En medio de las dificultades que vive el sector textil del país y que han llevado a algunas empresas a paralizar sus operaciones, Fabricato sobresale y alcanza sus mejores resultados en los últimos años.
En el tercer trimestre de este año, la textilera obtuvo las mejores cifras de los últimos años. A septiembre logró ingresos acumulados en el año por 311.507 millones de pesos, los más altos desde 2013. También registró una utilidad operacional de 32.126 millones de pesos, 2,5 veces más que la reportada en 2016, que fue de un poco más de 13.000 millones.
El ebitda acumulado a septiembre de 2021 es de 41.494 millones, casi veinte veces mayor al logrado en 2019 (cuando fue de 2.161 millones) y cerca de 4 veces más al de 2020 (que llegó a 11.569 millones).
Si bien Fabricato ha ingresado al negocio inmobiliario y esas operaciones le han dado aire en sus finanzas, la operación textil en el ebitda contribuye con 39.979 millones de pesos, siendo el 96 % del total del ebitda acumulado, mientras que en la utilidad neta acumulada revirtió los resultados de pérdidas consecutivas de años anteriores. Y la operación textil contribuyó con la totalidad de los 12.221 millones de pesos a este resultado.
¿Qué está haciendo Fabricato para que los resultados hayan cambiado? Gustavo Alberto Lenis, su presidente, tiene la respuesta.
SEMANA: ¿Cómo explica los resultados del tercer trimestre?
Gustavo Alberto Lenis (G. A. L.): Fabricato ha tenido una evolución desde el año pasado. La pandemia, así como trajo unas situaciones muy difíciles de sortear, también nos trajo enseñanzas. Yo llevo un poco más de un año con Fabricato, y a partir de finales de julio del año pasado empezamos a tomar algunas decisiones en parte por el tema de la pandemia que nos trajo situaciones adversas como la parálisis de la fábrica por algunos meses. Pero también algunas enseñanzas: una de ellas fue buscar una mayor eficiencia.
SEMANA: ¿Qué lograron allí?
G. A. L.: Mejoramos la eficiencia de la compañía en el 20 %. Hicimos unos balances de nuestros productos, de las telas que estábamos produciendo y decidimos disminuir la cantidad de telas en el 18 %. Todas las telas que en ese momento estaban dando una rentabilidad por debajo de un número que pusimos, las eliminamos, algunas otras empezamos a rediseñarlas, y así iniciamos un proceso para mejorar el margen bruto de la compañía. Estamos haciendo, yo diría, que la misma cantidad de metros, pero los metros por persona, se han mejorado como dije antes en un 18 %.
SEMANA: Además de la pandemia, ¿qué temas adversos han enfrentado?
G. A. L.: Hemos tenido situaciones adversas, como todo lo que ha pasado con la cadena de abastecimiento, que ha elevado los costos no solo de las materias primas, sino también del transporte, los contenedores y toda la cadena de abastecimiento. Eso a nos ha hecho tomar algunas decisiones.
SEMANA: ¿Por ejemplo?
G. A. L.: Como incrementar el tamaño del departamento de innovación. Hemos sido capaces de cambiar unas fibras por otras, nos hemos metido en las fibras naturales, en fibras reciclables, también empezamos el programa, este año y lo complementaremos el próximo año, de la economía circular. Ya estamos tomando las telas o los retales que quedan en los talleres de confección y algunas otras, volvemos a traer la tela aquí, la molemos y hacemos el hilo. Hay una serie de decisiones que hemos venido tomando, que han mejorado el margen de la compañía y que nos tienen en números negros.
SEMANA: Fabricato tiene una operación textil y otra inmobiliaria. ¿Cómo funciona cada una de ellas?
G.A.L.: La operación textil es el centro de nosotros, es nuestro core. Ha venido mejorando, hemos buscado ser mas eficientes en la fabricación de telas. De los 41.000 millones de pesos de ebitda, para darle una cifra, un poco mas de 31.000 millones son de la operación textil.
SEMANA: ¿Cómo funciona todo el tema inmobiliario?
G. A. L.: Nace a partir de dar uso a un lote que queda exactamente al frente de Fabricato, donde anteriormente funcionaba una fábrica que se llamaba Pantex, de propiedad de la empresa y que está en Bello. Se planea con unas firmas un proyecto en el que nosotros entramos como inversionistas y ellos desarrollan el lote con apartamentos, más o menos dos mil unidades, así como un centro comercial y algunos otros edificios de servicios. Algunos apartamentos ya están hechos, vendidos y entregados. Y el centro comercial en su primera etapa es de 55.000 metros, que ya se inauguraron y la ocupación es extraordinaria, estuvo por encima del 80 % antes de abrir. Eso le genera unos ingresos a Fabricato.
