En mercados cada vez más competitivos, las empresas deben redoblar sus esfuerzos para retener tanto a sus clientes externos como a los internos (empleados). Aunque los programas de puntos o bonificaciones no sean una novedad, una empresa chilena ha optado por revolucionar este enfoque, buscando hacer las recompensas aún más atractivas y gratificantes para los beneficiarios.
Se trata de Apprecio, una firma de reconocimientos e incentivos que nació en 2016 y que desde hace dos años opera en Colombia. Su modelo de negocio consiste en el desarrollo de una plataforma web, en la que las empresas se inscriben y allí sus clientes o su fuerza de ventas pueden redimir los puntos que acumulan.
La ventaja de la plataforma es que tiene muchas más opciones de canje de las que podría lograr una empresa individualmente, además establecieron un valor de un peso por cada punto para facilitar las redenciones.
Jaime Villatoro, fundador y CEO de Apprecio, dice que ya tienen más de 2.500 empresas como clientes y aproximadamente 400.000 usuarios en la región (además de Chile y Colombia, también están en Perú y Ecuador). Originalmente, la empresa se llamaba Dcanje, pero cambió su nombre para reflejar mejor su propósito de gestión y simplificación de reconocimientos e incentivos.
En Colombia, la empresa logró crecer 300 % en su segundo año de operaciones con relación al primero. Para 2023 la meta es crecer mínimo el 100 %, acercándose a ventas por más de 10 millones de dólares y pasar de 300 a 580 clientes empresariales. En cuanto a beneficiarios, hoy atienden a 50.000 en el país.
Con más compromiso
Además de los servicios de fidelización, desarrollaron el índice de Engagement Apprecio, que les sirve a las empresas para medir y trazabilizar en tiempo real el comportamiento y el nivel de engagement de sus equipos de trabajo. Ese nivel hace referencia a cuán activamente se encuentra involucrado un individuo con una organización.
Apoyándose en Inteligencia Artificial y machine learning, el índice segmenta de manera automática a los usuarios en cuatro niveles de involucramiento y permite automatizar y activar iniciativas personalizadas para cada uno de los grupos.
Con esta información y evaluando a las 2.500 empresas que tienen como clientes pudieron concluir que los trabajadores colombianos son los más comprometidos con sus empresas, con 84 % del total, frente a 64 % de los peruanos y 53,5 % de los chilenos. Así mismo, hasta el año pasado, la cantidad de trabajadores que consideraba renunciar a su trabajo del momento se encontraba en un 45 % para Perú, en 59 % para Chile y en 40 % para Colombia.
Evidenciaron que las razones por las que los trabajadores abandonaría su empleo no se basan mayoritariamente en el salario, sino en temas como más autonomía, objetivos claros y reconocimiento por sus contribuciones.
“Las personas (trabajadores y clientes) prefieren cuatro veces más las marcas que saben cómo reconocerlos y premian su compromiso” insiste Villatoro y aclara que Colombia es su segundo mercado más grande con una participación de 23 %, detrás de Chile, que cuenta con 55 %. En México será su quinto mercado.
Su recomendación para los empresarios es que busquen un sentido de propósito, es decir, que tengan claras sus metas y objetivos, para que luego las puedan comunicar. “Frente a sus colaboradores, es bueno que les digan cuáles son las expectativas que tienen de sus respectivos roles, con objetivos medibles y trazables”, dice, al tiempo que aconseja promover una remuneración inteligente y a la medida con el llamado salario emocional.
Los programas de fidelización son comunes en el país y bastante competidos. A los de las aerolíneas, que permiten la acumulación de millas, se suman grandes plataformas como Puntos Colombia, que es una empresa creada por el Éxito y Bancolombia.
También está Tuplús, el sistema de puntos y beneficios del Grupo Aval y los que ofrecen cadenas como Falabella y Homecenter, un mercado nada despreciable teniendo en cuenta el elevado consumo de los colombianos. Las cifras de Raddar indican que tan solo en junio el gasto de los hogares fue de 80,7 billones de pesos.