El primer trimestre de 2023 fue una sorpresa positiva en materia de crecimiento económico. Se esperaba que el país sufriera una marcada desaceleración, pero las estadísticas del Dane mostraron un avance del 3 por ciento del PIB.

En ese resultado fue clave el papel del sector financiero y de seguros, que entre enero y marzo de este año creció 22,8 por ciento, luego de haber crecido 6,5 por ciento en todo 2022. Se convirtió así, en 2023, en la actividad de mejor desempeño en el país, pese a que uno de sus indicadores claves viene a la baja.

Se trata del crédito, que está afectado por el alza de las tasas de interés que está realizando el Banco de la República desde octubre de 2021 y que hoy las tiene en 13,25 por ciento, su nivel más alto del presente siglo. Las cifras de la Superfinanciera indican que en abril de este año la cartera de créditos reportó el primer crecimiento real anual negativo luego de 20 meses de datos positivos, con -0,49 por ciento. En este resultado influyó la caída de 2,73 por ciento de la cartera de consumo y de 0,98 por ciento de la de vivienda. Por el contrario, los créditos para las grandes empresas y para las micro aún registran crecimientos reales (descontando inflación) de más del 1 por ciento, lo que evidencia que no se ha frenado la financiación para que el país siga produciendo.

Pese a las mayores alzas de interés, el sector financiero ha lografo aumentar sus utilidades este año. | Foto: Semana

Pese al menor ritmo de la cartera, las entidades financieras siguen registrando buenos resultados, con utilidades por 9,8 billones de pesos en los cuatro primeros meses de 2023, esto es 418.936 millones más que un año atrás. Los principales responsables de esta cifra son los establecimientos de crédito y las aseguradoras. Paralelamente, los recursos que les administran las entidades financieras a sus clientes generaron ganancias de 49,3 billones de pesos, impulsados, en especial, por las rentabilidades obtenidas por los fondos de pensiones y las fiduciarias.

Detrás de estos resultados está una industria cada vez más sólida, en la que grandes conglomerados locales e internacionales han hecho sus apuestas por el país. Los 13 conglomerados financieros que vigila la Superintendencia del ramo ganaron el año pasado 15,6 billones de pesos, es decir, 17,9 por ciento más que en 2021. Aún no se tienen datos de 2023, pero es factible que por su tamaño y diversificación sigan con resultados positivos.

El crédito bancario hoy está decreciendo, los más afectados son los préstamos de consumo y los hipotecarios.

Por activos, los conglomerados financieros más grandes son, en su orden, Sura, Bancolombia, Aval y Bolívar, todos de capital colombiano. El más grande de los internacionales es el español BBVA.

Este año, a los conglomerados financieros se unirá el Grupo Bicentenario, el cual reúne 14 entidades públicas que hacen labores de créditos, seguros y garantías y que está pendiente de que la Superfinanciera los declare como tal. Las cifras reportadas, por ahora, ante la Supersociedades, indican que el Grupo Bicentenario cerró 2022 con activos de 11,7 billones de pesos y utilidades por 1,2 billones. Al él pertenecen el Banco Agrario, Bancoldex, la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), Findeter, el Fondo Nacional de Garantías (FNG), Finagro, Positiva, Fiduagraria, Fiducoldex, la Previsora y Fiduprevisora. Está pendiente el ingreso de Enterritorio, el Icetex y el Fondo Nacional del Ahorro.

Tanto el Grupo Bicentenario como otros conglomerados financieros se han comprometido a continuar otorgando préstamos con el objetivo de evitar un mayor freno en la economía y para aumentar la profundización financiera. Este indicador mide la relación entre la cartera bruta y el PIB, y en abril se situó en 44,9 por ciento. Un mayor valor en este indicador implica más disponibilidad de servicios financieros en la economía, lo cual beneficia la inversión, el emprendimiento y el crecimiento.