Escuchar a premios Nobel, a economistas reputados, a políticos, deportistas o activistas reconocidos siempre ha sido atractivo para una creciente audiencia, que no solo está dispuesta a pagar buenas sumas de dinero por una entrada, sino que despejan sus agendas y se dan tiempo para aprender y conectarse con otros que comparten sus mismos intereses.
Esa visión la tuvo clara en 2003 Santiago Zapata, quien vio la oportunidad de montar una agencia de conferencias en el país. Inicialmente, pensó en traer una franquicia, pero terminó creando una de cero, pues además era necesario cambiar el chip sobre una industria en la que se creía que dar una conferencia era hacer un favor y se hacía gratis, pero que poco a poco se fue organizando. “En esa época había una firma que se llamaba Seminarium, que organizaba eventos, pero era difícil traer grandes conferencistas. Con insistencia logramos traer a Nando Parrado, uno de los sobrevivientes que protagonizan la historia de La sociedad de la nieve. Posteriormente, seguimos trayendo gente y también desarrollando conferencistas locales”, recuerda.
El primer conferencista colombiano de su portafolio fue el expresidente César Gaviria en 2004, luego su exministro de Hacienda, Rudolf Hommes y posteriormente algunos alcaldes y exalcaldes del momento.
Hicue Speakers, la agencia de conferencistas que creó Zapata, empezó a crecer en América Latina y a tener entre sus oradores a expresidentes de la región como los mexicanos Ernesto Zedillo y Felipe Calderón y el finado Sebastián Piñera de Chile. En 2017 abrieron operación en Miami para poder participar en la organización de eventos globales.
La intuición de Zapata no estaba errada, pues la industria global de conferencias, eventos y reuniones en general mueve cifras significativas y ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años. Según el estudio The Global Events Industry Market hasta 2022 se movían 1.190 millones de dólares por este concepto y se estima que para 2023 llegue a los 1.752 millones. En América Latina no se mueven cifras tan grandes como las de Estados Unidos y Europa, por temas como la capacidad de pago y la devaluación, pero un caso millonario fue en 2019 en el evento EXMA en el Movistar Arena, al que asistieron 7.500 personas. Allí habló Barack Obama y se dice que por una hora de charla ganó 600.000 dólares.
Los más taquilleros
Zapata dice que los conferencistas más demandados son los expresidentes Gaviria, Uribe y Santos (este especialmente después de ganar el premio Nobel). Asimismo, el actual jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mientras estuvo por fuera, tuvo una gran acogida.
Igualmente, los economistas reconocidos son muy demandados porque la gente necesita entender qué está pasando. Esta tendencia se ha acentuado desde 2008 con la crisis financiera que se desató ese año. Entre ellos sobresalen personas como Jeffrey Sachs. De la misma manera, hay bastante interés en temas de geopolítica, liderazgo, innovación y en deportistas. En el caso de Hicue Speakers, su primer conferencista de este grupo fue Cesar Rincón y luego formaron al exfutbolista español Carles Puyol.
Dado el giro a la izquierda que tuvo recientemente América Latina, en este momento hay una alta demanda por conferencista de otro aspecto político en la región como la diputada española Cayetana Álvarez, por su mensaje de centro-derecha; igualmente hay demanda por el venezolano Moisés Naim y por el economista español Xavier Sala Martín, para temas de innovación. A nivel local se mantiene el interés por escuchar a economistas como Mauricio Cárdenas, Juan Carlos Echeverry y José Antonio Ocampo, así como por tener como conferencistas a los exalcaldes Sergio Fajardo y Enrique Peñalosa.
Zapata señala que, aunque dentro del país se mantienen eventos grandes como Exma, con precios altos y nombres muy destacados, hay una dinámica creciente de eventos privados, particularmente gremiales, que también les apuestan a los conferencistas atractivos, donde no solo están los internacionales, sino colombianos como los deportistas Mario Yepes, Farid Mondragón y Óscar Córdoba, al igual que los tenistas Juan Sebastián Cabal y Robert Farah o la medallista olímpica Catherine Ibarguen, todos muy exitosos como conferencistas.
El fundador de Hicue Speakers dice que un buen conferencista tiene una tarifa promedio de unos 10 millones de pesos por evento, pero los que tienen credenciales más altas pueden llegar a los 20 o 30 millones. Actualmente, uno de los más costosos en el mundo es el jamaiquino Usain Bolt, cuya conferencia vale más que la de Obama, así mismo los actores de cine son grandes facturadores en el este campo, con tarifas que superan el millón de dólares por unas pocas horas de trabajo.