SEMANA: Recientemente se había programado una reunión entre el Ejecutivo y el Consejo Gremial, que fue aplazada y reprogramada. ¿Qué expectativas tienen?, ¿con cuántos pendientes llegarán a ese encuentro?
BRUCE MAC MASTER (B. M. M.): Sí, nosotros habíamos pedido esa reunión desde hacía ya varias semanas, pues una de nuestras grandes preocupaciones actuales es lo que se está presentando en estos momentos en el territorio alrededor de los temas de seguridad. Es muy importante poder expresarle al Gobierno nuestras preocupaciones, contarle los casos que conocemos y oír del Gobierno cuáles son sus acciones y estrategias; qué les va a ofrecer a los ciudadanos. Los ciudadanos sentimos que tenemos derecho a que el Estado nos proteja. No podemos perder de vista el derecho fundamental a poder vivir en paz y para eso el Estado tiene una obligación.
Ese es el primer tema para el cual habíamos solicitado el encuentro, pero, por supuesto, hay que aprovechar la reunión con el presidente para seguramente tocar otros temas y, seguramente, él también tendrá otros temas para conversar. Después de eso nació la idea de que podía haber un acuerdo nacional y nosotros estamos muy atentos a ver cuál es la propuesta, hacia dónde se quieren llevar y cómo se puede conversar y construir. Estamos muy expectantes alrededor de esa reunión.
SEMANA: Justamente sobre ese acuerdo nacional, ¿ustedes como sector privado y empresarial tienen algunas propuestas?
B. M. M.: El acuerdo nacional debe ser sobre los temas fundamentales, como el bienestar de la ciudadanía, el funcionamiento de las instituciones, la presencia y el control del Estado en el territorio nacional. Queremos también discutir sobre cuál va a ser la metodología para, eventualmente, evaluar las propuestas que haga el Gobierno o las propuestas que hagamos nosotros y cómo alrededor de ellas se puede construir algo que sea bueno para la ciudadanía. Aclaro que esto lo hablo no a nombre del Consejo Gremial, sino de la Andi.
SEMANA: Casi desde el arranque del actual Gobierno existe cierta tensión entre el sector empresarial y el Ejecutivo. ¿Cree que con reuniones como las que se tienen pactadas y con el acuerdo nacional se podría mejorar esa relación?
B. M. M.: Es que yo creo que los grandes temas nacionales no pueden depender de simpatías o antipatías o de lejanías o cercanías. Eso es un tema, en mi opinión, verdaderamente menor respecto de los grandes temas nacionales. Todos debemos tener en nuestra mente la idea de que tenemos una responsabilidad inmensa con los colombianos y que no nos podemos enredar eventualmente con temas de interrelación. Todos debemos asumir la responsabilidad que tenemos frente al país.
SEMANA: Tras el reciente Congreso de la Andi, se habló de los aplausos que allí recibió el fiscal Francisco Barbosa, y de hecho fue uno de los argumentos del presidente Petro para explicar su ausencia al evento, pues dijo que no se prestaría a encerronas. ¿Sí era una encerrona?
B. M. M.: Nosotros, por supuesto, no tenemos la intención de generarles incomodidades a ninguno de los invitados que van a nuestro evento. Invitamos a todas las ramas del poder público a participar. Algunas fueron más aplaudidas que otras, pero nosotros no podemos calificar cuál discurso genera más o menos apoyo o aplausos. Nosotros le garantizamos siempre a cualquiera de nuestros invitados que va a tener un ambiente amable y respetuoso. Y eso siempre lo hemos dicho. Así se lo dije yo a los ministros que participaron, les garanticé que no iba a haber ninguna situación incómoda.
Yo no sé verdaderamente cuáles fueron las razones para que no nos hubiera acompañado el presidente. En todo caso, quienes hablan en el escenario son personas muy curtidas en auditorios con mucha gente y no creo que nadie se sienta intimidado por auditorios de este tipo. Pero más allá de eso, lo que hay que hacer es pasar la página y tratar de buscar un diálogo fluido, sobre todo lo que le sirva al país. No se trata de ganar ni una pelea, ni de una discusión.
