Aviones y helicópteros parqueados. Ese es el panorama de las empresas de taxis aéreos y vuelos chárter que operan en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Ante la falta de controladores y bomberos aeronáuticos y el avance de la pandemia en el país, la Aerocivil decidió hace unos meses reducir el número de vuelos que se realizan en esta terminal, de 90 a 72.
Conforme se iba reactivando el sector aéreo y los viajeros volvían a comprar tiquetes, se evidenció una situación de caos y trancón aéreo, especialmente en las horas pico.
Los viajeros y aerolíneas por estos días reportan largas colas en la terminal aérea y en las dos pistas. Entre 7 y 9 de la mañana y al finalizar la tarde, las filas de aviones parecen interminables.
“Yo no veo ni siquiera 72 operaciones por hora, son cerca de 47 operaciones, es decir, un despegue o aterrizaje cada 5 minutos, eso es increíble para un aeropuerto como El Dorado”, dijo a SEMANA el gerente y principal accionista de Searca, Jorge Campillo. Searca, que tiene una flotilla de 25 aviones, fue creada hace 27 años y se dedica al negocio de taxi aéreo y vuelos chárter.
El empresario registró este lunes (19 de julio) con su móvil parte de la difícil situación. Se evidencian varios aviones parqueados en su hangar, situación que genera sobrecostos para esta firma. “Algunas aerolíneas y personas creen que nosotros atendemos solo a los ricos o personas de poder adquisitivo alto, pero se equivocan; el 80 por ciento de nuestros servicios son para atender el transporte de personal operativo de pozos petroleros y minas”, dijo.
Los ingenieros y personal especializado que utiliza este tipo de servicios chárter deben llegar a los pozos o minas en un día y hora determinado para realizar los relevos, asesorías o reparaciones.
Además, a algunas pistas de los Llanos Orientales y el norte del país solo vuelan estos aviones y compañías, por lo que se trata de un servicio esencial para petroleras, mineras, concesiones y otras actividades.
Campillo aseguró que a las autoridades les faltó previsión, pues no se incluyó en el esquema de vacunación prioritario a los controladores aéreos y bomberos aeronáuticos.
“Queremos abrir la economía y reactivar el turismo, pero así es muy difícil”, dijo.
El empresario aseguró que si no se resuelve el problema se verá obligado a suspender las operaciones en los próximos meses. De 12 operaciones al día que tenía antes de la pandemia pasó a una o ninguna.
¿Qué dice la Aerocivil?
La Aerocivil le explicó a SEMANA -a través de un portavoz- que hace unas semanas logró conseguir 3.000 vacunas contra la covid-19 las cuales están siendo distribuidas entre el personal de la entidad.
Sin embargo, es necesario esperar a que todo este personal cuente con los biológicos (y las semanas para que hagan efecto) antes de pensar en una reactivación completa.
“No hay fecha para una eventual normalización de las operaciones, todo depende del ritmo de la vacunación, no podemos exponer al personal”, dijo la fuente de la Aerocivil.
En el entretanto, las aerolíneas se pelean semana a semana cada uno de los espacios en la mañana y en tarde para despegues y aterrizajes, pero claramente la disponibilidad no es suficiente.
Una particularidad es que en El Dorado los ministros y sus aviones tienen prioridad para realizar despegues y aterrizajes. También la Policía Nacional, el Ejército y la Fuerza Aérea. Se trata de uno de los pocos aeropuertos de gran capacidad y tráfico en el mundo que combina la operación de vuelos de este tipo con el de las aerolíneas. Eso sin contar los cientos de vuelos de ejecutivos.
La Aerocivil también explicó que muchas veces el personal de las empresas de vuelos chárter se equivoca diligenciando los permisos o solicitud de permisos y que eso explica parte de los retrasos.
Lo cierto del caso es que los viajeros - como siempre- son los que pagan los platos rotos con demoras en los vuelos y hasta cancelaciones.
Searca tiene 154 empleos y su presidente Campillo explicó que durante la cuarentena mantuvo a flote la compañía gracias a algunos créditos y servicios como el transporte de medicinas y vacunas. Sin embargo, la situación es insostenible a mediano plazo.
“Tengo deudas y los bancos ya me cerraron el crédito, la situación es muy compleja”, dijo.
El nuevo director de la Aerocivil, Jair Orlando Fajardo Fajardo, debe tomar el control cuanto antes de la situación para evitar un mayor daño en las operaciones y economía.