Más de 15.000 extrabajadores y pensionados de Ecopetrol viven con la ilusión de reclamar el 3 % de las utilidades de lo que produce la principal empresa petrolera de Colombia. Fue un acuerdo al que habrían llegado en una convención institucional y que con el paso de los años se truncó, tanto así que desde 1997 el fondo de empleados Foncoeco inició un proceso judicial para hacer esa reclamación, pero a medida que pasa el tiempo en lugar de aclararse el panorama, este se oscurece, entre interpretaciones de fallos de las altas cortes e intereses de particulares que parecen mover cada una de las partes.
Mientras tanto, cientos de adultos de la tercera edad llegan a diario a hacer filas en diferentes sedes del Banco Agrario, a nivel nacional, para reclamar un dinero del cual, incluso, desconocen el monto. Solo hablan de millones de pesos y de la posibilidad de recuperar lo que les prometieron en sus años mozos. Muchos han muerto en la espera.
Luz Miriam García tiene 63 años, vive en el norte de Bogotá, casi saliendo de la ciudad, y al menos una vez a la semana, coge un TransMilenio que la lleve hasta Chapinero, muchas veces pide prestado a su familia para los pasajes y comer algo mientras hace la diligencia que le quita más de medio día. “Voy a ir a ver si ya consignaron”, dice antes de salir de casa la mujer que trabajó en Ecopetrol de 1986 a 2004 como enfermera del hospital Ismael Darío Rincón de Barrancabermeja. Está convencida que con un fallo que emitió la Corte Suprema en 2015 en el que resolvió a favor del fondo de extrabajadores y pensionados, los dineros en cualquier momento son depositados en la entidad bancaria.
Ella, que se encuentra en la fila con más excompañeros, y otros que tienen la misma rutina en municipios como Barrancabermeja, Cartagena, Bucaramanga, Mompox, por nombrar algunos, desconocen que mientras esperan tras la ventanilla, Ecopetrol responde a SEMANA que “no adeuda ningún valor por concepto de utilidades; en consecuencia, no debe realizar pago alguno”, y argumenta su postura en que el Tribunal Superior de Bogotá, el 22 de junio de 2011, decidió que Ecopetrol S. A. sí tenía que rendir cuentas a los extrabajadores que se desempeñaron entre el período de 1962 a 1975, pero le ordenó solamente pagar la suma de $6.640.949 debido a que la empresa habría demostrado que había pagado el monto restante a través de aportes a créditos de vivienda o liquidaciones finales de los contratos laborales.
El valor señalado fue pagado por Ecopetrol S. A. a Foncoeco el tres de enero de 2012. Dinero que, según muchos, no fue entregado a todos los afiliados. De hecho, hay quienes consideran que los no afiliados también debían ser cobijados con la medida, por el hecho de que también prestaron sus servicios a la compañía.
En 2005 hubo un fallo que condenó a la empresa a pagar $541.833.771 más otros $500.000.000 por intereses de mora y costos que se hubieran causado para ese entonces, con un tiempo de cinco días para el desembolso.
La decisión del juez fue polémica, tuvo segunda instancia y casación. El juez terminó involucrado en supuestos casos de corrupción, pero una década después, la Corte Suprema de Justicia absolvió al juez y ordenó que las decisiones que favorecían a los extrabajadores y pensionados de Ecopetrol siguieran en firme. De ese documento se aferran los adultos mayores que aseguran que con los intereses acumulados durante tantos años pueden sumar miles de millones de pesos, dineros que esperan para cumplir sus sueños de montar negocios independientes o pagar los créditos de estudios de sus hijos o de sus viviendas.
El fondo radicó en 2019 otra acción y esa jugada salió en su contra. En esa ocasión, el Juzgado 42 Civil del Circuito de Bogotá, en primera instancia, y el 29 de junio de 2022, decidió que la discusión ya había sido resuelta por el Tribunal Superior de Bogotá, y que, adicionalmente, no se había probado que Ecopetrol tuviera que rendir cuentas, más aún cuando la junta directiva de Ecopetrol y su asamblea de accionistas no habían autorizado el pago de utilidades a trabajadores durante los años 1997 a 2017.
Sin embargo, para los abogados de los reclamantes, el poder jerárquico del Tribunal Superior de Bogotá no será superior al de la Corte Suprema de Justicia, por lo cual desconocen la última decisión, lo que les ha servido de argumento a abogados que cobran por sus honorarios a sabiendas de que las decenas de tutelas que han radicado salen a favor de Ecopetrol, pero nadie se atreve a decirles que esa pareciera una pelea perdida.
Ecopetrol emprendió una acción contra los demandantes, un proceso ejecutivo presentado en el que se ejecutaron los gastos procesales ordenados a favor de la empresa, el cual ya cuenta con decisión favorable para Ecopetrol.