El gigante estadounidense de comida rápida McDonald’s aceptó pagar unos 1.250 millones de euros (US$ 1.300 millones) en Francia para evitar acciones penales por fraude fiscal entre 2009 y 2020, según un acuerdo aceptado este jueves por la justicia francesa.
El presidente del tribunal de París, Stéphane Noël, validó el pago de una multa de interés público de 508 millones de euros. La cadena de comida rápida aprobó también en mayo el abono de 737 millones de euros al fisco para liquidar su impuesto de sociedades evadido.
Al aceptar esta convención de interés público, la mayor cerrada con la Fiscalía Nacional Financiera (PNF), el grupo evita un proceso en Francia y resuelve su litigio tanto con la administración fiscal como con el Ministerio Público.
La justicia francesa sospecha que la empresa, en el punto de mira del fisco desde 2014, redujo artificialmente sus beneficios a partir de 2009 mediante el pago de cánones por la explotación de la marca McDonald’s a su matriz europea con sede en Luxemburgo.
Esto “condujo a la absorción de una gran parte de los márgenes generados por los restaurantes franceses y a la reducción de los impuestos pagados en Francia por las distintas estructuras del grupo”, señaló el presidente del tribunal judicial.
El fiscal del PNF, Jean-François Bohnert, destacó que se impuso el “monto máximo” de multa de interés público. El acuerdo completo representa además “2,5 veces la cantidad de impuestos evadidos” por el grupo, 469 millones de euros.
Esta “sanción real, tanto simbólica como económica” confirma la “eficacia” de la CIJP en el ámbito de la fiscalidad de las empresas, “en el que la sanción financiera constituye el medio más apropiado para responder al fraude transnacional”, agregó.
En un comunicado, McDonald’s celebró el acuerdo que “pone fin a un litigio fiscal y a una investigación fiscal sin admisión de culpa” y aseguró que trabaja con la administración fiscal francesa sobre su esquema fiscal.
La investigación penal se abrió a raíz de la denuncia de trabajadores de McDonald’s en París y del sindicato CGT. Los empleados pueden pedir ante un tribunal civil una compensación por los perjuicios.
El impronunciable nombre que tiene ahora McDonald’s en Rusia con el nuevo dueño
“Vamos para ‘Vkousno i tochka’.” Así es el nuevo plan en Rusia, donde los antiguos restaurantes del grupo McDonald’s fueron rebautizados, tras la salida de ese país, después de 30 años de presencia de la cadena de hamburguesas.
Todo se debe a una reacción al conflicto en Ucrania, por lo cual, muchas naciones han aplicado sanciones económicas a Rusia, pero en el caso de McDonald’s apareció un nuevo propietario que compró el negocio y lo rebautizó como ‘Vkousno i tochka’, que quiere decir “delicioso punto”.
El anuncio del nuevo nombre lo dio a conocer Oleg Paroyev, director general del grupo ruso, ahora propiedad de Alexander Govor. Voceros de los nuevos dueños del negocio de McDonald’s en Rusia aseguraron que los 51.000 exempleados de la cadena de restaurantes en toda Rusia conservarán su trabajo.
“Estoy muy orgulloso de que se me haya dado el honor de desarrollar esta empresa. Soy ambicioso y planeo no solo abrir los 850 restaurantes, sino también desarrollar otros nuevos”, dijo Govor.
El empresario tiene 62 años y operaba desde 2015, bajo la franquicia McDonald’s, 25 restaurantes en varias ciudades de Siberia, hasta que llegó a un acuerdo de compra del negocio el 19 de mayo pasado, tres días después de que McDonald’s informara sobre su salida del mercado ruso.
Oleg Paroyev dijo que los precios de las hamburguesas serían ligeramente más altos que los de la cadena estadounidense debido a la inflación en Rusia, pero aseguró que seguirían siendo “asequibles”.
McDonald’s, que había cerrado temporalmente sus restaurantes en Rusia a principios de marzo, anunció el 16 de mayo que se retiraba definitivamente del país y que vendía todas sus operaciones, justificando esta decisión por la necesidad de “mantenerse inflexible” con respecto a sus “valores”.
Un nuevo ‘look’
Los restaurantes tendrán un nuevo ‘look’. El logo amarillo de un par de arcos dorados que forman una M, fue reemplazado por dos rayas estilizadas naranjas que representan dos papas fritas acompañadas de un punto rojo.
“Intentamos hacer todo lo posible para que nuestros clientes no noten ninguna diferencia, ni en el ambiente, ni en el gusto, ni en la calidad”, afirmó Paroyev. Entre tanto, Govor prometió que “el gusto no cambiará”, y que, por el contrario, “intentará que sea mejor”.
Con esas premisas tienen la expectativa de que el número de clientes no disminuya sino que aumente. “Sobre todo que ahora es una empresa totalmente rusa”, dijo Govor.
*Con información de AFP.