En un entorno macroeconómico caracterizado por los bajos niveles de crecimiento económico e inversión, el sector financiero colombiano se puede enfrentar a los retos derivados de ello, pese al presente deterioro de cartera que se viene experimentado. Esto ha conllevado seguir políticas claras en el manejo de los riesgos inherentes a este tipo de situaciones, y trabajar de la mano con sus clientes para seguir apoyando sus proyectos personales y/o empresariales de alguna manera efectiva y oportuna.

Según datos publicados por la Superintendencia Financiera, en marzo del 2024, los establecimientos de crédito reportaron utilidades por 2,35 billones de pesos, en un 36,49 % menos que respecto a lo reportado en marzo del año anterior. Además, la reducción de este indicador, el deterioro de cartera es un elemento que también llega a preocupar al sector.

En marzo, los indicadores de cartera vencida se han ubicado en niveles de 8,42 % y 3,62 % para modalidades de crédito de consumo y crédito comercial, lo cual incide en las colocaciones que se realizan en este tipo de productos.

Clara Escobar, directora ejecutiva de la Asociación de Compañías de Financiamiento, AFIC, aseguró que, “La situación actual plantea desafíos significativos para las instituciones financieras y para la economía. Sin embargo, es crucial destacar la solidez y el compromiso del sector para afrontar estos retos y seguir contribuyendo al progreso del país. Durante el primer bimestre de 2024, la solvencia del sector de Compañías de Financiamiento se mantuvo estable en torno al 16,6%, marcando así su fortaleza patrimonial, una señal alentadora frente a las condiciones desafiantes del entorno económico”.

Durante el primer bimestre la cartera vencida incrementó un 26,4 % respecto al año anterior. | Foto: derechos de autor no

Actualmente, se han identificado ciertos factores que han estado impactando con el recaudo de cartera, tales como puede ser la situación económica del país, las altas tasas de interés, la inflación y la reciente implementación de normatividad que limita la conectabilidad de los deudores, los cuales han dificultado la gestión en la cobranza. Los resultados de una encuesta realizada por AFIC, indican que la mayor tasa de morosidad se registra en hombres mayores de 26 años y mujeres de 40 años.

No obstante, es crucial resaltar que el sector ha adoptado varias estrategias para una gestión de cobro eficaz y considerada hacia el cliente. Estas estrategias abarcan modificaciones en los procedimientos internos de las organizaciones para cumplir plenamente con la nueva legislación en este ámbito, un reajuste de los objetivos de colocación y la colaboración entre los diferentes departamentos para garantizar el total cumplimiento de las limitaciones para la gestión de cobros.

Además, se han hecho programas de formación para las áreas de cobranza para ser eficaces en la recuperación de la cartera. Esto implica la actualización de los canales de servicio y/o contacto con los clientes, que son esenciales para comunicarse con los deudores e informarles sobre los mecanismos para normalizar su cartera y aliviar las cargas de morosidad.

Según Escobar, es importante que los bancos y las empresas de financiamiento mantengan una alta calidad en la cartera para que puedan seguir proporcionando el crédito que necesitan las familias y los empresarios. Asimismo, es crucial adoptar políticas de crédito que estén en línea con el entorno y proteger la salud del sistema financiero, lo que permite seguir apoyando eficazmente el desarrollo económico del país.

En marzo, los indicadores de cartera vencida se ubicaron en niveles del 8.42% y 3.62% para las modalidades de crédito de consumo y crédito comercial, lo cual incide en las colocaciones que se realizan en este tipo de productos. | Foto: Getty Images

La implementación de medidas dirigidas a una gestión proactiva para la recuperación de la cartera y los ajustes necesarios para lograr acuerdos cada vez más eficientes son factores clave para contrarrestar el aumento de la cartera vencida que presenta la situación económica del país.

En cuanto a las expectativas para el segundo semestre de 2024, son más optimistas con el esperado incremento en la colocación de créditos, por la disminución gradual de las tasas de interés, por una política monetaria más flexible y a una desaceleración de la inflación. Los cambios presentados indican un entorno más favorable, lo cual podría impulsar la actividad económica y contribuir a disminuir la cantidad de clientes en el sector.