Lo que hasta hace algunos años era más propio de ecosistemas de emprendimiento como Silicon Valley, New York, Tel Aviv o Londres, hoy es una realidad para América Latina. Así lo demuestra el gran interés de los inversores por el desarrollo tecnológico que se gesta en este lado del mundo.
En cifras, solo en el año 2021 la inversión de capital de riesgo alcanzó un récord de 15.700 millones de dólares en Latam, un número mayor al que atrajeron las startups latinoamericanas en los diez años anteriores, de acuerdo con la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina (Lavca).
En el entorno local, Colombia hoy cuenta con 1.100 startups y actualmente consolida a su ecosistema emprendedor como uno de los cuatro más competitivos de la región, junto a Brasil, México y Argentina. Según el informe Colombia Tech Report 2021 de KPMG, las startups del país levantaron el año pasado más de 800 millones de dólares.
“Hoy hay un atractivo muy fuerte para invertir en Colombia en startups en estados iniciales, no solamente inyectando recursos, sino también acompañando a emprendedores a encontrar el modelo de negocio adecuado y de crecimiento para transformarse en unicornios en un futuro no tan lejano y superar el valle de la muerte, haciendo serie A en un corto plazo”, aseguró Mariano Mayer, managing partner y cofundador de Newtopia.
Por ello, considera que Colombia “debe seguir impulsando políticas públicas a favor del emprendimiento y la innovación; así mismo, debe promover reglas claras para la inversión local de este tipo de compañías, que les permita seguir creciendo y haciendo lo que más saben hacer: crear valor, empleos, innovación y soluciones a problemas”.
Otro reto que se debe resolver apunta a los factores recurrentes por los que las startups se extinguen en el denominado ‘valle de la muerte’. Desde la óptica de Newtopia, la mentalidad de los emprendedores tiene que cambiar hacia y mirar más el mercado y desarrollar startups que solucionen problemas importantes de las personas o de las empresas.
“Hay varios motivos para que desaparezcan tan pronto estas compañías, pero el principal es la desconexión con el mercado al generar soluciones que no se necesitan. Hoy el 56 % de las empresas emergentes que fracasa lo hace porque diseñan productos o soluciones que no se necesitan”, señala Diego Noriega, partner de Newtopia.
Para Francisco Noguera, presidente de iNNpulsa Colombia, este es el momento del emprendimiento en el país: “Las startups han demostrado estar listas y tener soluciones que son relevantes, no solo para el mercado colombiano, sino también para el contexto latinoamericano y global. Bienvenidas todas las iniciativas que acerquen a fondos internacionales para que, con recursos financieros, conocimiento y redes, sigan apoyando el crecimiento de nuestro ecosistema emprendedor”.
Y es que de acuerdo con el Global Innovation Index de 2021, que evalúa la constancia en aspectos innovadores como venture capital, investigación y desarrollo, espíritu emprendedor y producción de alta tecnología, Colombia ocupa el cuarto lugar en Suramérica.
“En el país se ve una evolución, una fuerza y una energía única que lo hace muy competitivo en la región. Hoy hay un escenario propicio para que aparezcan nuevos unicornios”, manifestó Mariano Mayer.
Por ejemplo, se destaca el éxito de Rappi, un unicornio y startup colombiana valorada en más de 1.000 millones de dólares, que puso al ecosistema local de empresas emergentes de tecnología en el radar de los fondos de venture capital más importantes del mundo.
Para Sacha Spitz, managing partner y cofundador de Newtopia, casos como el de Rappi le han permitido al ecosistema regional madurar y crear nuevas reglas de juego en inversión y acompañamiento que posibilitan a las startups convertirse en unicornios en menos tiempo.
“Esta compañía picó en punta, y eso generó una luz, una forma de hacer las cosas, y causó que más inversores de Estados Unidos y Europa comenzarán a dirigir sus miradas hacía Latinoamérica”, indicó.