Como un grave problema calificó Álvaro Villamizar Zúñiga, director ejecutivo de Caproflor Colombia (cadena productiva de flores y follajes de Colombia), la situación que se está presentando en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, de cara a la celebración del Día de la Madre, una de las fechas en las que este subsector tiene la oportunidad de vender más, recuperarse de la crisis de la pandemia y ayudar a impulsar la economía.
Se trata ya de un cuello de botella en temas logísticos en el aeropuerto, para la exportación de flores, lo que afecta a los medianos y pequeños cultivadores, quienes tienen que esperar largas jornadas para que su carga entre en la fila de envíos, debido a la congestión que se presenta con el transporte terrestre que lleva el producto a la terminal aérea, donde las compañías aéreas transportadoras de carga sobre venden los cupos, dándole prioridad solo a los grandes cultivadores de flores.
Según Villamizar, “el problema se presenta cada vez que hay temporadas de envío de flores y follajes a nuestros clientes en el extranjero”. Entre 800 tractomulas y camiones se juntan en esta temporada, para llevar flores que tienen como destino los mercados internacionales. De acuerdo con la queja que han puesto en diversas entidades públicas relacionadas con el transporte y el comercio exterior, habría dificultades debido a la “desactualización de la información de la bodegas dentro del aeropuerto; bloqueo de las bandas por parte de los conductores y recepción de pedidos de última hora”.
Flores, en riesgo
El problema grave es que se trata de un producto delicado, que requiere una cadena de frío para su conservación, de manera que se logre mantener en buen estado la flor de exportación, lo que está ocasionando grandes pérdidas a los productores medianos y pequeños que apenas se están recuperando de los efectos nefastos de la crisis sanitaria que trajo la pandemia desde hace dos años.
“Las demoras, de hasta más de 3 días, están generando costos adicionales por pagos de horas extras a conductores y operarios”. Además, agrega Villamizar, en algunas oportunidades han llegado, inclusive a incumplimientos a los clientes que esperan las flores en los destinos de exportación.
El directivo expresa que estas circunstancias han provocado a veces que tengan que botar las flores no exportadas o casi regalarlas en el mercado local, lo que está ocasionando graves efectos económicos en los colombianos que se dedican a esta actividad económica.
Un tema al que hay que ponerle atención
Inclusive, según la denuncia de Villamizar, la situación ya ha ocasionado riñas, peleas y hasta bloqueos en el aeropuerto El Dorado.
Por esa razón, “Caproflor ha elevado la queja a Ministerio de Agricultura, Ministerio de Comercio e Industria, Procolombia, el ICA y otras entidades, y hasta el momento no se ha dado ninguna solución”.
El efecto de la problemática que ha descrito Caproflor estaría recayendo sobre más de 5.000 familias, “por lo que llamamos la atención sobre el inminente riesgo de que se pueda generar desempleo a gran escala”.