El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, se pronunció este martes nuevamente sobre la hidroeléctrica de Ituango y advirtió que no será inaugurada hasta que “la última prueba nos diga que todo está bien”.
En su cuenta de Twitter, Quintero aseguró que: “Las ratas quieren que se caiga Hidroituango. Que corramos como ellos, que cambiemos diseños, y que hagamos mal las cosas para igualar nuestra suerte a la de ellos”.
“Hidroituango solo prenderá cuando la última prueba nos diga que todo está bien para el proyecto y para la gente”, agregó.
Vale la pena recordar que el pasado viernes se dio a conocer que el viaje a Hidroituango se canceló por petición de la Unidad de Gestión del Riesgo Nacional, que sería la entidad que daría el visto bueno para su funcionamiento. Las razones serían, porque la visita estaba programada con el director de esa dependencia del Estado y por el tema que está pasando en San Andrés y les pidieron realizarla la próxima semana.
Además, el mandatario de la capital antioqueña dejó claro que sin el visto bueno de la Unidad de Gestión del Riesgo, quienes analizarán todas las condiciones de seguridad, no sería posible el anuncio. También, dijo que ya empezaron las pruebas de funcionamiento con “agua muerta”, pero sí deben actualizar el PMU con el Gobierno para garantizar la seguridad del proyecto, que va a garantizar el 17 % de la energía del país.
Cabe recordar que la fecha límite para la inauguración del proyecto es el 30 de noviembre de este año. Ese día deberá estar en marcha la ejecución de los contratos que la hidroeléctrica firmó con la Comisión de Regulación de Energía y Gas. En dado caso de que se incumpla, las Empresas Públicas de Medellín (EPM) estarían en la obligación de costear multas millonarias.
A pesar de las denuncias del supuesto plan tortuga que habría al interior de la obra para frenar las operaciones este año, el mandatario del distrito ha asegurado que hay altas probabilidades de que la puesta en marcha sea antes de la fecha donde los estarían esperando las penalidades. Pero que antes priorizará la seguridad en el proyecto.
Sin embargo, dentro de la compañía de servicios públicos hay incertidumbre por la inauguración a razón de que las condiciones no estarían dadas para prender las turbinas en las próximas semanas. Es decir, en menos de 45 días no sonarían las alarmas dentro de Hidroituango anunciándose al país el inicio de la generación de energía.
Así lo puso en consideración el Sindicato de Profesionales de EPM y UNE al denunciar los retrasos que hay en el cronograma de actividades. En palabras de la presidenta de la agremiación, Olga Arango, este escenario es crítico porque está comprometido el 17 % de la demanda nacional de energía, por eso la importancia de la hidroeléctrica.
Según los cálculos del grupo de trabajadores del conglomerado público de Medellín, si en 2023 el proyecto no tiene en operación tres o cuatro unidades de generación de energía y ante la alta probabilidad de que se presente un fenómeno de El Niño fuerte entre 2023 y 2024, algunos pueblos podrían enfrentarse a un apagón de grandes proporciones.
Es decir, “pondría en riesgo la seguridad energética nacional ante un eventual desabastecimiento y la posibilidad, además, de un aumento de las tarifas de energía eléctrica en todas las regiones de Colombia. Una decisión de parar o retrasar supondría mayores costos para EPM”, aseguró la vocera del Sindicato de Profesionales.
Frente a este escenario, la agremiación pide sinceridad por parte de las personas que tienen en las manos las riendas de Hidroituango porque han anunciado dos fechas para la inauguración. El 26 de julio se incumplió por retrasos en las instalaciones de las turbinas, mientras que el 15 de octubre está a punto de superarse, solo con las pruebas en seco.
Con relación a las dudas del sindicato, Quintero Calle ha reiterado que no es recomendable presionar la ejecución de las obras para cumplir con las fechas estipuladas, dado que podrían provocar una nueva emergencia por decisiones apresuradas. Así lo ha expresado en varias intervenciones públicas donde se le interroga por las mismas preocupaciones.
Si bien las advertencias están en el radar de los contratistas, Daniel Quintero Calle señaló que no pondrá en riesgo la construcción del megaproyecto para acelerar la operación. Al contrario, caminará despacio para analizar los peligros y poder entregar en buenas condiciones la hidroeléctrica que estará activa por 100 años.
“Tenemos el 30 de noviembre como una fecha muy importante, porque o si no habría sanciones. ¿Qué es mejor? ¿Pagar una sanción en el caso en que sea necesaria o que la represa (quede en riesgo), otra vez por el acelere de los políticos y bajarles calidad a los materiales? Nosotros hemos escogido el camino de la seguridad”, comentó el alcalde de Medellín.