Los precios de los insumos tienen a los constructores de obras civiles con los pelos de punta. Hace unas semanas el valor del acero se convirtió en el caballito de batalla de los edificadores de vivienda para pedir una mayor flexibilidad para importaciones de este insumo.

El argumento principal era que no había suficiente disponibilidad de varillas y otros materiales de este tipo en el país. La respuesta de los productores de acero fue inmediata. Explicaron que sí existía suficiente producción nacional para atender las crecientes necesidades.

Las ventas de viviendas siguen disparadas y al finalizar este año se prevén nuevos récords en comercialización de unidades nuevas. En los primeros 8 meses de 2021 se vendieron 150.000 viviendas, la misma cifra de lo que se vendió en todo 2017.

Los constructores agremiados en la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) explican que el acero ha tenido un “crecimiento insostenible” y ha generado, además de la disminución de metas físicas en todos los contratos de obra pública en ejecución, dos problemas adicionales:

Proyecto vial 4G Girardot-Ibagué-Cajamarca | Foto: Presidencia

El primero es que el índice de costos de construcción del DANE no está reflejando ese incremento y, por ende, no se les está reconociendo ese valor de ajustes a los contratistas, lo cual es totalmente contrario a lo establecido en las matrices de riesgos, debido a que esos incrementos inesperados y desbordados en los insumos afectan el equilibrio contractual.

Lo segundo que explica la CCI es que se están empezando a presentar innumerables reclamaciones que terminarán con altos costos en procesos jurídicos y fallos que ponen en riesgo al Estado.

Luego de la polémica del acero, ahora el turno es para el asfalto. Se trata de uno de los principales insumos y costos en la ejecución de vías y cuyo monopolio de producción es de Ecopetrol.

Según la CCI, la infraestructura contratada por obra pública tiene una afectación directa por los incrementos en el asfalto, toda vez que son contratos por precios unitarios, los cuales han sido pactados con anterioridad desde la firma del contrato y en todos los casos, se tiene previsto un único incremento anual muy similar al crecimiento económico o al de la inflación.

Las alarmas se encendieron cuando se conoció que Ecopetrol evalúa un nuevo incremento este segundo semestre cercano al 25 %.

“En caso de darse un incremento adicional del 25 % al asfalto como insumo fundamental en el mantenimiento, rehabilitación, mejoramiento y construcción de carreteras, casi que de manera directa, se disminuyen los alcances en todos los contratos en ejecución, de manera proporcional a ese incremento en los contratos de mantenimiento y rehabilitación”, explicó la CCI.

Entrega de kilómetros en la vía Pasto-Rumichaca. | Foto: ANI y Concesionario

El gremio hace cuentas de aproximadamente 150 contratos por 1 billón anuales para mantenimiento y rehabilitación de la red nacional de carreteras, donde la principal actividad es la instalación de la mezcla asfáltica y este insumo es la principal materia prima que al incrementarse.

Así las cosas, se disminuirían los alcances en la intervención, los cuales tienen previsto la atención de casi 10.000 km de vías nacionales, que de manera directa se verían reducidos los alcances de mantenimiento a aproximadamente 8.000 km.

En los contratos para el mejoramiento y construcción de vías nacionales, debido a que el insumo del asfalto se comparte con otras actividades como movimientos de tierra, estructuras de pavimentos, obras de contención y drenajes entre otros, la afectación esperada es mucho menor, sin embargo, se reducen también los alcances en la metas de intervención

Por ejemplo, se tienen contratados casi 12 billones de pesos para la pavimentación de más de 2.500 km de vías nacionales primarias, las cuales se reducirían las metas físicas de intervención en casi un 5 % de la longitud a intervenir (ya que es el peso promedio del asfalto dentro de la mezcla asfáltica y ponderándolo con todos las actividades en este tipo de contratos). Lo anterior implica que se dejarían de ejecutar más de 100 km de estas carreteras.

Huecos en Bogotá. Autopista Norte | Foto: Idu

Lo anterior, sin considerar el impacto en las vías terciarias, en los contratos de las entidades territoriales que también se realizan por el sistema de precios unitarios.

Según información de El Tiempo, Ecopetrol esgrime que no se registraron incrementos significativos en el precio del asfalto antes de 2018 y que el precio base en Colombia es inferior a otros países de la región.

Ante esos hechos, el presidente de la CCI, Juan Martín Caicedo Ferrer, dijo que si bien no se vieron aumentos en años anteriores a 2018, “la verdad es que en estos momentos se requiere una política pública, de Estado, que propicie y estimule el avance del necesario ejercicio de la reactivación, gracias al esfuerzo de la infraestructura y las obras públicas”.

Agregó que si bien la paridad internacional atada a los precios del crudo sugiere la posibilidad de tal incremento, la realidad es que son solventes las finanzas de Ecopetrol, hasta el punto de que la compañía reportó en el primer semestre utilidades muy notorias.

“Un incremento del 25 % en el precio del asfalto se convertiría, por el contrario, en freno de mano al ejercicio de reactivación impulsado por el Gobierno nacional”, aseguró.