SEMANA: ¿Hasta ahora cómo ha sido?
G. A. L.: Ya hubo unos ingresos que se utilizaron básicamente para solventar la situación de unos pasivos muy altos que tenía Fabricato con proveedores. Ahora vamos a recibir el dinero de la segunda parte del proyecto de vivienda y de un patrimonio autónomo del alquiler de los locales del centro comercial, en el que Fabricato tiene una participación.
SEMANA: ¿Algún otro proyecto?
G. A. L.: Tenemos también en Rionegro un espacio que anteriormente se llamaba Riotex. Allá hay unas bodegas industriales que en el momento tienen una ocupación por encima del 80 %. Y también está Fibratolima, que es una fábrica que quedaba a las afueras de Ibagué, donde se está construyendo un proyecto. Allí nuestro aporte son las tierras. Así se resume nuestra operación inmobiliaria, que esta absolutamente separada de la textil.
SEMANA: En ese contexto, ¿cómo avanza la operación textil?
G.A.L.: La actividad textil hay sigue siendo vital. Tenemos un programa de reconversión industrial que mayoritariamente vamos a costear con los ingresos de la parte inmobiliaria. Aunque Fabricato es una empresa muy moderna, todavía hay unos procesos que se pueden mejorar, hicimos una parte este año y la otra parte será en el próximo año. La parte que ya hicimos está muy concentrada en sostenibilidad ecológica. Teniendo en cuenta que la industria textil es la cuarta más contaminante en el mundo, hemos hecho todas las inversiones que hoy nos califican como una fábrica amigable con el medioambiente y el próximo año seguiremos en esa línea. En 2023 y 2024 vendrán otras inversiones en ese frente.
SEMANA: ¿De los ingresos que reportaron al tercer trimestre hay algo del negocio inmobiliario?
G. A. L.: Hay algo, pero muy poco. Una parte grande del negocio inmobiliario, porque todavía falta otra, se sintió en 2018. Ahí hubo unos ingresos importantes, que fue cuando se ingresó el proyecto y Fabricato aportó el lote por el que recibió dinero. En este momento tenemos unos ingresos menores que son los alquileres de la bodega de lo que se llamaba Riotex y hoy se llama Parque Industrial Fabricato. Aún no hemos recibido ingresos por los locales del centro comercial. Hemos recibido algo de lo de la vivienda, pero todavía falta la parte gruesa, que es lo que ahora vamos a destinar para mejoramientos de la parte industrial.
SEMANA: ¿En el futuro cómo va a quedar la composición de ingresos entre el textil y el inmobiliario?
G. A. L.: Hay que tener en cuenta que nosotros no somos constructores, somos textileros. Hemos tenido la fortuna de tener unos activos que podemos desarrollar en compañía de unos socios, donde nosotros somos una partecita, no somos los dueños, y eso lo tenemos absolutamente separado de la operación textil. En el futuro, dependiendo del año, porque depende de cuándo se entreguen las viviendas, se escrituren y la compañía reciba la plata y la distribuya entre los socios, habrá unos años más y otros años menos, pero la concentración absoluta es en lo textil. Y es que para nosotros es una fortuna tener estos activos que hemos podido desarrollar, pero no es nuestro objeto.
SEMANA: ¿Qué tipo de tela están produciendo, cuáles son sus focos?
G. A. L.: Tenemos básicamente 4 líneas. Una línea que es la denim, que es la de los blue jeans. La segunda línea es la de driles, que es un poco más grande que la primera. La tercera es el tejido de punto y la cuarta lo que se conoce como no tejidos, que es la tela que se utiliza, por ejemplo, para hacer fajas y vendas. Y ahí tenemos una capacidad instalada de más o menos 5 millones de metros. La parte fuerte de Fabricato son los driles, primero, y después el denim.
SEMANA: ¿Y las exportaciones?
G. A. L.: No son muchas, deben estar alrededor del 16 % de la producción, pero sí es un objetivo. Colombia tiene una serie de tratados de libre comercio que dictan unas condiciones que son favorables, porque es cero arancel para exportar y una muestra es un socio que tenemos que se llama C.I. Jeans, que tiene contratos con marcas muy importantes en Estados Unidos. Con ellos hemos venido haciendo un desarrollo de telas importantes, que les ha permitido a ellos ser, yo creo, la fábrica de confecciones más grande que hay en Colombia y exporta casi el ciento por ciento.
SEMANA: ¿Cómo va el avance en los tratados de libre comercio?
