Una caída de 8,8 por ciento en la cantidad de horas de trabajo a escala mundial, equivalentes a 255 millones de empleos de tiempo completo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es una de las mayores repercusiones provocadas por la pandemia al finalizar el año pasado.
Colombia no fue ajena a dicha dinámica. Según el Dane, la tasa de desempleo aumentó 5,4 puntos porcentuales al pasar de 10,5 en 2019 a 15,9 en 2020.
Esto impactó directamente el sistema de subsidio familiar, pues se produjo una disminución del 4,39 por ciento en el número de afiliados a las cajas de compensación, operadores de las políticas sociales del Estado colombiano desde 1954.
Sin embargo, según destaca Julián Molina Gómez, superintendente de Subsidio Familiar, este sistema, que cubre a cerca de 40 por ciento de la población nacional –cerca de 20 millones de personas–, amparó a más de 300.000 cesantes con un subsidio, cuyo monto total superó el medio billón de pesos.
¿Cómo cambió la pandemia el quehacer de las Cajas de Compensación?
Julián Molina Gómez: Las cajas de compensación enfrentaron el gran reto de adaptarse al distanciamiento social y a la virtualidad. Fueron pioneras en establecer mecanismos de atención al ciudadano a través de plataformas virtuales que les permitieran continuar prestando los servicios, manteniendo su calidad.
Un gran ejemplo es la ayuda a los trabajadores que perdieron su empleo durante 2020. Esto demandó que las cajas concentraran su capacidad en el reconocimiento y la entrega de los subsidios de protección al cesante. La pandemia ocasionó más de 400.000 desafiliaciones, y cada una de ellas representa una persona que perdió su empleo durante 2020. Sin embargo, con el subsidio se logró amparar a más de 300.000 cesantes, garantizando sus derechos sociales como son salud y pensión. El valor total de los subsidios otorgados superó el medio billón de pesos.
¿Cuáles fueron los problemas causados por la crisis en el sector?
JMG: El impacto de la pandemia en el sistema de subsidio familiar se evidencia en la disminución en 4,39 por ciento del número de trabajadores afiliados a las cajas de compensación en 2020 frente a los registrados en 2019.
En 2019, el sistema contaba con 9.670.000 trabajadores afiliados, cifra que disminuyó a 9.245.000 al cierre de 2020. Es decir, un total de 425.594 afiliados menos. Esto, por supuesto, impactó a las familias de los trabajadores, pues también representó una disminución de 7,8 por ciento de las personas a cargo del trabajador, y cerró 2020 con 10.436.000 personas a cargo. Ellos son los familiares que tienen derecho a la cuota monetaria, entre los que se encuentran los hijos menores de edad, padres dependientes mayores de 60 años y personas con capacidad física disminuida.
¿Cuáles han sido las acciones para recuperar el terreno perdido?
JMG: Estamos enfocados en dos aspectos: el primero es apoyar al Gobierno nacional en la recuperación económica y del empleo, aumentando así el número de afiliados al sistema. El segundo es continuar ejecutando los programas que ya están ayudando a los colombianos: se seguirán otorgando los subsidios al desempleo, a vivienda y la cuota monetaria.
En cuanto al subsidio al cesante, que cubre las cotizaciones en seguridad social, se seguirán dando dos salarios mínimos legales mensuales vigentes, divididos en tres mensualidades, de los recursos del Fondo de Solidaridad de Fomento al Empleo y Protección al Cesante (Fosfec). El año pasado, con recursos del Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), se entregaron subsidios por 55.000 millones de pesos, ampliando la cobertura a 21.000 personas adicionales.
También se creó un auxilio a cesantes en lista de espera, que permitió otorgar a 162.000 personas una transferencia de 160.000 pesos mensuales hasta por tres meses, para lo cual se destinaron en total 77.000 millones de pesos.
¿Cuál será el aporte del sector en la recuperación económica?
JMG: La mayor contribución de las cajas de compensación es continuar con el apoyo a los trabajadores de menores ingresos, manteniendo los pagos de subsidios monetarios y la prestación de servicios sociales.
En 2020 se realizó el pago por concepto de cuota monetaria a un promedio de 4,7 millones de personas; es muy probable volver a alcanzar el promedio de 2019, antes de la emergencia sanitaria, cuando se pagó por este mismo concepto a 5 millones de personas mensualmente.
¿Cómo va la entrega de los auxilios de desempleo?
JMG: Este año continúan abiertas las postulaciones para recibir el subsidio de desempleo a quienes hayan perdido sus puestos de trabajo a partir de la expedición del decreto que declara el estado de emergencia económica, social y ecológica, orientado a mitigar los efectos económicos negativos causados por la pandemia del coronavirus. Para este subsidio pueden aplicar trabajadores dependientes e independientes de los sectores público y privado pertenecientes a las categorías A y B, o sea que hayan ganado cuatro salarios mínimos mensuales o menos.
¿Cuáles son las proyecciones para 2021?
JMG: El Gobierno, en conjunto con el sector privado, viene adelantando la estructuración de un plan de choque con el que se pretende generar 2 millones de empleos. Si el país alcanza la meta, esperamos que esto se refleje en un importante aumento en el número de afiliados.