La cofundadora de Crepes & Waffles Beatriz Fernández ha mencionado en numerosas ocasiones la importancia del valor humano dentro de su compañía para alcanzar el éxito, aunque poco ha hablado sobre los procesos que existen dentro para no ceder ante la presión que puede haber en un restaurante.

Así las cosas, la CEO de Crepes & Waffles aseguró que dentro de la compañía hay “una cultura organizacional con enfoque artístico”, lo que significa que el foco está en desarrollar las habilidades de su personal por medio de un aprendizaje kinestésico.

En el caso personal de Fernández, las actividades que lleva a cabo tienen un poco de arte, pues las recetas las enseña cantando “para que todo entre con la delicia que le debemos dar al sabor que tienen nuestros platos”.

“La academia de las artes nace con un propósito de brindar herramientas socioemocionales, de crear conciencia, de crear un propósitos para que cada uno lidere su propia vida […] Así ,se encuentran en un lugar íntimo y humano”, aseguró la empresaria.

La empresa fue fundada en abril de 1980, cuando Beatriz Fernández y Eduardo Macías, dos estudiantes universitarios, abrieron una crepería en la calle 85 con carrera 11, en Bogotá, y seguían al pie de la letra las instrucciones de un recetario inglés. Pero había algo que no encajaba.

“Era como comerse un ladrillo”, recuerda Beatriz Fernández, cofundadora de Crepes & Waffles, en un pódcast para Dinero, sobre las historias y lecciones de liderazgo de los responsables de las empresas más importantes de Colombia.

Hasta que un día una señora que decía ser experta en waffles le dijo a Fernández, sin filtros y acento cachaco: “Chinita, tus waffles son horrorosos”. La señora se metió en la cocina, hasta destapó las ollas, y prometió que le iba a traer una receta escrita. En una hora regresó y cumplió. Nunca más volvió a aparecer.

El propósito iba más allá. “Comencé a entender que Crepes tenía que llenar de alegría el corazón, de conocimiento al pensamiento, de sensaciones al alma y de sabores al paladar”, agrega.

Una idea sobre la que se ha construido un estilo de liderazgo basado en la sensibilidad, el arte, la música y la poesía. “Más que empresaria, soy artista”, aseguró la cofundadora de una cadena de restaurantes que hoy tiene 150 puntos en seis países.

Pero el camino no fue fácil. Beatriz Fernández revela que en los inicios se sintió sola y hasta ridiculizada cuando hablaba sobre la importancia de humanizar la economía. En aquellos momentos difíciles, encontró un buen consejo de su padre, que aún recuerda y lo comparte en el pódcast.

Y también halló apoyo, empoderamiento, en las demás mujeres de Crepes, que hoy conforman gran parte de la fuerza laboral de la compañía, con un 92 por ciento de 6.000 personas, sin olvidar que el 72 por ciento corresponde a madres cabeza de familia.

A lo largo de este capítulo, Beatriz Fernández comparte su visión sobre el liderazgo y el trabajo femenino: “Emplear a las mujeres es darles alma a los negocios”, “siento, luego existo” y “este es un tipo de liderazgo emocional con enfoque artístico”, asegura con su pasión desbordada.

De igual manera, explica en qué consiste la iniciativa de la Academia de Artes de Crepes & Waffles: “Yo enseño los platos cantando”.

También narra, en detalle, cómo desde Crepes se afrontaron los retos planteados por el covid-19: “Podrá venir una pandemia que nos pare, pero no podrá acabar con nuestros sueños”.

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