G. A. L.: Creo que nos falta estudiar cada uno de los TLC que Colombia ha firmado. No solamente creo que existen oportunidades en Estados Unidos, creo también que están en Brasil que es un país textilero. Hemos exportado a países centroamericanos, a Chile, a Ecuador que también tiene industria textilera. Nosotros hemos desarrollado experiencia alrededor de las prendas militares, de uso privativo de las Fuerzas Armadas y hemos exportado telas militares, creo que ahí existe una gran posibilidad de crecer, porque realmente Fabricato es bueno haciendo eso. Somos buenos haciendo algunas cosas que en otros países no hacen. Tenemos una planta muy versátil que nos da la posibilidad de hacer lotes, que en otros países pueden parecer pequeños, pero que para nosotros son importantes y los podemos hacer eficientemente y venderlos a buen precio.
SEMANA: ¿Cómo les ha ido con el tema de la operación logística con lo que se ha denominado la crisis de los contenedores?
G. A. L.: La operación ha sido muy difícil, muy difícil. El tema logístico nos ha dado muy duro y cualquier número que uno plantee suena ridículo. Los contenedores de China están 160 % más costosos, los de la India 140; en materias primas, el algodón está al doble y las materias primas en general han subido entre 45 y 47 %. Ha sido un año muy difícil. Si nosotros no hubiéramos ajustado algunos departamentos y hubiéramos tenido este mejoramiento en costos, pues hubiéramos tenido también que subir las telas en esas proporciones. Nadie puede desconocer este problema con la cadena de abastecimiento, pero también el paro fue un desastre, cerraron el puerto de Buenaventura, y a nosotros nos tomaron con bastantes contenedores allá, y no solo nos perjudicaban por la oportunidad de tenerlos, sino también en costos. Este año ha sido especialmente retador y difícil, pero de alguna manera lo hemos sorteado, porque estamos mostrando números negros.
SEMANA: El Índice de Precios al Productor está subiendo y seguramente se va a trasladar a la inflación…
G. A. L.: Indudablemente nosotros vamos a empezar a sentir la inflación. Los índices de precios al productor se han subido muy por encima de los del consumidor, y en la medida en que se empiecen a trasladar vamos a ver una inflación que creo que hace muchos años no veíamos. Pero igualmente creo que esto nos ha presionado para ser más eficientes y para no tener que trasladar toda esa cadena de incrementos al consumidor.
SEMANA: ¿Y el consumo se verá afectado?
G. A. L.: Me gustaría decir que no, pero creo que sí. Es muy sencillo: en la medida en que la comida suba, la billetera es una sola; entonces si la comida toma un pedazo mayor de la billetera, pues el consumidor tiene que empezar a disminuir los otros gastos. Eso es así. Creo que el consumo de algunos artículos va a disminuir, porque como dije la billetera es una sola. A nosotros nos está favoreciendo que ha habido una dinamización del empleo y creo que se han creado muchos más puestos de trabajo de lo que cualquiera hubiera esperado. Podríamos estar sino en un dígito, sí muy cerquita. Un dígito al finalizar el año.
SEMANA: ¿Hay algo que lo preocupe?
G. A. L.: Me preocupa que aquí todo lo quieren arreglar bajando aranceles. Le voy a dar un ejemplo; los hilos tienen un arancel del 10 %, ahí está Fenalco abogando porque quiten los aranceles, lo cual me parece una barbaridad, porque todos esos cambios de reglas de juego van en contra de la planeación a largo plazo. Resulta que traer el hilo sale más barato, traerlo de la India, un país con el cual no tenemos TLC, ni con China, ni con Pakistán tampoco. Nosotros tenemos unos tratados de libre comercio que tienen aranceles cero y ahí nosotros conocemos cuáles son las reglas de juego y cómo podemos competir, pero no podemos agregarle a esto ahora otros países con los cuales no tenemos ningún tratado de libre comercio, ¿cuál es la contraprestación?, ninguna.
SEMANA: ¿Cómo se está imaginando a Fabricato en 5 y en 10 años?
G. A. L.: Yo soy optimista por naturaleza, tengo una fe inmensa en esta fábrica, creo en las posibilidades de desarrollar telas industriales, especializadas. Le voy a poner un ejemplo: ya homologamos una tela que es retardante para el fuego, la hacemos aquí en Fabricato. Y es una tela. Si el metro está a 12.000 o 13.000 pesos, importada vale 85.000 pesos el metro; entonces, partiendo de ahí, uno sí ve muchísimas posibilidades. Las otras posibilidades son que el mundo está girando hacia la sostenibilidad, hacia el tema ecológico, a preservar el medioambiente. La otra posibilidad es que nosotros hemos recorrido un camino muy importante utilizando otras fibras, y tenemos un know how ahí. Creo que Fabricato tiene un futuro promisorio y va a dejar esos números rojos que vienen desde hace 7 u 8 años y va a empezar a caminar por este sendero de números negros hacia adelante.