos de manera masiva. Entre enero y marzo del año pasado, en el Movistar se programaron diez conciertos entre los que se destacaban Backstreet Boys, Eros Ramazzotti y los reyes vallenatos, entre otros. Venían luego Raphael, Juanes y Alejandro Sanz. Pero el 13 de marzo los citó la Alcaldía y les anunció que debían cancelar los eventos masivos.

La historia es muy parecida en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Ramiro Osorio, su director, explicó que desde marzo del año pasado la actividad se suspendió y cuando en mayo o junio permitieron hacer espectáculos, pero sin público, se volcaron hacia lo digital y hacia otro tipo de productos como las grabaciones de eventos en vivo. Eso los mantuvo activos durante buena parte del año.

Por eso la virtualidad se convirtió en una gran aliada. Los servicios de streaming empezaron a servir para hacer conciertos y presentar obras. “Hicimos grabaciones para nuestra plataforma digital como la de la ópera Gianni Schicchi, de Giacomo Puccini, conservando todas las medidas de bioseguridad”, explicó Osorio.

La virtualidad incorpora, sin lugar a dudas, una nueva posibilidad para esta clase de compañías. Quintero, de Movistar Arena, explica que también acudieron a los streamings como una nueva modalidad de negocios. “Creamos un estudio digital para suplir las necesidades de artistas y compañías. El balance es de más de 70 eventos digitales que incluyen teatro en vivo y conciertos. Por ejemplo, reeditamos el Concierto de Conciertos y se conectaron más de 5.000 personas”, explicó.

Pero, aun así, la situación sigue siendo compleja. Si antes se podían convocar a 13.000 personas, ahora solo pueden reunir unas 2.500. Si antes una boleta promedio podía oscilar entre 100.000 y hasta 200.000 pesos, hoy apenas si llega a superar los 50.000 pesos.

“Un evento en streaming no representa más de 10 por ciento de una facturación normal”, dice Luz Ángela Castro, directora de Ocesa, una de las firmas líderes en la organización de grandes conciertos y eventos.

En un teatro como el Jorge Eliécer Gaitán, que reabrió en las últimas semanas, hay un aforo por la pandemia de apenas 483 personas y para algunas de las funciones solo han vendido algo menos de 250.“Con aforos reducidos es muy difícil hacer espectáculos por viabilidad económica. Los únicos eventos que se podrían pensar serían pasar los shows de salas, como el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, a escenarios más amplios como la Arena Movistar, con eventos de menos de 2.000 personas. Ese es un modelo que no es rentable. Es muy difícil sacar adelante económicamente un evento de estas características”, comentó Gabriel García, CEO de Sueño Estéreo, otra empresa organizadora de eventos.

Desde la perspectiva de la viabilidad de la cadena de eventos culturales, lo que se necesita es volver rápidamente a los eventos masivos. Y por ahora eso se ve difícil.

Dando la pelea

Pero el sector no está cruzado de brazos. El Jorge Eliécer Gaitán reabrió, el Julio Mario Santo Domingo tiene programados 166 espectáculos y 209 funciones para este año, lo que incluye el V Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá y 31 conciertos.

Ocesa, Páramo Presenta, el Parque Salitre Mágico y otros actores de la cadena lanzaron la semana pasada la segunda temporada de ‘Caravana’, una serie de eventos musicales en vivo que cuenta con los beneficios tributarios de la Ley de Economía Naranja. El proyecto cuenta con el respaldo de Cocrea, la corporación encargada de avalar esta clase de iniciativas y de certificar a los beneficiarios de los estímulos tributarios. “Estamos haciendo un llamado a las marcas para que se vinculen, porque se trata de un proyecto avalado por Cocrea, lo que significa acceso a una exención tributaria equivalente al 165 por ciento del aporte. Es decir, si una compañía invirtió 100 millones de pesos, Cocrea expide una certificación de deducción tributaria equivalente a 165 millones. Además, está todo lo que significa en términos reputacionales y de responsabilidad social, vincularse a un evento de estas características”, dijo Castro, de Ocesa.

Y en esto, los esfuerzos del sector para ganarse de nuevo la confianza del público con estrictas medidas de bioseguridad son enormes. “Hemos implementado protocolos en los eventos que hemos hecho como ‘Caravana’: distanciamiento, tomas de temperatura, uso de tapabocas, accesos y salidas especiales, adecuación logística de los escenarios y los flujos de personas”, explicó García, de Sueño Estéreo.

Otra iniciativa interesante es la Fábrica de Teatro Popular (FTP), una plataforma digital inmersiva creada por tres empresas de gran trayectoria en el sector: Dramax, ViveMikey y Areavisual. FTP digital es una especie de videojuego que aprovecha la tecnología para ofrecer un mundo virtual en el que se puede programar cualquier tipo de evento teatral o artístico. Cada asistente puede recorrer el espacio a su manera, encontrarse y chatear con otros asistentes o pedir información sobre las obras a avatares disponibles dentro de la plataforma. Cada empresa del sector busca cómo ofrecer espectáculos que atraigan a la gente y que sean rentables. Aun así, un aforo del 30 por ciento es una restricción que hace imposible pensar en la viabilidad de largo plazo. Para que el show pueda continuar es fundamental que avance la vacunación y que las autoridades permitan ampliar el aforo. n