Catalina Márquez Jaramillo es socia de De Guzmán Márquez Abogados, compañía que lidera con su esposo y que nació con el firme propósito de expandir el conocimiento del derecho tributario, formar más abogados en esa área y de esa manera tener impacto en la economía del país: “Todos tenemos que pagar impuestos porque es como el Estado obtiene recursos para poder prestar un servicio y poder hacer carreteras, hospitales, etcétera”, comenta.

Sin embargo, Márquez no siempre estuvo orientada hacia el derecho. Su padre fue el mentor que le ayudó a hallar su vocación. Primero, la orientó hacia el derecho: “Me encaminó porque sabía la fortaleza que yo tenía con los números, que me encantaba leer”, cuenta, pero recuerda que fue al final de su carrera que halló el camino hacia el lado tributario.

Comprender el derecho tributario podría ayudar a muchas personas a manejar mejor sus finanzas y ser más responsables con la sociedad. | Foto: Sean Gladwell

Allí encontró una forma de combinar sus dos pasiones: “En el derecho tributario encontré cómo se unen esas dos, cómo se unen las letras y cómo se unen los números para encontrar soluciones para las empresas, para las familias, para las personas naturales. Que realmente impacte en sus negocios y su vida personal”, dice.

Pero la otra gran lección de su padre fue clave para que pudiera crear empresa. Fue por su ejemplo, pues le ayudó a entender “que uno puede hacer empresa en Colombia con todos los retos que conlleva”. Para ella fue una inspiración crucial: “El principal reto es empoderarse y poder sentir que uno es capaz, poder sentir que que uno puede hacer las cosas y que no depende de de una gran empresa o de una empresa con muchos empleados para poder impactar la vida de otros”.

Cuando comenzó a ejercer se percató de que quería hacer mucho más: “Montar mi firma se dio porque trabajé en una firma muy grande en Colombia, tradicional, y de alguna manera queríamos romper con la forma tradicional de hacer derecho”, recuerda.

“Queríamos un derecho mucho más claro para las personas que no eran abogados y llegarles como con un lenguaje mucho más sencillo y con números, porque creemos que en los números están las decisiones”, agrega, resumiendo la historia de su firma, con la que se proyecta como pionera de “una nueva era de las de las firmas de abogados en Colombia”.

Mujeres capaces de todo: el legado de Catalina Márquez

Pero el espíritu de cambio de Catalina Márquez va más allá. En su accionar busca impactar incluso en la vida de muchas más personas, y sobre todo de las mujeres, rompiendo esquemas como “que un niño jugara con una cocina, que jugara con una muñeca se veía muy mal. Y se veía muy mal porque eran como los roles que debía asumir la niña, no el niño”. Por eso, busca “poder integrar tanto en hombres como mujeres esas características femeninas y masculinas que están en todos”.

Esto va desde los roles que asume cada uno de los padres en un hogar, pero también va hasta las políticas públicas como la licencia de maternidad. Y lo dice con conocimiento de causa, recordando que tuvo entrevistas en las que le preguntaron si tendría hijos, sabiendo que se había casado. “Esa pregunta que viene atada también a muchas creencias de personas con las que trabajé, que dicen que la vida profesional de una mujer se acaba cuando tiene hijos, pues va atada como a esa barrera de ‘cuatro meses, no va a estar en la empresa’. En cambio el hombre va a ser una semana”.

Por eso, pide que una licencia sea equitativa entre hombres y mujeres, “no solo desde el punto de vista profesional, sino porque para el hombre también es importante estar con sus hijos y ese rol de paternidad y de hacer equipo es fundamental también”.

Para Catalina Márquez, equiparar la licencia de maternidad entre padres y madres puede ayudar a acabar con estereotipos. | Foto: Getty Image

En este punto, la empresaria habla de su legado como mujer, y cuenta que tiene la esperanza de poder “hacer entender que uno puede hacer y ser todo un todo lo que se propone. Hacer, me refiero a que uno puede hacer empresa, tener sus hobbies y también uno puede ser abogado, ser mamá, ser esposa y todo al mismo tiempo. Todo se puede al mismo tiempo. Uno no debe elegir un camino, sino que puede elegir todos esos caminos que uno desea y sueña”.

“Hay que seguir y ser muy resiliente y saber que el futuro no necesariamente es el presente. O sea que en el presente uno puede estar pasando por un reto, por un momento duro —por ejemplo, una pandemia– pero realmente el futuro se va a ver diferente, porque todo pasa”, concluye.

* Contenido en colaboración con De Guzmán Márquez Abogados y Plasmar S.A.S.