Por supuesto, hubiera querido contar con el presidente, para nosotros era muy importante y no porque fuera un acto formal, sino porque es un momento muy clave de diálogo. Es un símbolo importante también para el sector inversionista y para el empresarial que se la juega por Colombia. Saber que podemos contar con el jefe del Estado y con el cual podemos conversar. No es lo mismo, por supuesto, una reunión con cabezas de gremios que una con los empresarios directamente. Quizá voy a proponer que, en el futuro cercano, repitamos y podamos tener el diálogo que no se dio. Invito al Gobierno a que lo hagamos.
SEMANA: ¿Qué análisis hace del proyecto de reforma laboral que fue recientemente radicado en el Congreso?
B. M. M.: Yo todavía no estoy haciendo un análisis de la reforma, ni sobre sus efectos sobre el empleo, la informalidad o la actividad económica. Nos toca correr los modelos y pedirle al Gobierno que también los corra, para que los ponga a disposición del Congreso. Me parece un poco ligero, en este momento, tratar de hablar de las cosas buenas o malas de la reforma. Es un tema muy serio con el cual no podemos jugar. Tenemos en nuestras manos el empleo de muchas familias colombianas y es una responsabilidad inmensa. No podemos tomar decisiones a la ligera.
SEMANA: Otro frente que en este momento genera mucha preocupación es el de la salud, en especial tras el anuncio de tres grandes EPS de que están desfinanciadas. ¿Qué tanto le preocupa ese anuncio?
B. M. M.: La gran preocupación que nosotros siempre hemos expresado alrededor de la discusión en salud es que pueda haber eventualmente problemas en la continuidad del servicio a los pacientes. Claro que hay que mejorar muchísimas cosas, pero si algo logramos en Colombia es una cobertura alta, así como unos niveles de atención altísimos. Entonces uno no puede tomar ningún riesgo que implique, eventualmente, que el servicio se vaya a ver interrumpido o afectado.
Y yo creo que cualquier discusión que se dé en este momento, cualquier actuación por parte del Gobierno, las EPS o de las IPS, debe tener en el centro de sus objetivos a los pacientes. No se puede olvidar eso. Por muchas discusiones que tengamos, por mucha ideología, por muchísimas ideas que tengamos de cómo pudiera ser mejor el sistema, tenemos una gran responsabilidad con los pacientes. No podemos, eventualmente, ni por razones políticas ni por razones económicas, poner en juego eso.
SEMANA: Al igual que con la salud hay preocupación con el bajo crecimiento económico del país, en particular del segundo trimestre. ¿Cómo ve este tema?
B. M. M.: Nosotros estamos por publicar los resultados de la encuesta de opinión industrial conjunta y nos están dando resultados muy malos. En diciembre del año pasado habíamos proyectado un crecimiento como el que se presentó en el segundo trimestre de este año. Y eso no era ni para darle malas noticias al país, ni para ser aves de mal agüero, sino para que se tomaran las medidas que permitieran que eso no se presentara o que pudiéramos mitigar el efecto de lo que estaba proyectado.
Sabíamos del efecto, por ejemplo, de la reforma tributaria. Sabíamos que si el Estado no era bueno gastando ese dinero en cosas que fueran sostenibles en el largo plazo, y tuviera más producción y más empleos, se iba a presentar lo que se está presentando. De hecho, tuve una discusión con el ministro de Hacienda de ese momento sobre el tema de crecimiento. Sabíamos también que el efecto de las tasas de interés iba a ser grande, así como el de la falta de confianza o de la crisis de incertidumbre sobre tasas de cambio, pues obliga al Estado a gastar más dinero en servicio de la deuda. Todo eso se sabía. Y se hicieron pocas cosas.
SEMANA: Y entonces ahora ¿qué se puede hacer?
B. M. M.: Siempre tenemos la responsabilidad de tratar de hacer lo mejor. Tenemos que impulsar fuertemente la infraestructura, poner a funcionar las asociaciones público-privadas de gran tamaño, así como la construcción y todos los incentivos al agro y a la industria que se puedan activar al instante. Estamos atentos a los incentivos para que la industria pueda aportar más. Es decir, son muchas cosas las que se pueden hacer, son muchos los pendientes que tenemos y si no los resolvemos pronto, pues se van a terminar ratificando muchas de las situaciones que habíamos pronosticado.