Ante un panorama en el que es necesario hacer un uso eficiente de los recursos para evitar su escasez y los efectos que esto trae sobre el medioambiente, la economía circular se convierte en una oportunidad de solución para abordar esta problemática.
Cada 24 de octubre se conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático, una fecha en la que se genera conciencia en las personas sobre esta problemática e incentivarlas a tomar acciones para mitigarla.
Al implementar modelos de economía circular, que son los que consisten en alargar la vida útil de los recursos, sería posible reducir la extracción de estos y la generación de residuos, dos actividades que guardan relación con las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del aumento de las temperaturas del planeta, como informa Ellen Macarthur Foundation.
Así las cosas, las compañías tienen un rol fundamental para hacer una gestión ambiental adecuada de los insumos aprovechables que ponen en el mercado y liderar el cambio en la sociedad en el paradigma de producción y consumo de bienes.
Cada vez son más las compañías que han anunciado su intención de convertirse en carbono neutro en el futuro próximo. En este proceso, la economía circular también puede ser un protagonista estratégico para las empresas, por medio de estrategias que, al reducir el consumo total de materiales y recursos, ayudan a reducir de forma considerable la huella de carbono de las empresas.
De acuerdo con una investigación presentada por la consultora McKinsey, un modelo de recirculación de los materiales y de su uso eficiente podría reducir en un 56 % las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, tan solo en Europa.
Así mismo, los consumidores e inversionistas cada vez son más conscientes de la importancia de que las empresas tengan estrategias para abordar el cambio climático. Por esto, la economía circular crea una ventana de oportunidad para que las empresas desarrollen procesos innovadores para recuperar, reutilizar y reciclar los insumos que utilizan, apelando a las expectativas actuales de tener la sostenibilidad como un pilar clave de las políticas corporativas.
De hecho, la innovación y la investigación científica son una herramienta clave para lograr la transformación hacia nuevos modelos de producción amigables con el medioambiente.
Adicionalmente, la economía circular abre las puertas para que los negocios amplíen sus mercados, mientras logran reducir sus costos al utilizar menos recursos nuevos y reducir riesgos como los precios volátiles de materias primas o la disrupción de la cadena de suministro.
Así mismo, de acuerdo con el portal Eumed, la circularidad económica es un modelo holístico (que plantea un objetivo distinto) que involucra a todos los actores de la cadena de valor, por lo que fomentarlo también generaría nuevos empleos a nivel local.
Por tanto, la implementación de modelos de circularidad por parte de las empresas no solo es estratégico para su crecimiento, sino que los convierte en líderes en la lucha contra el cambio climático.
Para lograr esta meta en Colombia y hacer que las empresas sean líderes en este cambio de paradigma, existen iniciativas como Visión 30/30, por ejemplo, que es la estrategia colectiva empresarial de la Andi que potencia la transición de Colombia hacia la economía circular.
Esto, por medio de un modelo que involucra a todos los actores de la cadena de producción y consumo, y fomenta acciones de reciclaje, reúso y transformación de los envases y empaques.
Así, este programa acompaña a las compañías en la simplificación de procesos de gestión de material aprovechable y con recomendaciones en buenas prácticas de innovación, reciclabilidad y en el cumplimiento de la regulación nacional.