La legendaria Coltejer no pudo más. Este jueves, informó ante la Superintendencia Financiera que suspende actividades productivas por todo lo que queda de 2021, debido a la situación actual que atraviesa la textilera.

Según el documento que allegaron a la Superfinanciera, “a la fecha, el equipo directivo se encuentra analizando aciertos temas estratégicos que le permitan reactivar algunas operaciones durante el año 2022″.

De esa manera, la compañía informó que procederá a buscar salidas como “la venta de activos fijos e inventario de productos”.

También están mirando otras alternativas, como “oferta de arriendo de inmuebles”.

Una tercera posibilidad que se baraja para enfrentar la situación es la de “analizar estrategias de marketing respecto a la industria, clientes, competidores y otras variables de mercado, que nos permita determinar la relación entre la oferta y la demanda de los productos textiles de acuerdo con la capacidad de la empresa”.

Golpe al empleo

Desde el segundo semestre de este año, la que ha sido conocida como la primera compañía textil de Latinoamérica, envió señales de humo.

Intentó mantener el empleo, acudiendo a diversas estrategias para no afectar a los trabajadores. Vacaciones colectivas fue una de las alternativas aplicadas, cuando apenas parecía que las dificultades serían parte de una situación temporal.

Pero pasaban los días y nada parecía funcionar. Los varios impactos que han tenido las empresas del sector textil se juntaron en esta compañía. Desde la crisis que venían provocando fenómenos como el contrabando, hasta el golpetazo de la pandemia, con cuarentenas y cierres para reducir los riesgos de contagio del virus, hasta los más recientes hechos de orden público (el paro nacional), hicieron mella en Coltejer.

Luego de la información enviada por la compañía a la Superfinanciera, varios empleados -de manera extraoficial- han confirmado que sus contratos laborales finalizarán este mismo viernes.

Una prueba difícil

Lo primero que cerró en este año Coltejer fue su línea de tejidos, decisión que empezó a preocupar a los trabajadores. Eso implicó una baja en sus ingresos mensuales de casi la mitad (49 %).

Pero ya venían de un 2020, el año difícil para todos, que sobrevino para esta empresa cuando ya estaban un tanto débiles, debido principalmente a la afectación que generan en las empresas formales, fenómenos ya mencionados, como el contrabando (promueve una competencia desigual en precios, porque la mercancía de contrabando no paga impuestos).

En el año anterior, las pérdidas registradas fueron superiores a los $90.000 millones. En 2019 la cifra de números en rojo reportada fue de $25.000 millones.

Lo que viene, una incógnita

Después del cierre de la línea de tejidos, ahora Coltejer hace un segundo anuncio: que suspende actividades por todo lo que resta del año, lo que genera expectativa, tanto entre los empleados, como en los colombianos que llevan en el corazón esta empresa icónica, acerca de lo que pasará en 2022.

Incluso, solo con el primer cierre (tejidos), ya los empleados se mostraban preocupados ante el silencio de las máquinas que antaño producían con dinamismo.

En 1978, Coltejer había sido adquirida por Carlos Ardila Lülle, quien en 2008 la vendió a la mexicana Kaltex.

Rafael Kalach Mizrahi, cabeza de Kaltex, quien concedió una entrevista a SEMANA-DINERO en el pasado.