Aunque suele decirse que las segundas partes no son buenas, el banco español Santander, que es uno de los 20 más grandes del mundo y que estuvo en Colombia hasta 2012, tomó una pausa de dos años y volvió al país con un nuevo enfoque de negocios para demostrar lo contrario.
En 1997, el Santander –que hoy tiene activos globales de 1.831 billones de dólares– llegó a Colombia con la compra de Bancoquia. Era un banco universal que atendía a personas y empresas, pero en 2012 le vendió su operación colombiana al chileno CorpBanca, que posteriormente le vendió a Itaú.
Santander estuvo por fuera dos años, pero regresó en 2014 enfocado solo en atender a clientes empresariales. Una década después, la entidad financiera ha venido ampliando su negocio en el país al punto que registran desembolsos de 64 billones de pesos en 10 años y hoy es el establecimiento de crédito número 12 por utilidades en el país, entre 31 bancos.
Martha Isabel Woodcock, presidenta del Banco Santander Colombia y quien llegó como practicante a esta empresa hace 26 años, explica que decidieron regresar al país porque tienen una fuerte posición en Suramérica (están en Brasil, Perú, Chile, Argentina y Uruguay) y “seguir fuera de Colombia no era viable; era estratégico regresar”.
Comenta que casi simultáneamente con su regreso crearon su banca de inversión en Colombia en 2014, pero luego entraron al segmento que denominan consumer, que es una línea de negocio para financiar créditos de vehículos, lo cual hacen de la mano de alianzas con importadores. “Hoy tenemos alianzas con importadores que representan el 25 % de las marcas de vehículos nuevos que se venden en Colombia y estamos en el top 3 de financiadores de vehículos en el mercado colombiano. Ahí tenemos unos 34.000 clientes”, explica la ejecutiva, que es una de las pocas presidentas de bancos que hay actualmente en el país, así como dentro del Grupo Santander. En este conglomerado las únicas mujeres al mando son ella y la CEO y dueña, Ana Botín.
El siguiente paso lo dieron en 2021 con la implementación del programa Prospera, el cual se dedica a ofrecer microcrédito productivo, pero no en las principales ciudades, sino en los municipios y ciudades intermedias. Están actualmente en 720 poblaciones de Colombia. “Para esto tenemos más de 600 asesores que van a buscar al tendero, al panadero, al vendedor ambulante, y hacemos el crédito. Es además una apuesta tecnológica, pues todo el proceso se hace sin papel y el crédito se demora máximo 24 horas”, precisa Woodcock.
En los últimos tres años han financiado a 141.000 microemprendedores con 600.000 millones de pesos y su idea es seguirse expandiendo a más territorios de Colombia
Para la presidenta del Santander en Colombia, la ventaja de este grupo es que conoce bien Latinoamérica y tiene la vocación para seguir creciendo en la región. Una de sus inversiones son los puntos de encuentro, que son los lugares donde se reúnen los asesores de microcrédito. No hay cajas como tradicionalmente se ven en un banco. La idea era abrir tres puntos ese año, pero ya llevan seis y completan 37.
Woodcock admite que el presente no es un momento fácil para la economía nacional, pero dice que es una buena época para prepararse y entender bien otros escenarios y otros ciclos. Dice, además, que en esta época es en la que el grupo ha invertido más en Colombia. Admite que en 2023 sus resultados estuvieron impactados porque se resintieron las carteras de vehículos y microcrédito, pero al final lograron ser positivos en medio de una industria que mostraba a muchos bancos dando pérdidas.
Esta ejecutiva dice que no perdieron porque se enfocaron en fortalecer sus políticas y acercarse más a los clientes. Este año han mantenido la misma estrategia y, como resultado, pasaron de ganar 3.085 millones de pesos en julio de 2024 a 14.790 millones, un año después.
Frente a los desafíos para el negocio bancario, Woodcock apunta a la inflación y a las tasas de interés, que espera que sigan bajando, y aclara que no es un tema solo de Colombia, sino global, por lo cualconsidera que la fortaleza de su entidad es que puede compartir las mejores prácticas que le han funcionado en otras geografías. Anunció, igualmente, inversiones por cerca de 70.000 millones de pesos en tecnología durante los tres próximos años en el país.