En plena temporada de diciembre llega el aguinaldo para los usuarios del servicio de energía en tres departamentos de la región Caribe que reciben el servicio de la emprea Air-e, intervenida hace tres meses por el gobierno, justamente para mejorar el panorama, pero ahora será peor.

En La Guajira, Magdalena y Atlántico subirán las tarifas, situación que resulta contraria a lo que ha venido pregonando el gobierno y que, de hecho, hizo parte del programa que se anunció desde la campaña a la presidencia.

Por ello, desde mitad de este año, el mismo mandatario se había manifestado molesto porque las soluciones previstas desde el Ministerio de Minas no parecían suficientes para enfrentar el problema. Es más, de manera insistente, ha hablado de especulación y de un negocio manejado por unos pocos que, a su juicio, “tienen el poder de alterar los precios a su favor”, pues “Colombia es el único país en el que el costo de la energía no está regulado por el Estado”, dijo en octubre.

La mayor parte de los hogares no ha visto alivio en las tarifas de energía. La deuda de la opción tarifaria no se ha solucionado y el Estado les debe subsidios a las empresas.

El asunto es que ahora, Air-e está intervenida por el Estado, y aún así, habrá incremento en las tarifas.

¿Qué está pasando?

El exministro de Minas, Amylkar Acosta, experto en temas energéticos, aclaró el panorama. “No es que los generadores no le quieran vender energía a Air-e, sino que, para contratar bilateralmente la compra-venta de energía, la empresa debe constituir la garantía requerida, pero no tiene solvencia, liquidez ni flujo de caja para hacerlo”.

El experto explicó que Air-e solo tiene cubierto el 50 % de la energía que distribuye con contratos bilaterales, por lo que “se ve obligada a apelar a las compras de energía en la Bolsa, exagerando su exposición”. La empresa misma dijo que en octubre compró en Bolsa a 1.530 pesos kilovatio hora, lo que equivale a tres veces el precio promedio -de 313 pesos kilovatio hora-, que se podría obtener por medio de contratos directos con las generadoras.

La situación de Air-e es un morderse la cola, pues está intervenida, precisamente porque no tenía solvencia, debido a la crisis financiera que llevó a los directivos de la empresa a pedir la intervención para salvar las finanzas de la compañía.

Al estar intervenida, ahora “la Superintendencia de Servicios Públicos tiene la última palabra para solventarla”, señala Acosta.

Yanod Márquez, SuperServicios | Foto: Cortesía / SuperServicios

No obstante, ahí viene la otra espuela en el nudo que poco deja mover a Air-e. SEMANA conoció que, si bien se sabía que se requería 1 billón de pesos para respaldar la compra de energía en la compañía y poder sacarla así de de los cuidados intensivos en donde está, no solo por salvar una empresa, sino por garantizar la prestación de un servicio esencial, más aún, en esta temporada.

La plata, al parecer, estaba disponible. Findeter podía prestarla. Pero la transacción no se podía realizar, porque la Superintendencia no permite pagar deudas adquiridas antes de la intervención, dijo la fuente a este medio.

Consumidores, ‘paganinis’

El resultado de ese nudo es el que ahora impactará el bolsillo de los colombianos que habitan en los tres departamentos donde opera Air-e. Según Acosta, “mientras los precios en los contratos bilaterales están alrededor de 300 pesos el kilovatio hora, el precio en Bolsa está rondando los 600 pesos. Ese mayor precio se le traslada -vía tarifa- en su factura de consumo. De allí el anuncio por parte de Air-e de un incremento en la tarifa para diciembre del 6%, afectando a 1.300.000 usuarios”.

Factura. foto ilustrativa | Foto: Acueducto de Bogotá

Para muchos analistas, el mismo gobierno estaría dejando ahogar a la empresa que intervino. Acosta, por ejemplo, estima que la solución para Air-e sería bajar su exposición en Bolsa, lo que estaría en manos de la Superintendencia de servicios públicos y del Ministerio de Hacienda. ¿cómo?. “Asumiendo la deuda de la Opción tarifaria a la que se comprometió el Presidente Petro (300 mil millones de pesos) y girándole el pago correspondiente a los subsidios de los estratos 1, 2 y 3, que son 1,8 billones de pesos”, sugirió el experto.

De este panorama queda un interrogante, ¿logrará Air-e salvarse o, en definitiva, la intervención concluirá en que debe liquidarse?