Los caficultores colombianos cerraron el 2022 con un balance inferior, en términos de producción y exportación, con respecto a lo sucedido el año inmediatamente anterior; mostró con esto que el año que finalizó no resultó ser tan “próspero” como se esperaba.
De acuerdo con la Federación Nacional de Cafeteros, la producción anual del país —que es el mayor productor mundial de arábigo suave lavado— fue de 11,1 millones de sacos de 60 kilos en el 2022. Esta cifra representa una caída del 12 % con respecto a los 12,6 millones de sacos del 2021.
Con respecto a la producción en el pasado mes de diciembre de 2022, el gremio cafetero informó que cayó 29 %, a 981.000 sacos, en comparación con los casi 1,4 millones de sacos producidos en el mismo mes de 2021. Mientras tanto, en el periodo octubre-diciembre, la producción fue de 2,9 millones de sacos, 17 % menos frente a los más de 3,5 millones de sacos cosechados en el periodo anterior.
Señala el gremio que la disminución en el balance anual se explica por el exceso de lluvias que se registró en el país, debido a un prolongado fenómeno de La Niña en los últimos dos años y medio, lo cual afectó sensiblemente los cultivos y que derivó en pérdidas importantes de cosechas.
Lo anterior se evidencia en los datos reportados por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), del Ministerio de Agricultura, donde se detalla que por culpa de la temporada invernal que vivió en el segundo semestre el 2022, se vieron afectadas más de 1,2 millones de hectáreas de cultivos, de diversos tipos, en todo el país.
En el caso del café, los departamentos que se vieron perjudicados por esta situación fueron: Nariño, Norte de Santander, Cauca, Santander, Huila y Tolima.
Por su parte, en lo que respecta a exportaciones, la situación tampoco fue favorable, debido a que se registró una disminución del 8 %. Esto se traduce a que solo se vendieron a los mercados internacionales un poco más de 11,4 millones de sacos de 60 kilogramos, de café verde; esto, frente a los más de 12,4 millones de sacos que se comercializaron hacia el exterior en el 2021.
“En diciembre, las exportaciones cayeron 12 %, a poco más de un millón de sacos versus los casi 1,2 millones exportados en el mismo mes de 2021″, señala Fedecafeteros.
Además, la entidad indica que en lo que va del año cafetero (periodo octubre-diciembre), las ventas externas fueron de 2,8 millones de sacos de 60 kilogramos, representando un 14 % menos frente a los casi 3,3 millones de sacos exportados en el mismo periodo anterior.
Aunque la producción y las ventas no fueron las mejores, el 2022 no fue del todo negativo para los caficultores colombianos. Un aspecto que no es informado por el gremio, pero que sí se observó en el año que terminó, fue el impacto que tuvo, en materia de ingresos, el comportamiento que registró el precio del dólar, especialmente en el segundo semestre el año.
Una divisa por encima de los $ 4.000 y que en menos de dos meses se trepó a las $ 4.800, alcanzando su máximo histórico en más de $ 5.000, significó un incentivo para los caficultores nacionales, que en medio de las dificultades que enmarcaron el año pudieron recibir ganancias significativas. Esto, debido a que la carga de 125 kilos estuvo, por algunos meses, por encima de los 2,2 millones de pesos.
Sin duda alguna, este comportamiento de la divisa norteamericana tuvo efectos positivamente para las más de 540.000 familias productoras de café. Sin embargo, estos posibles dividendos fueron socavados por los costos de producción, que se vieron afectados por el menor acceso a los fertilizantes, en gran medida, por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
¿Y qué se espera para el 2023? Con el arrastre de muchas de las coyunturas que presentaron en el 2022, y con la entrada en vigencia de la reforma tributaria, el panorama para los caficultores no parece ser muy promisorio.
No obstante, esta industria seguirá trabajando fuertemente para continuar fortaleciendo su producción y ventas, en beneficio de los miles de familias que dependen de esta actividad económica en el país.