El Metro de Bogotá vuelve a sonar en la esfera política. Esta vez, por cuenta de un estudio que fue mencionado en el Concejo de Bogotá, el cual fue realizado por la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI).
El documento, que tiene miles de páginas, según denunció en el Cabildo el concejal Julián Rodríguez Sastoque, tuvo que ser obtenido a la fuerza, con tutela, que fue desacatada, luego de la cual intervino un juez de la República, para que finalmente el estudio fuera revelado.
Luego del debate nacional que se desató alrededor del engavetamiento del estudio, por el cual se habría pagado la suma de 8.000 millones de pesos, el ministro de Transporte, William Camargo, salió en defensa del presidente Gustavo Petro.
“Quiero señalar, en primer lugar, que es una falta de respeto calificar al presidente de la República como mentiroso, realizando de manera irresponsable la publicación apresurada de fragmentos de documentos internos de trabajo, desinformando y emitiendo juicios falsos a partir de una lectura incompleta y descontextualizada de un estudio integral que tiene, en su totalidad, 5 tomos y más de 2.500 folios”, expresó con vehemencia el funcionario.
Al decir de Camargo, “lo que se ha divulgado del estudio está basado en un informe parcial que solo busca un protagonismo mediático”.
Para el jefe de la cartera de Transporte, el agravante es que la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura), hizo énfasis –por escrito– en que lo que se estaba entregando al peticionario correspondía a algunos de los insumos que hacían parte del informe final.
Además, le expresaron de manera tajante, al responder la petición, que los analisis de los proyectos piloto serían entregados de manera posterior, teniendo en cuenta la complejidad y volumen de la información.
Camargo manifestó además que, así como lo ha explicado en reiteradas ocasiones la ANI, se firmó un contrato con la SCI, el cual “efectivamente tiene un componente del metro”. No obstante, se trata de la definición de una metodología “para la planeación, estructuración y ejecución de sistemas férreos, de carga, pasajeros y mixtos”.
Al tener esa metodología, agregó el ministro de Transporte, será más ágil la evaluación de este tipo de proyectos por parte de las entidades nacionales competentes, dijo.
Nada debajo de la mesa
En el pronunciamiento hecho alrededor del tema, Camargo señaló que es el proceso natural de un estudio externo, someterlo a todos los estándares de calidad, pues en definitiva, el fin último es considerarlos como insumo para la expedición de una resolución que reglamente los requisitos para la participación del Estado como cofinanciador en los sistemas de transporte público.
El funcionario recalcó que el estudio divulgado corresponde a fragmentos y no representa la integralidad. “Es un documento interno no público que continúa en revisión y evaluación”.