En un abono adicional al alto riesgo de inflación en Colombia, principalmente en el precio de los alimentos, se convirtió la crisis internacional, luego de la invasión rusa a Ucrania.

Hace apenas una semana, el Dane había destapado las estadísticas del alto incremento en los insumos agrícolas, lo que, de paso, motivó al Gobierno a hablar de baja en aranceles para más de un centenar de partidas arancelarias, medida encaminada a abaratar costos de producción en el campo para quitarle presión a la amenaza de una subida de la inflación más allá de la que se pueda tolerar.

Ahora, con la situación que se presenta en Europa, el camino para un incremento en el precio de los alimentos en Colombia está más pavimentado.

El principal insumo agrícola para que el campo tenga la productividad necesaria son los fertilizantes, que, según el reciente informe del Dane sobre precios de insumos agrícolas, habían incrementado en un 46 %. Esa alza se debía a la combinación entre los problemas logísticos para el traslado de mercancías de un lugar a otro, y el alto precio del dólar, moneda con la cual se transan las importaciones.

A ese panorama se le suma ahora el hecho de que Rusia y Ucrania están entre los principales proveedores de insumos para la producción de fertilizantes.

Las cifras evidencian que en el país hay seis empresas que concentran el 94 % de las ventas de fertilizantes: Monómeros Colombo Venezolanos S. A. tiene el 37 % de la torta; Abonos Colombianos S. A., Abocol, el 20 %; Ecofertil, el 15 %; Yara Colombia, el 13 %; Nutrición de Plantas el 5 %, y Ciamsa, el 4 %.

Monómeros, por ejemplo, estaría importando al año alrededor de unas 150.000 toneladas métricas de cloruro de potasio y 70.000 de cloruro de potasio Standard, y la mayor parte del suministro proviene de Rusia y Bielorrusia.

En cuanto a la úrea, justamente el fertilizante que más se encareció, según los datos del Dane, esa sola empresa trae unas 170.000 toneladas métricas al año, el 80 % de las cuales también provienen del país que invadió a Ucrania.

Ya en enero, para comprar 50 kilogramos de úrea, que normalmente costaban 80.000 pesos, el precio ya estaba en 230.000 pesos. Y los costos pueden aumentar ahora con lo que está sucediendo entre Rusia y Ucrania.

Más aún si la salud del campo colombiano depende mucho de las importaciones de fertilizantes como la úrea, el fosfato diamónico, fosfato monoamónico y cloruro de potasio, que provienen principalmente de los dos países en conflicto.

Al encarecerse la ‘vitamina’ para la fertilidad del campo, el mayor precio pagado para producir alimentos terminará recayendo sobre el consumidor final.

Por eso la preocupación con el conflicto entre Rusia y Ucrania, pues si la alta inflación de los alimentos, que en 2021 fue del 17,3 % y mantuvo su tendencia alcista en enero de este año, con la situación bélica entre las dos naciones que mueven el 13 % del comercio mundial de fertilizantes, el escenario podría empeorar.

Claro está, todo dependerá de las medidas que aplique esta nación al comercio proveniente de Rusia. Habrá que esperar.