Empresas Públicas de Medellín (EPM) anunció en la noche de este lunes que le solicitó a la Alcaldía de la ciudad presentar el proyecto de acuerdo ante el Concejo a través del cual se pide la autorización para enajenar su participación no controlante en UNE EPM Telecomunicaciones S.A. (UNE) e Inversiones Telco S.A.S (Invertelco).

La venta, si se aprueba por el cabildo municipal, busca reorientar los recursos económicos obtenidos a iniciativas que gestiona directamente e integran su portafolio de negocios y, de esta manera, “cumplir efectivamente con los compromisos adquiridos en el Plan de Inversiones 2021-2023 por valor de 11,2 billones de pesos”, según destaca EPM.

Los esfuerzos principales están encaminados a culminar la Hidroeléctrica de Ituango, en donde se deben hacer inversiones adicionales por 2,1 billones de pesos, tras la emergencia presentada en 2018 y las obras de mitigación de riesgos que tuvo que poner en marcha la empresa.

“Para todo lo anterior, la empresa prevé utilizar su generación interna de fondos y una fuente alterna al mercado de capitales, que serían los recursos provenientes de la enajenación de las acciones en UNE y en Invertelco, en caso de que el Concejo de Medellín autorice dicha venta”, se precisa.

En los últimos días de mayo, tras una sesión de la Junta Directiva, ya se había aprobado el inicio de este proceso de enajenación, cuyo paso seguido es el trámite del proyecto de acuerdo. Fuentes de la Alcaldía de Medellín le confirmaron a SEMANA que la Administración va a radicarlo en los próximos días.

“Con esta decisión gana EPM y gana el país: se fortalece financieramente la empresa al permitir que recursos cuantiosos invertidos en el negocio de telecomunicaciones sean reorientados hacia los negocios y proyectos estratégicos del Grupo, en los que se destaca la terminación de la central de Hidroituango, la cual generará el 17 % de la energía que necesita el país, y que dará ingresos para EPM entre 1,5 y 1,7 billones de pesos al año (a partir de 2025)”, agregó el gerente general de EPM, Jorge Andrés Carrillo.

Entre los argumentos presentados por EPM se destaca que en 2014, cuando se realizó la fusión por absorción de UNE a Millicom Spain Cable S. L., donde el control administrativo y operacional fue asumido por el Grupo Millicom, la consultora McKinsey le recomendó a la empresa enfocarse en sus negocios propios y desinvertir en activos no estratégicos en los que no tiene control.

“Así mismo, en 2018, la consultora internacional Oliver Wyman recomendó que, considerando el contexto de la industria de las telecomunicaciones y su riesgo asociado, EPM enajenara su participación en UNE e Invertelco”, señala el texto.

Entre los planes de Daniel Quintero

El Alcalde de Medellín ya ha dado diferentes puntadas sobre la enajenación de UNE, principalmente, como un paso para seguir cumpliendo objetivos de su Plan de Gobierno, así como para poner en marcha el ‘Plan Joven y de Reactivación’, que busca lograr la recuperación económica de la ciudad tras los impactos de la pandemia.

La Alcaldía espera recuperar por esta vía unos 2 billones de pesos, lo que le caería más que bien en sus planes de reactivación. Pero en las actuales condiciones de Medellín, donde Quintero cuenta con el apoyo de la calle, pero no de los políticos ni de los empresarios, todo puede enredarse.

Hasta hace pocos días, se creía que el único interesado posible, dadas las condiciones de la compra, era Millicom, pero fuentes cercanas a las empresas le confirmaron a SEMANA que el proceso de venta de acciones, después de surtir un primer momento de negociación entre los dos accionistas, se abriría al público en general.

Para algunos analistas, este sería un buen momento para vender UNE, pues, con los cambios rápidos de la industria de telecomunicaciones, se aproximan grandes inversiones que EPM debería reconsiderar, dado que tiene por delante la recuperación de Hidroituango y el negocio en el Caribe, centrado en su filial Afinia.