El ibuprofeno es quizás uno de los medicamentos más usados en el mundo, por sus propiedades antiinflamatorias, antipiréticas y analgésicas, lo que pocas personas saben es que uno de sus mayores fabricantes no es una farmacéutica, sino una empresa que también es un fuerte proveedor de la industria de agroquímicos, de multivitamínicos para humanos y animales, al tiempo que fabrica insumos para producir shampoo, detergentes y bloqueadores solares.

Se trata de la multinacional alemana BASF, la cual llegó a Colombia hace 83 años tras comprar en Medellín una fábrica muy enfocada en la industria textil, pues en ese momento esta compañía, cuyo negocio son los productos químicos, había desarrollaron el pigmento para la tela de jean que le da su color azul. La planta de Medellín, infortunadamente, fue cerrada entre 1998 y 1999 y la empresa continuó en el país solo como comercializadora de químicos para atender sus 11 divisiones operativas. “La química es habilitadora y está presente en muchas cadenas de valor, que van desde los medicamentos, el cuidado del hogar, el aseo personal, las pinturas, etc.”, explica el caleño Alberto Zúñiga, director de BASF para Colombia, Ecuador y Venezuela, quien ratifica que su compañía es el mayor fabricante de ibuprofeno a nivel mundial.

Alberto Zúñiga, director de BASF para Colombia, Ecuador y Venezuela | Foto: BASF

De hecho, se estima que la industria química representa el 14 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la industria manufacturera del país, siendo la segunda industria que más aporta al PIB. Durante el primer trimestre de 2022, el sector presentó un crecimiento superior al crecimiento del PIB Nacional, llegando a 11,5 %.

En el caso de BASF el año pasado registró una facturación de 814.586 millones de pesos, 36 por ciento más que un año atrás y se ubicó como la segunda mayor empresa del sector de químicos del país, según el ranking de las 5.000 mayores empresas de Dinero. Al cierre del tercer trimestre de 2022, registró en Colombia un crecimiento en sus ventas de 47%.

La industria química es una de las que más pesa en el PIB de la manufactura colombiana. | Foto: BASF

Laboratorios de cocreación

Zúñiga explica que debido a que la industria química es intensiva en el uso de activos y requiere fábricas con economías de escala, desde la casa matriz decidieron cerrar la planta de Colombia por la fuerte crisis económica que vivió al país a finales del siglo pasado, pero que hoy han logrado crecer con los clientes y eso les permitió no tener despidos durante pandemia. Así mismo, en Colombia cuentan con dos laboratorios de cocreación: uno en Cali para Care Chemicals, que son los que se dedican a producir insumos para cosméticos, detergentes y limpiadores, y otro laboratorio para dispersiones u resinas, el cual desarrolla nuevas formulaciones para pinturas y para el asfalto.

“El 2020 no fue un año bueno, pero 2021 estuvo muy bien y este 2022 esperamos cerrar aún mejor. Estamos optimistas con nuestra división agrícola, que incluye productos para la protección de cultivos y semillas, los cuales no dependen de los productos de Rusia y Ucrania, pues usan otros insumos y eso nos ha beneficiado en la actual coyuntura”, explica el directivo de Basf.

Esta multinacional también está en proceso de usar más materias primas orgánicas, aprovechando su presencia en Sudamérica. De hecho, ya tienen un portafolio de más de 10.000 soluciones a base de cannabinoides. Otro de los negocios en los que están creciendo es la venta de aditivos para el reciclaje de plásticos y que queden como nuevos.

Para 2023, el plan de Zúñiga es seguir creciendo del lado de sus clientes, enfocados en temas de sostenibilidad. Precisamente hace poco desarrollaron junto con Esenttia el Hub Círculos, un espacio para promover la economía circular entre diversos actores de la cadena de valor química, facilitando la colaboración en torno a un modelo de circularidad que inicia desde el diseño y va hasta la recuperación y transformación de material reciclado de plásticos y textiles.

Zúñiga aclara que en lo que sí les afecta la guerra en Ucrania es en el precio del petróleo, que es fundamental en la industria petroquímica y la evolución de los precios del crudo será fundamental para su negocio el año entrante, así como el impacto de la más reciente reforma tributaria y qué tanto se desacelera el consumo.

Igualmente, Basf ya ha reactivado desde acá su negocio en Venezuela, aunque lo hacen a paso lento para garantizar los pagos.