‘Un presidente liderando una estigmatización contra las empresas y diciendo que no quieren pagar impuestos y que no apoyan la paz’, dijo Bruce Mac Master, líder del gremio empresarial (Andi) a través de sus redes sociales, luego de lo cual, desde el gabinete del mandatario de los colombianos, Gustavo Petro, respondió el asesor Juan Fernández que sonó aún más agresivo: ‘no será que lo que hace falta es un interlocutor válido en la Andi?’.

El episodio de este miércoles, entre el gobierno y el empresariado, sonó a ruptura en las relaciones, las cuales son claves para ambos bandos. Por un lado, porque cualquier proyecto de desarrollo en una nación, requiere de las empresas, y, a su vez, las compañías necesitan tener confianza en la administración.

Por esa razón, SEMANA consultó a Bruce Mac Master para poner el termómetro a la temperatura de una relación que, necesariamente, debe ser de escuchar al otro.

SEMANA. ¿Qué fue lo que tanto molestó y llevó a la Andi a responder al gobierno y entrar en esa situación tensa?

Bruce Mac Master. Desde este gremio hemos llamado la atención sobre un comportamiento recurrente. Hemos dicho que no tiene ningún sentido que el presidente, además, un presidente que se precia de que es democrático, que genera el diálogo, incluso, que hasta dice defender minorías y de entender justamente lo que significa la estigmatización, haya decidido permanentemente hablar en contra de las empresas y del gremio que las representa.

Bruce Mac Master aseguró que la disparada del dólar también se debe a las incertidumbres que se tienen actualmente alrededor de las políticas del nuevo gobierno de Petro. | Foto: Juan Carlos Sierra

Me ha parecido grave. Nosotros estamos dispuestos a tener todas las conversaciones del mundo, a dar todas las discusiones del mundo con él, pero no me parece que le haga bien al país estigmatizar compañías y decir que no quieren pagar impuestos o que no están de acuerdo con la paz.

Es una queja que le estoy planteando, le estoy haciendo caer en cuenta para que, si de alguna manera le parece bien la defensa del debate democrático, se de cuenta que se le está yendo la mano en su interpretación.

SEMANA. Al comienzo del gobierno escuchamos al presidente Gustavo Petro resaltando el papel que tendrían las empresas en la consolidación de su programa de gobierno. Vimos también a la Andi muy receptiva con los mensajes que enviaba el mandatario. ¿Qué pasó después para que reventaran relaciones? ¿La gota que llenó la copa fue la tributaria?

B.M.M. Nosotros no hemos reventado ningunas relaciones. Con excepción de lo que dijo este señor hoy (Juan Fernández) que me parece muy desatinado, no he tenido ninguna diferencia más.

Reto a cualquiera a que revise todas mis intervenciones. He sido particularmente respetuoso al dar los argumentos técnicos; en decir lo que nos parece bien y lo que nos parece mal y cuáles pueden ser las consecuencias.

Creo que el gobierno no puede ser tan irascible. Cuando se encuentra con que no tiene argumentos, entonces decide, primero descalificar al sector empresarial, y luego enviar mensajes como el de hoy (miércoles).

Soy consciente de que ellos están aprendiendo a interrelacionarse, pero deben entender que son en este momento el pilar de la democracia y tienen que defenderla, propiciarla, generar mecanismos de discusión y de debate.

Tengo la ilusión de que el presidente Petro implemente esas ideas que expuso desde el comienzo, según las cuales, el desarrollo y las oportunidades se basan en generar mecanismos para que la gente pueda trabajar y pueda hacer cosas mejores. En ese contexto, es muy importante recibir la opinión del otro.

SEMANA. Entre los colombianos se percibe que la luna de miel entre el empresariado y el gobierno llegó a su fin. ¿Lo ven así?

B.M.M. El papel del empresariado no es estar de luna de miel con el gobierno. Tampoco de enemigo. El papel nuestro es ser objetivos. No podemos ser de odios ni de amores. No es el papel de alguien responsable en lo público. Cuando se tienen responsabilidades en lo público hay que tener la serenidad, la objetividad y la madurez suficientes para entender qué es lo bueno y que es lo malo. Con base en eso se empieza a mover en un mundo en el que las opiniones son diversas.

No siento que voy a estar nunca de luna de miel con el gobierno, ni siento que el gobierno es enemigo mio.

Realmente, quien termina afectándose es el país y la democracia. No es esa la frecuencia en la que nosotros funcionamos.

SEMANA. Se habla de un ambiente de incertidumbre. Dentro del gremio de la Andi qué tan frecuente es que las empresas mencionen que se van a ir del país, como dicen algunos opinadores.

B.M.M. No. Las empresas siempre están midiendo cuáles son las condiciones en las cuales están operando. las empresas quisieran tener un ambiente de certidumbre, de serenidad. Un ambiente que sea propicio para estar aquí y no en otro país.

En este momento hay una señal de inquietud, quizás la más evidente es el dólar, pero también el nivel de inversión, el valor de las acciones bursátiles, especialmente las de Ecopetrol. Ese tipo de cosas las empresas las van a estar midiendo todo el tiempo.

Hay una incertidumbre muy grande y siento que el gobierno debería asumir dentro de sus tareas: generar un ambiente de confianza. No es para nada valioso que el gobierno no asuma ese papel, pues es quien tiene que producir confianza en la economía, en el Estado, en las normas, en las regulaciones.

SEMANA. ¿Entonces, la molestia empresariado no es tanto por la tributaria sino por el desatino de los mensajes que se están enviando desde el gobierno?

B.M.M. Hay de todo. Si a un contribuyente le dicen que le van a poner impuestos que destruyen la rentabilidad, ahí hay una incertidumbre grande.

Si dicen que no va a haber más exploración petrolera y una empresa está en ese sector, hay preocupación. Es una combinación de todo.

El gobierno tiene que entender que en términos generales, incluyendo la tributaria, tiene que dedicarse a construir confianza.

SEMANA. Suena algo difícil. Se trata entonces de recoger el agua derramada, recoger mensajes emitidos es algo complejo. El dólar, por ejemplo, subió de precio, aún con el mensaje enviado por el ministro de Hacienda para tratar de inducir la calma.

B.M.M. Justamente, el dólar es un indicador de muchas cosas, de oferta y demanda, y a su vez, la oferta y la demanda son el resultado de confianza de la actividad, de los flujos de capitales... Es un termómetro de muchas cosas.

SEMANA. ¿Qué mensajes esperaría el empresariado en medio de estas aguas turbulentas?

B.M.M. Sería muy importante que exista una idea expresamente transmitida de que se quiere construir un escenario propicio y amable para que se den los emprendimientos, para que lleguen los inversionistas locales y extranjeros.

Queremos hacer todo lo posible para que haya más empresas y más empleo. Ese tipo de mensajes tienen mucho poder y generarían beneficios, pues se crearía un círculo virtuoso: le iría bien al gobierno, a los empresarios, a los trabajadores, a la economía. Son acciones que no son tan costosas.

Invito al presidente Petro a que se olvide del trino que hizo y yo también me olvido y establezcamos mecanismos de conversación democrática en la que ellos aprendan a escuchar las voces con las que no estén de acuerdo.

Si uno cuando está en el gobierno no está de acuerdo, ya sea con un periodista, un opinador, un líder gremial, un dirigente sindical; la salida no es anular a otra persona y a que me pongan otra.