En 2021 nació la Asociación de Empresas Gestores del Aseguramiento en Salud en Colombia (Gestarsalud), que reúne a las EPS bajo las cuales están asegurados alrededor de 14 millones de personas en Colombia, en 30 de los 32 departamentos. La mayoría de ellas pertenece a poblaciones pobres y vulnerables de dichos territorios.

Elisa Carolina Torrenegra, lideresa de Gestarsalud, decidió asumir el reto de trabajar por la dignificación de la salud de la ciudadanía del país y, durante los últimos 20 años, ha estado al frente del proyecto.

A propósito del cumpleaños del gremio, la mujer recuerda que las primeras actividades estuvieron basadas en las realidades y necesidades de las comunidades, pues se cimentaron sobre las Empresas Solidarias de Salud, que tenían una naturaleza cooperativa y mutual.

“Estar dos décadas al frente de un gremio que permanentemente defiende, busca visibilizar e intenta mejorar el servicio de salud que reciben los más vulnerables del país es una de las mayores satisfacciones”, afirma Torrenegra, quien es médica, especialista en seguridad social internacional y en gerencia de servicios de salud.

¿Qué ha logrado Gestarsalud?

Si bien muchas veces se puede subestimar el rol del régimen subsidiado, considerando que Colombia tiene altos índices de pobreza y vulnerabilidad, el rol de las EPS integradas en Gestarsalud es esencial.

Por esa razón, Elisa Torrenegra resalta que antes de la existencia del gremio, muchos desconocían la existencia de este régimen e, incluso, lo confundían con el Sisbén o el sistema de hospitales públicos. Sin embargo, ahora hay mayor comprensión y se entiende que el régimen subsidiado “es una extensión del sistema de seguridad social hacia la protección de la población de mayor vulnerabilidad sin capacidad de pago, como casi ningún país la tiene”.

El gremio le dio valor a este régimen, reconociendo las deudas históricas que acumulaba el sector y su pago. Torrenegra recuerda que las EPS que integran el gremio tuvieron que enfrentarse a instancias gubernamentales, académicas y sociales para aclararles las cifras de flujo de recursos. ”Así se empezó a darle valor a un sistema que le garantizaba salud a los pobres, que son más de la mitad del país, y que estaba teniendo problemas. Comenzamos a ser incluidos en las agendas públicas de discusión”, agrega.

Asimismo, en un comunicado el gremio resalta que en los últimos 20 años ha logrado reducir la brecha con el régimen contributivo, en lo que respecta a la reducción de la brecha entre la prima que paga el sistema de salud por cada usuario, la unidad de pago por capitación (UPC). Antes, la diferencia alcanzaba el 47 por ciento, hoy el margen están en el 5 por ciento.

“Es un tema en el que seguiremos insistiendo porque los afiliados del régimen subsidiado no son de segunda categoría y la metodología del cálculo actual de la UPC no contempla la mayor vulnerabilidad, las condiciones que modulan las preferencias en salud de los usuarios, sus prioridades, las intervenciones necesarias para hacer las atenciones más efectivas, las desigualdades sociosanitarias y la irregularidad de la infraestructura sanitaria en todo el territorio nacional, especialmente en los rurales y dispersos”, argumenta Torrenegra.