El país necesita volver a encontrar su rumbo social y económico. La pandemia, el desempleo y la pobreza generaron mucha zozobra en la población.

Empresarios como Víctor Castillo, presidente de la Fundación Cardiovascular, con sede en Bucaramanga, están a favor de más impuestos o contribuciones de las compañías y del sector más pudiente del país para salir de la actual situación.

El médico asegura que la reforma tributaria que presentó el Gobierno hace unos meses fue inoportuna y no consultó la realidad social del país.

“No era el momento para ampliar la base tributaria debido a que en la clase media se habían perdido muchos puestos de trabajo y en el país se elevó la pobreza 10 puntos”, dijo.

Víctor Raúl Castillo, presidente de la Fundación Cardiovascular de Colombia.

Castillo aseguró que está de acuerdo con la propuesta de la Andi frente a la reforma tributaria que se debe llevar al Congreso en el segundo semestre, pero insistió en que la única salida a la actual crisis es volver a generar miles de empleos.

El ejecutivo recordó que en el primer trimestre del año la economía mostró un comportamiento positivo. “Es necesario seguir recuperando las empresas, el empleo y la educación en los jóvenes”.

También se refirió a la necesidad de bajar la tasa de contagios de covid-19 en el país para acelerar la recuperación económica. “Algunos grupos políticos aprovecharon la inconformidad social para echar más leña al fuego, como en el caso de Fecode”, dijo.

Para este alto ejecutivo, la tercera ola de contagios desbordó los sistemas de salud y por eso es necesario trabajar para reducir ese impacto en la población y en los negocios.

Castillo se mostró en contra de los subsidios como única salida para la actual situación. “Es necesario recordar a Antanas Mockus con su filosofía de todos ponen; estoy de acuerdo con eso”.

También es partidario de una economía social de mercado, la cual se basa en tres pilares: seguro de desempleo que incluya una política que incentive la generación de trabajo, como se dio en el Reino Unido; un sistema de salud sólido y mixto; y un plan estatal de pensiones fortalecido.

Para desactivar la bomba social que vive el país, el empresario también propone un sector empresarial muy resiliente.

La Fundación Cardiovascular llevó a cabo, en los últimos 18 meses, un plan ambicioso para ampliar la capacidad instalada, proteger al personal médico, asegurar los procesos de calidad y mejorar los números financieros. “Se puede decir que hicimos más en los últimos 18 meses que en la última década”, aseguró.

Castillo aseguró que la sociedad saldrá adelante de esta crisis y recordó que anteriores pandemias han durado en promedio cerca de tres años. “Yo creo que en diciembre estaremos mucho mejor”, afirmó.

Un equipo médico se prepara para rotar a un paciente de COVID-19 en la UCI del Hospital del Mar, en Barcelona, el martes 19 de enero de 2021. La escalada continuada de casos de COVID-19 tras las navidades en España ha vuelto a poner contra las cuerdas a los hospitales del país, amenazando la salud mental de médicos y enfermeras que llevan casi un año en primera línea de la lucha contra la pandemia. (AP Foto/Felipe Dana) | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

La Fundación Cardiovascular logró reaccionar rápidamente a la crisis actual.

Entre 2019 y 2020 creció el número de pacientes atendidos en 40 por ciento, mientras que entre 2020 y lo que va de 2021 el incremento es de otro 48 por ciento. Cualquier otra entidad habría colapsado en sus servicios asistenciales.

Sin embargo, este hospital logró ampliar sus servicios gracias a que venía desarrollando, desde hace años, ampliaciones significativas de las instalaciones. En la actualidad, cuenta con la unidad de Ecmo más grande de América Latina y una de las más grandes del mundo.

“El Ecmo es una terapia que extrae la sangre del paciente, la oxigena en una máquina y la vuelve a introducir”, explicó.Este procedimiento es fundamental cuando colapsan los pulmones de los pacientes con covid-19.

En una primera fase de ampliación de Ecmo se pasó de seis a 30 unidades y se está ampliando a 14 más, en parte, con contribuciones y donaciones privadas.

La Fundación, que integra varias unidades y hospitales, pasó de 350 camas antes de la pandemia a 750, lo que da una idea de la capacidad de respuesta de esta empresa.

Esta entidad cuenta -además- con un programa de ayudas a pacientes que vienen de otras regiones del país y que no pueden sufragar todos los costos del viaje. En una casa de la Fundación se da alojamiento y alimentos a algunos pacientes.