La entrada en vigencia de los denominados “impuestos saludables,” que estaban incluidos en la reforma tributaria del Gobierno del presidente Gustavo Petro, les genera grandes preocupaciones a los tenderos y consumidores del país, que verán aumentos en los alimentos, en medio de una coyuntura de encarecimientos que, aunque se han controlado, no han cedido mucho en su valor.
Según cifras de Fenaltiendas, la implementación de este impuesto se traducirá en una disminución, como mínimo, del 8 % de los ingresos totales de las tiendas y panaderías durante el primer año, afectando especialmente a los estratos populares.
“Es lamentable y muy inoportuno que, con la situación actual del país, se siga pensando en implementar impuestos que solo golpean la economía y a quienes intentan reactivar sus negocios. Fenaltiendas nos presenta cifras muy claras: estos impuestos gravan productos que representan el 32,8 % de las tiendas y panaderías del país, por lo que en tres años el 25 % de estas podría desaparecer. Desde Fenalco Antioquia rechazamos una medida que afectará directamente la canasta familiar, debido al sobrecosto que esto conlleva en más de 20 productos”, señaló María José Bernal Gaviria, directora ejecutiva de Fenalco.
Por ejemplo, en el departamento de Antioquia existen unas 30 mil tiendas de barrio, de las cuales unas 16 mil están en Medellín. En este territorio, los estratos 1, 2 y 3 son los que más prefieren comprar en tiendas de barrio, cerca del 95 % de sus habitantes, según datos presentados por la Federación Nacional de Comerciantes.
Estos impuestos saludables afectarán productos del día a día como: refrescos, gaseosas y lo que se conoce como galguería o mecato; esto, en el caso de las tiendas o panaderías, representa el 16 % de los ingresos de estos establecimientos, según los datos de estas agremiaciones.
El impuesto saludable tomó por sorpresa a muchos
La reforma tributaria se anunció desde finales del 2022 y desde ese momento se anunció la entrada en vigencia de dichos impuestos saludables. Pese a que hubo algunas trabas y estos gravámenes terminaron bajo la lupa de la Corte Constitucional, en teoría, se tuvo casi un año para presupuestar cómo se manejaría estos incrementos.
Si bien se tienen las cifras claras, y podría decirse que más de 20 productos de consumo diario se verán afectados, los comerciantes no han tenido forma de controlar los precios, sobre todo porque la inflación todavía no ha cedido, como se esperaba.
“Esto quiere decir que los nuevos impuestos gravarán una tercera parte de los ingresos totales de las tiendas (...) Medidas que perjudiquen a las familias de menores ingresos y a las micro y pequeñas empresas truncan la posibilidad de crecimiento de este segmento, tan necesitado de apoyo. Claramente, es un grave error en esta coyuntura de alta inflación” detalló el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal.
Estimaciones económicas de Fenaltiendas indican que una tienda estaba a 48 mil pesos, per cápita, de que su hogar fuera declarado en pobreza. Los comerciantes insisten en que, pese a que el gobierno ha insistido en que estos impuestos no van a afectar al Índice de Precios al Consumidor, estas medidas sí van a generar un alza inflacionaria.
“Este impuesto tiene el carácter de disuasión del consumo, no de generar recaudo. La razón es muy sencilla: es un impuesto de salud pública. La canasta básica en Colombia es de 443 productos, este impuesto no grava: ni frutas, ni verduras, ni tubérculos, ni hortalizas; no grava leche, ni huevos, ni pollo, ni carne, ni pescado, ni cerdo; no grava granos, no grava pan. Solo hay 21 productos y sus variedades están gravados”, había expresado el ministro de hacienda, Ricardo Bonilla.